A finales de la Segunda Guerra Mundial las instalaciones quedaron reducidas a escombros y es sobre ese mismo solar de 4,5 hectáreas donde se inauguró este jueves un sobrio edificio de forma rectangular donde funcionará el centro de documentación Topografía del Terror y que renueva la muestra que hasta ahora funcionaba bajo un tinglado de zinc con el mismo nombre.
Andreas Nachama, director de la Fundación Topografía del Terror, explicó que “esto no es un monumento más ni un lugar para rendir homenaje a las víctimas del nazismo, es un lugar al que venir a aprender“, ya que para recordar a las seis millones de víctimas del régimen nazi está el monumento a las víctimas del Holocausto, un gigantesco patio de bloques de hormigón diseñado por Meter Eisenmann y el edificio zigzag del Museo Judío, obra de Daniel Libeskind. Las líneas frías del edificio nada tienen que ver con el fuerte simbolismo que encierra el laberinto de Eisenmann o del tortuoso periplo del museo de Libeskind, “Es funcional, como lo es también el cometido del centro de documentación que, además de exposiciones, albergará una biblioteca y archivos abiertos a la investigación”, explica Nachama, sobre el edificio en cuya construcción se invirtieron 19 millones de euros.
La exposición que anteriormente se realizaba al aire libre vio pasar desde 1987, medio millón de visitantes anuales atraídos por el magnetismo histórico del lugar y Nachama expresa sus dudas acerca si el edificio rectangular tendrá el mismo poder de convocatoria que las ruinas de los calabozos por lo cual, en los próximos meses ser realizará una exposición junto a los vestigios del Muro.
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EL CASTILLO DE WEWELSBURGO SE CONVIERTE EN MUSEO DE LAS SS HITLERIANASPublicado by mdq abril 25th, 2010 en Historia y museos.
La Schutzstaffel (SS) nació como un pequeño cuerpo de seguridad, una guardia de élite que en su momento llegó a tener hasta un millón de miembros y que llevó a cabo las peores atrocidades del régimen nazi.
Heinrich Himmler, jefe supremo del cuerpo, anhelaba tener su propio Camelot y soñaba con establecerse y reunirse con sus doce generales en el castillo de Wewelsburgo, una imponente construcción triangular del siglo XVII en una colina en el centro de Alemania, cerca de Hannover, que las SS adquirieron con idea de convertirlo en su centro espiritual.
El castillo ahora, ha reabierto sus puertas convertido en el primer museo del mundo dedicado al temible ‘escuadrón de protección’, tras una inversión de 10 millones de dólares, con idea de contar la historia a través de los objetos emblemáticos del régimen. El diario personal de Himmler, con su particular caligrafía, los anillos de plata concedidos a los oficiales, los uniformes negros adornados con la esvástica, la calavera y las estilizadas runas de las iniciales SS entre otros objetos representativos de la temible guardia pretoriana.
Si bien el castillo de Wewelsburg fue durante décadas un sitio de peregrinación para los neonazis, los responsables de montar el museo señalan que los objetos exhibidos junto a las fichas históricas sobre los crímenes nazis, no deben interpretarse como una glorificación de las SS sino que, por el contrario es una manera de mantener viva la memoria para que estos hechos no vuelvan a repetirse. Por ese motivo, el museo se reserva el derecho de admisión y queda expresamente prohibido el uso de cualquier distintivo, signos, ropa o saludo nazi.
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