
17  Noviembre 2012, 10:18 PM
El expresidente aviva la generalizada indignación por el déficit fiscal y el  paquete tributario con un discurso lleno de falsedades y manipulaciones  subestimando la capacidad de los dominicanos
Escrito por: Juan Bolívar Díaz (juanbolivardiaz@gmail.com)
El discurso con que el expresidente Leonel Fernández trató de justificar el  inmenso déficit fiscal en que terminó su Gobierno constituye una  autoincriminación al revelar su desprecio por la Constitución de la República y  todo el sistema normativo del manejo de las finanzas públicas.
La pieza fue inoportuna, ya que subestimó la inteligencia de los dominicanos  y echó combustible sobre la indignación generada por el déficit estimado en 187  mil millones de pesos y el paquete fiscal que busca conjurarlo, contribuyendo a  mantener un movimiento de protestas que afecta el inicio del Gobierno de Danilo  Medina.
 
Agita la indignación. Si el doctor Leonel Fernández no  subestimara la capacidad de razonar de la mayoría de los dominicanos se habría  economizado el discurso que pronunció el martes 13, que solo operó como un balde  de combustible sobre el fuego de la indignación nacional por el inmenso abuso de  las finanzas públicas implicado en el déficit fiscal de 187 mil millones de  pesos con que entregó el Gobierno.
Fue un discurso inoportuno en momento en que el presidente Danilo Medina  salía del país y que solo serviría para incentivar un movimiento de protestas  sin precedentes y un rechazo generalizado en todos los sectores sociales que el  Gobierno ha manejado con discreción esperando que baje la marea que ha afectado  su arranque.
Es que resulta imposible justificar un gasto  que superó más de ocho veces  los RD$22,500 millones que el Congreso Nacional le había autorizado como déficit  en la Ley de Presupuesto aprobada para el año en curso, criticado por los  analistas económicos y políticos, el empresariado y los más variados sectores  sociales, además de la dispersa y condicionada oposición política, y cuando su  propio ministro de Economía durante ocho años, Temístocles Montás, había  proclamado al presentar el ajuste que “las finanzas públicas se hacen  insostenibles con estos niveles de déficit”.
Ni un solo economista, articulista o analista independiente, ni tampoco  algún  dirigente empresarial o social  había avalado el discurso hasta ayer  sábado,  aunque el doctor Fernández había obtenido el apoyo del Comité Político  de su partido,  parte del Comité Central y de 105 diputados, mientras indignados  manifestantes acosaban “como cuerpo del delito” su Fundación Global. Los  reclamos de sanción por el déficit se extendieron en el país y en ciudades de  Estados Unidos y Europa, atrayendo la atención de importantes medios de  comunicación, resaltando la CNN que le ha dedicado horas, cuestionando los  niveles de corrupción imperantes, citando el Foro Económico Mundial que le  atribuye la peor evaluación entre 144 países.
 
Múltiples manipulaciones.  El discurso de Leonel Fernández  estuvo fundado en múltiples manipulaciones de cifras y circunstancias, al  extremo que  el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien lo  fuera también en sus 12 años de Gobierno, hubo de precisar que no fueron 49 mil  millones de pesos los que recibió esa institución este año para cubrir sus  obligaciones financieras,  sino tan solo 11 mil millones, una diferencia de 38  mil millones. Aunque la Ley de Presupuesto le asignó 23 mil 783 millones de  pesos.
 
Pero la más grosera manipulación fue el tratar de equiparar el déficit  fiscal incurrido por Fernández, sin prioridad, planificación ni transparencia y  decidido por él solo, con los déficits fiscales de  Estados Unidos, Europa o  Japón, que son planificados  y aprobados por el Congreso. Llegó al extremo de  citar el riesgo del “abismo fiscal” que afrontaría el Gobierno norteamericano  desde enero, justo cuando el presidente Obama negocia acuerdos con el Congreso,  porque  él solo no puede pasarse con un dólar sin exponerse a un juicio  político. En ningún país donde se respete el orden institucional se le ocurre a  un Presidente pasarse ocho veces del déficit aprobado en una ley de presupuesto  y menos porque necesite ganar una elección o sembrar para volver. 
Por demás, Fernández pretende ignorar que los graves problemas económicos de  España, Portugal, Grecia, Italia, son preponderantemente fruto de los déficits  fiscales acumulados, los que en los últimos 6 años de su gobierno alcanzan 400  mil millones de pesos. Trató de justificar el déficit en la caída este año de  las recaudaciones, cuando las mismas se han elevado en 15% en relación al año  pasado, con un incremento de 42 mil millones de pesos, al pasar de 279 mil  millones a unos 321 mil millones.  La reducción es en relación a un presupuesto  que desde antes de su aprobación fue denunciado como sobrestimado en ese renglón  y subestimado en el déficit del sector eléctrico, al que se destinó apenas  US$270 millones, cuando en el 2011 pasó de US$900 millones y este año se  proyecta en US$1,270 millones.
 
Leonel se auto incriminó. El doctor Leonel Fernández se  auto incriminó al admitir que incurrió en un déficit de 187 mil millones de  pesos, cuando solo  tenía autorización legal para 22,500 millones. Como cuenta  con la fidelidad del Ministerio Público y de las cortes judiciales,  se  considera por encima de la Constitución y de todo el sistema legal que pauta la  disposición y fiscalización de las finanzas públicas. Asume lo público como  privado al plantear que “Cuando alguien compra ¨fiao¨ o con una tarjeta de  crédito, de hecho está asumiendo un déficit que luego se financia con el pago de  una deuda”
Participación Ciudadana recordó que el artículo 236 de la Constitución   establece que “ninguna erogación de fondos públicos será válida, si no estuviera  autorizada por la ley”, y citó el artículo 123 del Código Penal que sanciona con  prisión a los funcionarios públicos “que concierten o convengan entre sí la  ejecución de medidas y disposiciones contrarias a las leyes”. 
Entre las leyes que pudieron ser violadas PC señala las Orgánica del  Presupuesto,  de Contabilidad Gubernamental, del Sistema de Administración  Financiera del Estado, la de Planificación de la Inversión Pública, de  Tesorería, la que instituye el Sistema Nacional de Control Interno, la de la  Contraloría General, de Crédito Público y las de los ministerios de Hacienda y  de Economía. Además la de Compras y Contrataciones de Bienes y Servicios y la de  Función Pública.
El argumento de que el déficit fue por la reducción del ingreso presupuestado  (11 por ciento)  se cae cuando se cuantifica un incremento del gasto que según  Bernardo Vega montaría a 144 mil millones de pesos, 43 por ciento más que en el  2011, y con 100 mil millones de pesos más de lo presupuestado más de la mitad en  inversión para su gloria personal de inaugurar decenas de obras, muchas de las  cuales todavía requieren recursos para ponerlas en operación, incluyendo  emblemáticas como la segunda línea del Metro, el Merca Santo Domingo, o el  Instituto Tecnológico Superior. Hasta agosto, el Ministerio de Obras Públicas  ejecutó 145 por ciento de su presupuesto de todo el año, y el de la Presidencia  105 por ciento. La deuda pública se incrementó en 1,278.4 millones de dólares  (7.3 por ciento) solo en el trimestre julio-septiembre pasado.
Con el agravante de la premeditación, ya que el doctor Fernández avisó en  septiembre de 2011, en Nueva York, que se proponía gastar 40 mil millones de  pesos para asegurar el triunfo electoral de su partido este año. Lo que no dijo  es cuánto consumiría para volver a la presidencia en el 2016. Se ha documentado  que el 60 por ciento del gasto excesivo ocurrió entre el 21 de mayo y el 16 de  agosto. En el proceso quedó evidente que se desarrollaban dos campañas  electorales del mismo partido de Gobierno.
Fue notable que Leonel Fernández no se refiriera a las acusaciones de  malversación y corrupción.
 
Una penosa subestimación
Ya hace años el presidente Fernández había dicho que su oposición política  carecía de capacidad para conceptualizar, pero con el tiempo parece haberlo  extendido a la generalidad de los dominicanos, como puso de manifiesto en los  siguientes aspectos:
1.- Pretendió justificar el paquete tributario en el consenso nacional de  años  sobre la necesidad de una “reforma fiscal integral”, citando los reclamos  del CONEP, cuando es precisamente por no reunir integralidad y por  considerársele un nuevo parche fiscal, que el empresariado y todos los sectores  integrados en el Consejo Económico y Social (CES) lo han rechazado.
2.- Equiparó el “pacto fiscal” dispuesto por la ley de la Estrategia Nacional  de Desarrollo (END) que, según la misma, debería lograrse por consenso en el  desestimado CES, con la imposición al vapor de la mayoría congresual de su  partido.
3.- Comparó la presión fiscal dominicana con la de los países desarrollados,  donde el estado de bienestar ofrece servicios de calidad en agua potable,  energía, educación, salud, pensiones y seguridad ciudadana que el Estado  dominicano no ofrece y tienen  costo adicional para los usuarios. Citó el  artículo 36 de la END tratando de justificar la celeridad del parche tributario,  aunque el mismo indica que “en un plazo no mayor de tres años, se habrá iniciado  un proceso orientado a elevar la presión tributaria”.
4.- Citó muy parcialmente las recomendaciones del FMI del 13 de diciembre del  2011 que incluían “medidas de ajuste equivalentes a 3.5 por ciento del PIB”,  equiparándolo con mayores tributos, cuando puede ser también por vía de la  reducción del dispendio y la corrupción como reclama la sociedad.
 
Algunos datos de gestión económica
• Los ingresos fiscales crecieron de 128 mil a 321 mil millones de pesos  entre el 2004 y 2012, un 151 por ciento.
• Del 2006 al 2012 los ingresos crecieron 69 por ciento pero el gasto 150 por  ciento.
• La deuda pública total casi se duplica de US$13,322 millones en  2005 a  US$25,890 millones en  2012.
• Las exportaciones crecieron 40 por ciento de 2004 al 2011, pero las  importaciones se incrementaron en 121 por ciento.
• Entre el 2003 y 2007 se acumuló un déficit fiscal de 18,284 millones de  pesos, con promedio anual de 3,657 millones; del 2008 al 2012 fue de 394, 861  millones de pesos, promedio anual de 78,861 millones de pesos.
• La deuda del Banco Central pasó de 85 mil 600 millones de pesos en  2004 a  267 mil millones de pesos en  2012, creciendo en 181 mil 600 millones de pesos,  un 212 por ciento.
 
Fuentes: Fernando Alvarez Bogaert, HOY, 14 de  Noviembre. El último dato es  de la Comisión Económica del PRD