viernes, 26 de agosto de 2011

DESALOJOS EN NUEVA YORK Y LAS CAROLINAS POR EL HURACAN IRENE....



eluniversal.com
Viernes, 26 de agosto de 2011


Cuatro condados a lo largo de la costa de Carolina del Norte -Carteret, Currituck, Dare y Hyde- ordenaron a los turistas irse del lugar

La ciudad de Nueva York ordenó el jueves las primeras evacuaciones ante la posible llegada del huracán Irene, que está en camino de convertirse en el primero en afectar la "Gran Manzana" en una generación.

El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en todo el estado con el objetivo de coordinar esfuerzos ante la eventual llegada de Irene, mientras que en la vecina Nueva Jersey las autoridades ordenaron la evacuación obligatoria en el área de Cape May, mencionó AFP.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg anunció la evacuación de hospitales y otras instituciones vulnerables en las más zonas más bajas de la ciudad.

"Los hogares de ancianos y de cuidados y esos hospitales deben ser evacuados", salvo excepciones caso por caso, dijo Bloomberg.
Las evacuaciones estarán concluidas en viernes, afirmó Bloomberg en su segunda conferencia de prensa del día retransmitida por la televisión.
La alcaldía resolverá el sábado por la mañana si ordena evacuaciones obligatorias de otros residentes -hasta unas 250.000 personas- en esas áreas de alto riesgo que incluyen la costa de Brooklyn, la punta de Manhattan y partes de Staten Island, agregó Bloomberg.

"Es muy posible que el sábado por la mañana digamos 'tienen que moverse de esas áreas'", señaló.
La llegada del huracán Irene afectaría también el sistema de transporte público, advirtieron responsables.
Los servicios municipales, incluyendo los del transporte, han sido movilizados para trasladar equipos fuera de las zonas potencialmente inundables y la policía comenzó a distribuir botes de salvataje en varios puntos de la ciudad, señaló.

Nueva York no ha afrontado un huracán desde hace un cuarto de siglo y su intrincado laberinto de trenes subterráneos, aeropuertos, carreteras superpobladas y áreas ribereñas densamente habitadas pueden volverla particularmente vulnerable.

Observadores sostienen que la suerte de Nueva York, como la de otras grandes ciudades que el huracán podría atravesar, como Philadelphia, dependerá del rumbo exacto que tome Irene.
El principal peligro, estimó, lo constituirán las inundaciones y la caída de árboles, si lluvias torrenciales caen sobre unos suelos ya saturados por las precipitaciones y el tiempo húmedo que se sucede desde hace semanas.
Bloomberg descartó riesgos para los grandes rascacielos de Manhattan, cuyos ocupantes se vieron esta semana conmovidos por un inusual terremoto.

"Los grandes edificios han sido diseñados como para soportar vientos extremos. No hay razón alguna para que se los evacúe", dijo Bloomberg.

Los mayores daños se darán probablemente en los edificios más vetustos, de madera o ladrillo. "Seguramente van a volar ladrillos", pronosticó.

Informó igualmente que hay varios refugios en preparación destinados a la gente que se viera obligada a abandonar sus viviendas, pero aconsejó a los habitantes de esas áreas que optaran por pedir ayuda a parientes o amigos en zonas no peligrosas.

"Si usted vive en alguna de las áreas potencialmente inundables vea si aquel primo perdido está dispuesto a dejarle pasar la noche en casa", señaló.

Se desconoce, por otra parte, si el fenómeno climático podrá afectar el desarrollo de eventos al aire libre como el abierto de tenis de Flushing Meadows.

Dennis Feltgen, un portavoz del Centro Nacional de Huracanes, indicó que Nueva York no había sido afectado directamente por un huracán desde Gloria, en septiembre de 1985, que golpeó Long Island como una tormenta grado uno.
"Este caso es diferente, porque se trata de un huracán lento, que puede causar impactos durante un período más largo y en áreas más amplias", estimó. "Puede que las ciudades reciban impactos directos, incluyendo Washington DC, Baltimore, Nueva York o Boston. La amenaza a la que deben hacer frente es muy grande", concluyó Feltgen.

Carolina del Norte ordena evacuación
Miles de personas comenzaron a salir el jueves de una franja costera de Carolina del Norte debido al acercamiento de Irene, que amenaza con ser el huracán más poderoso en golpear la costa este en siete años.
Horas después de que se emitiera una alerta de huracán para gran parte de la costa del estado, funcionarios de los servicios de emergencia extendieron las órdenes de evacuación para incluir a cientos de miles de turistas y habitantes de cuatro condados costeros. Las áreas incluyen la cadena de islas conocida como Outer Banks, la cual se espera sea la primera región en ser azotada por el meteoro el fin de semana, acotó AP.
Por el momento, la tormenta azotaba las Bahamas, donde se reportaron daños extensos en al menos dos islas del sur, aunque no hubo de inmediato informes sobre heridos o muertos. Un asentamiento conocido como Lovely Bay fue destruido y al menos 40 casas resultaron enormemente dañadas en la isla de Mayaguana, dijeron funcionarios de atención de emergencias.

Irene es un huracán poderoso categoría 3 con vientos de 185 kilómetros por hora (kph). Una advertencia del centro de huracanes emitida por la tarde señaló que se esperaba el fortalecimiento de la tormenta, pero los meteorólogos no creen que ésta llegue a la categoría 4. El huracán categoría 3 que azotó más recientemente la costa este de Estados Unidos fue Jeanne, en el 2004, el cual atravesó Florida y empapó el sureste.

Los gobernadores de Carolina del Norte, Virginia, Maryland y Nueva Jersey emitieron declaraciones de emergencia para liberar recursos, mientras que la Marina de Guerra comenzó a movilizar decenas de barcos que se encuentran en la trayectoria de Irene. Funcionarios de atención de emergencias de toda Nueva Inglaterra exhortaron a residentes de áreas bajas a reunir suministros y conocer el camino a un lugar seguro.
Se espera que la tormenta toque tierra el sábado en Carolina del Norte. Los meteorólogos pronostican que entonces subirá por la costa este, arrojando lluvia desde Virginia a la ciudad de Nueva York antes de que llegue mucho más debilitada a Nueva Inglaterra.

A la salida del sol sobre la barrera de islas frente a Carolina del Norte, turistas metieron equipajes a sus autos, mientras los locales se abastecían de alimentos, agua y gasolina. El tráfico se estaba moviendo enérgicamente sobre la autopista de dos carriles que atraviesa muchas de las comunidades costeras, pero muchos temían que eso pudiera cambiar.

"Va a ser un caos", comentó Leon Reasor, de 66 años y residente de Buxton, mientras estaba de pie dentro de una tienda local de anzuelos. "Cualquiera que diga que no está preocupado es un mentiroso", agregó.

Cuatro condados a lo largo de la costa de Carolina del Norte -Carteret, Currituck, Dare y Hyde- ordenaron a los turistas irse del lugar. Dare y Hyde también dijeron a los residentes permanentes que se alejaran de la costa. El condado de Carteret ordenó el desalojo de residentes de una isla de la barrera que incluye los centros vacacionales Atlantic Beach y Emerald Isle.

"No recomendaría a nadie quedarse en estas circunstancias", dijo Sharon Sullivan, vocera de atención de emergencias del condado de Dare. "Los negocios están cubiertos con tablas. Nadie puede garantizar su seguridad", agregó.

Huracán golpea las Bahamas

El peligroso ciclón Irene aún golpea con vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora a Abaco, en el sureste de Bahamas, mientras se emiten más alertas para Estados Unidos que espera con temor el paso del ciclón.

El ojo del huracán se moverá sobre el noroeste de Bahamas y pasará lejos de la costa este del centro y norte de Florida (Estados Unidos) en la noche de hoy y mañana, agregó Efe.

Irene, el primer huracán de la temporada de ciclones del Atlántico, azotó Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Turcos y Caicos.

En el sureste de Bahamas arrasó con el 90% de las casas en varios asentamientos, cortó el suministro del servicio de energía eléctrica y ocasionó inundaciones.

El CNH también indicó que la décima depresión tropical, que se formó hoy al este del Atlántico, estaba localizada esta tarde a 870 kilómetros al oeste del archipiélago africano de Cabo Verde.

El sistema tropical tiene vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros por hora y puede transformarse en la tormenta José.

"Se pronostica un fortalecimiento durante las próximas 48 horas y la depresión tropical se convertiría en tormenta el viernes", vaticinó el CNH.
Una depresión tropical se transforma en tormenta cuando sus vientos máximos sostenidos alcanzan los 63 kilómetros por hora.

Fuente: eluniversal.com

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