Puerto Príncipe.- Varias personas resultan heridas por bala en una protesta contra la ONU en el norte donde se originó la epidemia. También en el centro, soldados nepalíes fueron el blanco de piedras. Una parte de la población acusa a los soldados asiáticos de haber propagado la epidemia de cólera que se ha cobrado la vida de 900 personas. A pesar de todo, el gobierno mantiene las elecciones para el 28 de noviembre.
El caos se apoderó de las calles de Cabo Haitiano, 300 kilómetros al Norte de la capital, Puerto Príncipe, donde los efectivos de la seguridad se retiraron a sus cuarteles, mientras médicos y enfermeras abandonaron el hospital Jusciym y a al menos 17 heridos de bala que intentaron asaltar e incendiar dos cuarteles agonizaban sin atenciones facultativas entrada la noche de este lunes.
Los haitianos protestan contra los soldados de Nepaln, a quienes acusan de llevar el cólera a la nación caribeña y porque el presidente René Preval anunció que las autoridades carecen de recursos para clorificar el agua del acueducto, lo cual provocaría un incremento de las afecciones de cólera. La enfermedad, cuyos primeros casos iniciaron a mediados de octubre pasado, ha provocado alrededor de 1,000 muertos y más de 15 mil afectados.
Según ese medio informativo, el incidente paralizó las actividades de las escuelas, negocios e instituciones públicas de Cabo Haitiano (Norte), segunda ciudad más importante de la nación caribeña.
Esta es la segunda protesta popular que exige la salida inmediata del contingente, el cual arribó a Haití por partes desde el pasado 9 de octubre, pocos días antes de la aparición del cólera en este territorio y luego de un brote registrado en Nepal, donde la enfermedad es endémica.
La población responsabiliza a los militares por descargar heces fecales en el río Artibonite, en cuyas aguas se detectó la bacteria causante del mal, Vibrio Cholerae, y principal fuente de agua de los poblados más afectados.
Resultados preliminares de una investigación aún en curso revelaron recientemente que la cepa presente en Haití es muy común en el sudeste asiático, región donde está ubicada Nepal.
Sin embargo, la Minustah desechó tales argumentos y rechazó la presencia de la bacteria en el campamento de los cascos azules, instalado cerca de Mirebalais, una de las zonas más golpeada por el mal.
El hecho de que centenares de haitianos se lanzaran a las calles y asaltaran al menos dos cuarteles ha generado un ambiente de caos que, al parecer, ha generado impotencia de parte de las fuerzas de seguridad que prefirieron acuartelarse antes que provocar mayores derramamiento de sangre.
De momento, nadie sabe o nadie ha querido comunicar de dónde provenían los disparos. "No hemos disparado", dijo el director departamental de la policía haitiana, Joany Canéus. El portavoz de la minustah dijo que los cascos azules lanzaron bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes. "No conocemos la naturaleza de las heridas", dijo laconicamente Vicenzo Pugliese.
En el centro del país, en Hinché, 400 personas lanzaron piedras contra soldados nepalíes de la Minustah, Misión de Naciones Unidas por la Estabilización de Haití a los que acusan de haber importado el cólera...
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