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En el libro "HISTORIA DE LAS IDEAS POLÌTICAS", el cual de cuando en vez y de vez en cuando nos gusta consultar y por ende leer y leer lo que alguna vez subrayáramos, que deja ver en su momento lo que nos impresionó y claro todavía surge el mismo efecto, en la vida todo está determinado por las circunstancias y así es será, en esta ocasión se nos ocurre repasar un poco a Raymond G. Gesttell, en el libro antes mencionado donde corren por sus páginas personajes de la talla de Montesquieu, Rousseau, Malthus, Bentham, James Mill, Austin, Juan Stuar Mill, y este Adam Smith, cuyo pensamiento recrea cuando Gettell escribe "sobre la teorìa de la poblaciòn", este corto párrafo veo que todo aparece sombreado señal de que nos causó y nos causa un reiterado interés en lo que nos dice, en su pensamiento que se adelanta a los tiempos y las épocas:
"Numerosos escritores de los siglos XVII y XVIII tratan del problema de la población. Según los mercantilistas, una población densa es el ideal del Estado, toda vez que la prosperidad se encuentra en el aumento rápido de la población. El precepto bíblico referente a la fecundidad y la multiplicación de la especie aparece citado con frecuencia, y se señala como los Estados más populosos son por lo común, los más ricos y fuertes. Los gobiernos y las clases patronales, en particular, miran con buenos ojos el crecimiento de la población; los primeros, para engrosar sus ejércitos, y las segundas para procurarse trabajadores, a bajo salario, en sus explotaciones fabriles. Se subvenciona a las familias numerosas; y en las ciudades germánicas sólo pueden alcanzar un puesto los hombres que se hayan casado. La condición de los campesinos en Francia, lleva a Montesquieu a tratar del problema de la población.
Los resultados de la Revolución Industrial, en Inglaterra, conducen a una nueva revisión de sus términos. Hacia el fin del siglo XVIII, parece que hay demasiada gente para que pueda sustentarse de la tierra. El precio de los artículos sube con rapidez; la miseria, las enfermedades y el número de desocupados se extienden incesantemente. A la prosperidad agrícola de la primera mitad de esa centuria siguen, despuès, las mayores calamidades, con la emigraciòn de los hombres del campo a la ciudad. Especialmente, en Irlanda, el crecimiento ràpido de la poblaciòn origina la obra de Tomàs Roberto Malthus (1766-1834), quien sigue las tendencias pesimistas que se advierten en los trabajos de Adam Smith, y sostiene que el aumento de la poblaciòn lleva consigo las desgracias y las penalidades.
El efecto inmediato del ensayo de Malthus fue la apariciòn de la Enquiry Concerning Political Justice de Willian Glodwin. Se declara partidario de una especie de anarquismo ilustrado, y sostiene que el gobierno, en cuanto mal necesario, es culpable de la miseria y las desgracias de la humanidad, porque con una buena distribuciòn, habrìa riqueza suficiente para todos.
Por la misma època Condorcet, en Francia sostiene tambièn un punto de vista optimista, y asegura que la tierra tiene la sufiente capacidad productora para proporcionar la subsistencias bastantes para la humanidad. La ciencia, segùn èl, deberia aumentar la provisiòn de alimentos; o prevenir la razòn el crecimiento excesivo de la poblaciòn.
Malthus proclama que la fuente de miseria radica en la relaciòn que existe entre la cifra de la poblaciòn y los medios de subsistencia; y que las organizaciones humanas, si mitigan estas condiciones, sin agravarlas, no pueden lograr nunca su absoluta desapariciòn. Segùn Malthus, la poblaciòn crece con mayor rapidez que el caudal de alimentos, siendo necesario, por consiguiente, limitar aquella por el uso de medios preventivos, como la cautela de los padres; o, cuando la presiòn de la poblaciòn se haga màs angustiosa, y no se encuentre un alivio en la imigraciòn o en la posesiòn de nuevas tierras, por el advenimiento de medios positivos, como la miseria, la enfermedad y la guerra, Si el instinto de previsiòn actùa y se aplazan los matrimonios, aumentaràn la inmoralidad y el vicio; y de aquì no puede esperarse una existencia fèliz para la sociedad.
Malthus, sin embargo, sigue la tradiciòn individualista y se opone a la intervenciòn gubernamental para poner remedio a estos males, por medio de la emigraciòn o la reglamentaciòn de las condiciones industriales. Segùn èl, sòlo existe un remedio acertado: la prudencia de los individuos. El ensayo de Malthus suscita una enorme discusiòn y aparecen numerosos trabajos en los que se atacan o defienden sus conclusiones. Sus doctrinas influyen la òrbita legislativa, especialmente en relaciòn la emigraciòn y el socorro a las clases pobres; sirven, en parte, de fundamento a la teorìa de la selecciòn natural de Darwin; y contribuyen a fortalecer el individualismo de Juan Stuart Mill, quien se declara en contra de la intervenciòn gubernamental en favor de las clases trabajadoras, por la ley de crecimiento de la poblaciòn, que puso de relieve Malthus.
Tambièn influyen en tiempos posteriores en la interpretaciòn econòmica de la historia y el desarrollo del socialismo.
"Numerosos escritores de los siglos XVII y XVIII tratan del problema de la población. Según los mercantilistas, una población densa es el ideal del Estado, toda vez que la prosperidad se encuentra en el aumento rápido de la población. El precepto bíblico referente a la fecundidad y la multiplicación de la especie aparece citado con frecuencia, y se señala como los Estados más populosos son por lo común, los más ricos y fuertes. Los gobiernos y las clases patronales, en particular, miran con buenos ojos el crecimiento de la población; los primeros, para engrosar sus ejércitos, y las segundas para procurarse trabajadores, a bajo salario, en sus explotaciones fabriles. Se subvenciona a las familias numerosas; y en las ciudades germánicas sólo pueden alcanzar un puesto los hombres que se hayan casado. La condición de los campesinos en Francia, lleva a Montesquieu a tratar del problema de la población.
Los resultados de la Revolución Industrial, en Inglaterra, conducen a una nueva revisión de sus términos. Hacia el fin del siglo XVIII, parece que hay demasiada gente para que pueda sustentarse de la tierra. El precio de los artículos sube con rapidez; la miseria, las enfermedades y el número de desocupados se extienden incesantemente. A la prosperidad agrícola de la primera mitad de esa centuria siguen, despuès, las mayores calamidades, con la emigraciòn de los hombres del campo a la ciudad. Especialmente, en Irlanda, el crecimiento ràpido de la poblaciòn origina la obra de Tomàs Roberto Malthus (1766-1834), quien sigue las tendencias pesimistas que se advierten en los trabajos de Adam Smith, y sostiene que el aumento de la poblaciòn lleva consigo las desgracias y las penalidades.
El efecto inmediato del ensayo de Malthus fue la apariciòn de la Enquiry Concerning Political Justice de Willian Glodwin. Se declara partidario de una especie de anarquismo ilustrado, y sostiene que el gobierno, en cuanto mal necesario, es culpable de la miseria y las desgracias de la humanidad, porque con una buena distribuciòn, habrìa riqueza suficiente para todos.
Por la misma època Condorcet, en Francia sostiene tambièn un punto de vista optimista, y asegura que la tierra tiene la sufiente capacidad productora para proporcionar la subsistencias bastantes para la humanidad. La ciencia, segùn èl, deberia aumentar la provisiòn de alimentos; o prevenir la razòn el crecimiento excesivo de la poblaciòn.
Malthus proclama que la fuente de miseria radica en la relaciòn que existe entre la cifra de la poblaciòn y los medios de subsistencia; y que las organizaciones humanas, si mitigan estas condiciones, sin agravarlas, no pueden lograr nunca su absoluta desapariciòn. Segùn Malthus, la poblaciòn crece con mayor rapidez que el caudal de alimentos, siendo necesario, por consiguiente, limitar aquella por el uso de medios preventivos, como la cautela de los padres; o, cuando la presiòn de la poblaciòn se haga màs angustiosa, y no se encuentre un alivio en la imigraciòn o en la posesiòn de nuevas tierras, por el advenimiento de medios positivos, como la miseria, la enfermedad y la guerra, Si el instinto de previsiòn actùa y se aplazan los matrimonios, aumentaràn la inmoralidad y el vicio; y de aquì no puede esperarse una existencia fèliz para la sociedad.
Malthus, sin embargo, sigue la tradiciòn individualista y se opone a la intervenciòn gubernamental para poner remedio a estos males, por medio de la emigraciòn o la reglamentaciòn de las condiciones industriales. Segùn èl, sòlo existe un remedio acertado: la prudencia de los individuos. El ensayo de Malthus suscita una enorme discusiòn y aparecen numerosos trabajos en los que se atacan o defienden sus conclusiones. Sus doctrinas influyen la òrbita legislativa, especialmente en relaciòn la emigraciòn y el socorro a las clases pobres; sirven, en parte, de fundamento a la teorìa de la selecciòn natural de Darwin; y contribuyen a fortalecer el individualismo de Juan Stuart Mill, quien se declara en contra de la intervenciòn gubernamental en favor de las clases trabajadoras, por la ley de crecimiento de la poblaciòn, que puso de relieve Malthus.
Tambièn influyen en tiempos posteriores en la interpretaciòn econòmica de la historia y el desarrollo del socialismo.
by: karina
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