domingo, 10 de enero de 2010

QUIERE EL ESTADO ACABAR CON EL NARCOTRÁFICO?...

7:52 PM -
Obsérvese que hablo de Estado no de gobierno, porque la pregunta es válida para éste, para el anterior y posiblemente para el siguiente. Hecha la aclaración, la pregunta no es en absoluto retórica. Como tampoco lo es la siguiente: ¿Puede el Estado democrático prescindir del tráfico de drogas?
El principal y casi único peligro que tiene una democracia para dejar de serlo, es el descontento en los cuarteles. El ruido de sables ni siquiera en el gimnasio quieren los políticos. ¿Cómo evitarlo? Teniendo entretenidos y a poder ser contentos a los jefes militares. ¿Están contentos?. Es la pregunta del millón. Aparentemente sí, pero ¿por qué lo están? Los ascensos se producen con facilidad y sobre todo con rapidez. Hay muchos más generales que, por ejemplo, en España con un ejército de tierra de cien mil unidades; no existe una disciplina férrea en ninguno de los cuerpos militarizados -no hay más que ver cómo se hacen las guardias- y la mayoría de los puestos importantes de la administración del Estado en el segundo nivel, están ocupados por «uniformes».
Sin embargo, la soldada deja mucho que desear. Un general parece ser que percibe en torno a los 25.000 euros. Pongamos que en la práctica y siempre de manera oficial sea el doble. ¿Puede una persona de algún nivel social vivir con ese dinero? La respuesta parece clara. ¿Dan la sensación de vivir los oficiales de las fuerzas armadas y de la Policía Nacional con las soldadas que reciben?
Habrá algún caso porque las excepciones hacen válida la regla, pero seguramente la opinión generalizada en los dominicanos es negativa. Costosas viviendas, lujosas yipetas, fiestas, colegios y universidades privadas, ostentaciones de opulencia, nos hace pensar de esa manera.

¿Puede salir todo ese dinero de las arcas del Estado en forma de «barrilitos» y otras prebendas que da el mar gobierno de las instituciones a cargo? No. Es muchísimo el dinero que fluye por los cuarteles de manera ilegal. Imposible dar para pagar la compra de tantos carros y menos, para comprar destinos lucrativos, que no tranquilos. Las drogas, la extorsión, el tráfico de personas, tráfico de armas y hasta el crimen organizado dentro del estamento militarizado es moneda común, afirmación que sale de los casos que se conocen y, sobre todo, de las evidencias.
¿Qué pasaría en el país si el deseo mayoritario de los dominicanos conjurase la corrupción? Los generales ganarían lo mismo que los médicos y los capitanes como las enfermeras. Seguramente el ruido de los sables se haría audible hasta en el Palacio Presidencial. Para evitarlo habría que proceder a una gran y desproporcionada subida de las soldadas. ¿Es viable? En modo alguno. El tráfico de drogas pone muchísimo dinero en manos de la población. Además de lavarlo genera ingresos para el Estado vía impuestos. Sin ese dinero en circulación no podría haber los mismos ingresos y en consecuencia las ubres del Estado no podría atender las demandas de los militares. Si no hay corrupción casi no habría tráfico de sustancias prohibidas, con lo que el número de personas sin actividad aumentaría y también la agitación social.

Podemos meter más trazos para que dibujo esté completo, pero no cambiará la percepción. La República Dominicana disfruta de un nivel de vida muy superior al que su pobre economía le permite. Si cortar la entrega de las canastas de la miseria echaría abajo un gobierno -como escribió un lector-, poner a vivir a los militares sólo con el dinero que paga el Estado, ¿qué traería para el Ejecutivo?
Volviendo a la pregunta del título. No puedo saber los deseos de Leonel Fernández. Si estoy convencido, en cambio, que no puede más de lo que hace: nada.
Autor: Quini Candel

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