domingo, 30 de enero de 2011

LOS EGIPCIOS: "EL JUEGO SE ACABÓ"...

'Morir por algo es mejor que vivir por nada', reza una pancarta. (AP)
La plaza Tahrir ha vuelto a congregar a la multitud
El Ejército ha enviado más camiones a la plaza Tahrir para reforzar la seguridad
Aviones de caza sobrevuelan el cielo de El Cairo
Francisco Carrión
Efe
El Cairo
La remodelación de Gobierno ordenada por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, no es suficiente para los ciudadanos, un mensaje que le han dejado hoy claro saliendo por sexta jornada consecutiva a las calles clamando un verdadero cambio de rumbo en el país.
La plaza Tahrir (plaza Liberación), símbolo de las protestas, ha vuelto a congregar a la multitud. El Ejército ha enviado más camiones a la zona para reforzar la seguridad ante la llegada masiva de los manifestantes pese a la entrada en vigor del toque de queda mientras aviones de caza sobrevuela el cielo de El Cairo.
Los manifestantes, vigilados por las tropas del Ejército, no ocultan su descontento con el nombramiento de dos generales en altos cargos del Estado, al jefe de los servicios de inteligencia, Omar Suleimán, como vicepresidente, y a Ahmed Shafiq como primer ministro. Y hay una advertencia que se repite, a voz en grito, en los carteles y en pequeños papeles que asoman en las manos: "El juego se acabó".
Y en esta partida clave para el país, hay tres jugadores, el pueblo que exige la caída del régimen, Mubarak, que se aferra al poder, y el Ejército, que está llamado a jugar un papel fundamental en el futuro del país. Los militares tienen que mover ficha y lo tienen que hacer de manera rápida, porque la violencia y la anarquía se apoderan del país. Son los únicos que tienen el poder para derrocar al mandatario. .
La pancartas no dejan lugar a dudas de la indignación entre la población hacia Mubarak: "La sangre de los egipcios está en tus cuchillos. Por favor saca la bandera blanca y vete al infierno".
Luchando contra la anarquía

"No queremos ni a Suleiman ni a Shafiq, queremos que Mubarak cambie todo", explicaba el administrativo Ekrami Elzaiat, que ha pasado toda la noche en Tahrir junto a unas 2.000 personas. Elzaiat, que también es miembro del partido opositor Wafd, subrayó que "lo mínimo es que Mubarak acabe ya con su periodo de gobierno y no se presente a las próximas elecciones (presidenciales)", previstas para el próximo septiembre.
Tanto Mustafa como Elziat rechazan a estos nuevos dirigentes, pero difieren de las razones que han llevado a Mubarak a decidir estos nombramientos. El primero cree que "Suleiman y Shafiq han venido para ayudar a Mubarak a salir (del poder)", pero el segundo opina que estas designaciones tienen el fin de "reforzar la posición de Mubarak en el Ejército".
Existen dudas en la calle sobre si estas protestas lograrán la salida inmediata de Mubarak o simplemente reformas políticas de cara a los próximos comicios, pero sea el resultado que sea se sienten ya contentos de lo logrado.
"Si no tenemos éxito de quitar a Mubarak, al menos hemos conseguido que (su hijo menor) Gamal no llegue a la Presidencia; y eso es muy importante", señaló Mustafa.
Egipto es un país en llamas, que se va sumiendo cada vez más en la anarquía. Los saqueos y la violencia se extienden como la pólvora encendida. De hecho, los egipcios se han visto obligados a crear sus propias patrullas para defenderse de los pillajes.
De la decisión del Ejército depende el destino de 80 millones de personas. Oficialmente, el mensaje es que los militares han llegado a ocupar el vacío de poder dejado por la Policía y tratan de preservar la propiedad privada y evitar los saqueos que se multiplican por todo el país.
El presidente egipcio ha visitado la base central de operaciones del Ejército. La televisión estatal le ha mostrando entrevistándose con el general Omar Suleiman, nombrado ayer vicepresidente, y otros generales. También para abordar el estado de la seguridad en el país, el ministro de Interior Habib al-Adli se ha reunido con altos responsables de su departamento en su primera aparición pública tras la escalada de las protestas de los últimos días, según informa la televisión estatal.
La encrucijada del Ejército
Ahora, el Ejército se encuentra en una encrucijada y habrá que ver quien tiene más poder: si la cúpula militar nombrada por Mubarak para dirigir el país -el nuevo vicepresidente será el general Omar Suleiman- o las bases del Ejército que ayer dijeron que apoyaban la revuelta.
Para hoy se esperan nuevos pasos en el plano político, ya que está pendiente la formación de un nuevo gobierno, después de que Mubarak nombrara al general Ahmed Shafiq como nuevo primer ministro, en reemplazo del civil Ahmed Nazif. El nuevo Gobierno de Egipto del recién nombrado primer ministro será anunciado hoy.
Además de Shafiq, Mubarak designó al también general Omar Suleimán como vicepresidente de la República, un puesto que estaba vacante desde que Mubarak llegó al poder, en 1981, tras el asesinato del presidente Anuar el Sadat.
Grupos de la oposición y los manifestantes de las calles han rechazado que estos nombramientos sea la solución que se está esperando, y siguen presionando para que Mubarak deje el poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario