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Foto de archivo de depósito de gas propano en un automóvil.
SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Las últimas alzas en los precios de los combustibles y sus repercusiones en otros sectores constituyen un duro golpe para el bolsillo de los consumidores.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2007 (ENIGH 2007) realizada por la Oficina Nacional de Estadística, el 17 por ciento del gasto total de los hogares dominicanos va dirigido a transporte.
Además, según esa misma fuente, el 10 por ciento del gasto va a cubrir los costos de la electricidad, agua, alojamiento, gas y otros combustibles.
Esa encuesta, aunque se publicó en el 2009, realizó el levantamiento de datos entre el 8 de enero del 2007 y el 17 de enero del 2008.
A la fecha es casi seguro que la estructura de gasto de los dominicanos ha variado y el peso de lo destinado al transporte, electricidad y combustible, probablemente se ha incrementado, sobre todo si se toma en cuenta que el precio del trasporte se ha movido hacia el alza, lo mismo que el de la energía eléctrica, al tiempo que los carburantes se mantienen altos.
En el caso del transporte, su precio es una relación directa de la cotización internacional de los combustibles y su incremento en el mercado local, dadas las tasas impositivas que los gravan.
Para que se tenga una idea del impacto que tienen los precios de los combustibles y su traslado hacia otros tipos de bienes en los bolsillos de los dominicanos, el año pasado hasta el mes de noviembre, el 70.3 por ciento de la inflación acumulada, según cálculos del Banco Central, correspondía al incremento del precio del petróleo y de la energía eléctrica.
En términos interanuales, en noviembre 2009, último mes del que se disponen datos de precios en el país, la inflación general fue 4.2 por ciento en términos interanuales, 1.07 por ciento intermensual, mientras que para esa misma fecha la variación mensual del índice de precio del sector transporte fue de 3 por ciento y 9.07 por ciento interanual.
En el caso de la vivienda, grupo en el cual también se contabiliza el precio de la energía eléctrica, en noviembre la inflación interanual fue de 13.8 por ciento, para una alza acumulada en los primeros 11 meses del 2009 de 14.7 por ciento.
Hasta noviembre, la inflación general acumulada era de 5.7 por ciento, y 16.1 por ciento para el sector transporte.
El impacto se extiende a la cocina
Por otra parte, en cuanto al precio del gas licuado de petróleo (GLP), al iniciar el 2009 un galón de ese combustible costaba 50 pesos, mientras que en enero del 2010 cuesta 80 pesos, lo que representa un incremento de 60 por ciento, es decir unos 30 pesos más.
Hasta mediados del año pasado el precio del GLP llegaba subsidiado a la población, pero en la actualidad sólo reciben ese beneficio las familias pobres que forman parte de los programas sociales del Gobierno y que poseen la Tarjeta Solidaridad, así como una proporción de los chóferes del transporte público que han sido incluidos en el programa Bonogás.
Futuro sombrío
En lo adelante, el panorama no pinta nada halagüeño para el presupuesto familiar. En ese sentido, el superintendente de Electricidad, Francisco Méndez ha adelantado que si el precio internacional del petróleo mantiene tendencia al alza, también la tarifa de la energía eléctrica subirá.
En tanto, en el plano internacional, efectivamente el petróleo amenaza siguir subiendo, empujado por la ola de frío que afecta el Hemisferio Norte del planeta.
José H. Almonte, economista 7dias.com.do
SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Las últimas alzas en los precios de los combustibles y sus repercusiones en otros sectores constituyen un duro golpe para el bolsillo de los consumidores.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2007 (ENIGH 2007) realizada por la Oficina Nacional de Estadística, el 17 por ciento del gasto total de los hogares dominicanos va dirigido a transporte.
Además, según esa misma fuente, el 10 por ciento del gasto va a cubrir los costos de la electricidad, agua, alojamiento, gas y otros combustibles.
Esa encuesta, aunque se publicó en el 2009, realizó el levantamiento de datos entre el 8 de enero del 2007 y el 17 de enero del 2008.
A la fecha es casi seguro que la estructura de gasto de los dominicanos ha variado y el peso de lo destinado al transporte, electricidad y combustible, probablemente se ha incrementado, sobre todo si se toma en cuenta que el precio del trasporte se ha movido hacia el alza, lo mismo que el de la energía eléctrica, al tiempo que los carburantes se mantienen altos.
En el caso del transporte, su precio es una relación directa de la cotización internacional de los combustibles y su incremento en el mercado local, dadas las tasas impositivas que los gravan.
Para que se tenga una idea del impacto que tienen los precios de los combustibles y su traslado hacia otros tipos de bienes en los bolsillos de los dominicanos, el año pasado hasta el mes de noviembre, el 70.3 por ciento de la inflación acumulada, según cálculos del Banco Central, correspondía al incremento del precio del petróleo y de la energía eléctrica.
En términos interanuales, en noviembre 2009, último mes del que se disponen datos de precios en el país, la inflación general fue 4.2 por ciento en términos interanuales, 1.07 por ciento intermensual, mientras que para esa misma fecha la variación mensual del índice de precio del sector transporte fue de 3 por ciento y 9.07 por ciento interanual.
En el caso de la vivienda, grupo en el cual también se contabiliza el precio de la energía eléctrica, en noviembre la inflación interanual fue de 13.8 por ciento, para una alza acumulada en los primeros 11 meses del 2009 de 14.7 por ciento.
Hasta noviembre, la inflación general acumulada era de 5.7 por ciento, y 16.1 por ciento para el sector transporte.
El impacto se extiende a la cocina
Por otra parte, en cuanto al precio del gas licuado de petróleo (GLP), al iniciar el 2009 un galón de ese combustible costaba 50 pesos, mientras que en enero del 2010 cuesta 80 pesos, lo que representa un incremento de 60 por ciento, es decir unos 30 pesos más.
Hasta mediados del año pasado el precio del GLP llegaba subsidiado a la población, pero en la actualidad sólo reciben ese beneficio las familias pobres que forman parte de los programas sociales del Gobierno y que poseen la Tarjeta Solidaridad, así como una proporción de los chóferes del transporte público que han sido incluidos en el programa Bonogás.
Futuro sombrío
En lo adelante, el panorama no pinta nada halagüeño para el presupuesto familiar. En ese sentido, el superintendente de Electricidad, Francisco Méndez ha adelantado que si el precio internacional del petróleo mantiene tendencia al alza, también la tarifa de la energía eléctrica subirá.
En tanto, en el plano internacional, efectivamente el petróleo amenaza siguir subiendo, empujado por la ola de frío que afecta el Hemisferio Norte del planeta.
José H. Almonte, economista 7dias.com.do
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