domingo, 6 de diciembre de 2009

¿QUIEN IMPONE A QUIEN?.....

Otros cultos, como el que se debe a la Razón, a la libertad, a la igualdad y a la confraternidad son, para muchos más, los identificativos de esa misma cultura occidental en un nivel muy superior
Jaime Richart 5-12-2009 a las 13:21
Fuente: Kaos en la Red.

Acabar con los crucifijos en los espacios públicos, en los colegios públicos y en todo aquello que no sea estrictamente un club o asociación o como quiera llamarse a los templos de toda laya, es el primer paso para entrar en la Europa laica de toda la vida.
No se puede exigir que todos los signos de una religión impuesta en muchos momentos de la historia española y europea por las armas sigan presentes allá donde se dan cita psicológica, mental, espiritual y culturalemente millones de ciudadanos y ciudadanos, en cantidad seguro que exponencialmente superior a la de los se conmueven ante un crucifijo público. Y no se puede, como no se puede consentir que un emblema, como el del real Madrid de fútbol, figure a troche y moche en los mismos espacios donde figura el crucifijo.
Las señas de identidad de la cultura occidental no son sólo el culto al crucifijo, a las procesiones, a los Toros, al Cid, a la monarquía, o al papado. Otros cultos, como el que se debe a la Razón, a la libertad, a la igualdad y a la confraternidad son, para muchos más, los identificativos de esa misma cultura occidental en un nivel muy superior. Y que es significativamente superior lo prueba la lenidad y el cinismo del Inquisidor español Rouco Valera al decir que "la democracia funciona con la libertad y no con la imposición". ¿Habremos oído bien? ¿Acaso la imposición del crucifijo y de todo cuanto lleva consigo el crucifijo no proviene de Rouco Varela y de 1.600 años de barbaridades a cuenta del crucifijo? ¿Acaso la doctrina y el crucifijo, que en ellos son ideología, del Cristo de esa cruz, no ha sido impuesta secularmente tanto en Europa como en toda América por sus traficantes conchabados con el poder político y armado?

Mejor será que Rouco y sus secuaces se recluyan en sus cuarteles de invierno si quieren que progrese el crucifijo en cada alcoba: el único sitio donde ahora ya le corresponde estar. Pues a este paso, cuanto más dislates de este prelado y de sus acólitos, más pérdida de devotos puede ir calculando la Conferencia Episcopal.

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