BBC Mundo
Hace 2 h 11 min
Tony Blair fue uno de los primeros líderes occidentales en acercarse a Gadafi tras el levantamiento de las sanciones de la ONU.
Muamar Gadafi siempre despertó pasiones encontradas. Líderes y personalidades políticas mundiales lo han criticado o halagado de acuerdo a los intereses geopolíticos del momento.
Algunos han pasado de la mano amistosamente tendida a la más férrea crítica. Otros se han mantenido críticos siempre. También hay quien no quiso romper la amistad con el exlíder libio.
Ronald Reagan: "perro loco"
Es muy recordada la conferencia de prensa en la que el expresidente de EE.UU. Ronald Reagan lo llamó "perro loco". Corría el mes de abril de 1986 y EE.UU. había sido objeto de atentados que se adjudicaban al exlíder libio. "Este perro loco de Medio Oriente tiene como objetivo una revolución fundamentalista mundial, que tiene en la mira a muchos de sus propios compatriotas árabes", declaró el entonces presidente.
Fidel Castro: "compañero Gadafi"
Fidel Castro visitó Libia en 1977 en el marco del acto de amistad libio-cubano, celebrado en el Teatro del Pueblo, en Trípoli. Tuvo la posibilidad de dar un discurso más o menos extenso como los que solía hacer mientras era primer mandatario. "Deseo rendir tributo a la capacidad, a la inteligencia, a la firmeza y a la valentía del compañero Gadafi, que organizó y dirigió a los revolucionarios y transformó a las fuerzas armadas en un instrumento de la independencia y la libertad de su patria", manifestó entre aplausos.
José María Aznar: "amigo extravagante"
Pasaron los años y Gadafi redefinió su relación con Occidente. El primer líder occidental en visitarlo en Trípoli después de que la ONU levantase sus sanciones fue el entonces presidente del gobierno español José María Aznar. En aquella oportunidad expresó que el régimen de Gadafi estaba "haciendo el camino exactamente contrario al de Cuba".
En abril de este año en una conferencia en la Universidad de Columbia, en Nueva York, Aznar criticó la intervención de la OTAN en Libia. Explicó que Gadafi apoyó "los esfuerzos de Occidente contra el terrorismo" y que si bien era "un amigo extravagante, es un amigo".
Tony Blair: "causa común con al-Qaeda"
En 2004, un año después de la visita de Aznar sería otro integrante de la foto de las Azores. Tony Blair visitaba Gadafi en Libia y anunciaba "una nueva relación". Se refirió a él como un socio "en nuestra causa común contra al-Qaeda, los extremistas y el terrorismo".
Hugo Chávez: "líder para los pueblos de América Latina"
"Soldado revolucionario, líder del pueblo libio, de la revolución libia, de los pueblos de África y líder también para los pueblos de América Latina". Con esta frase hizo entrega Hugo Chávez de la espada de Bolívar al entonces líder libio con motivo de su visita a la Isla de Margarita para II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y África, en el 2009. "Lo que es Bolívar para nosotros, es Muamar al Gadafi para el pueblo libio", concluyó Chávez.
Nicoláz Sarkozy: "un problema"
Cuando Gadafi todavía era un amigo de Occidente lo visitó el primer mandatario francés, Nicolás Sarkozy. Fue en julio de 2007, un día después de solucionarse el caso de las enfermeras búlgaras. "Estoy contento de estar en su país para hablar del futuro", escribió Sarkozy en el libro de visitas que había en la residencia de Gadafi.
Haces pocas semanas, en el mes de septiembre, el líder francés utilizaba un tono muy diferente en medio de la intervención de la OTAN. Se refirió a Gadafi como "un peligro" e instó a la fuerzas del CNT a “acabar el trabajo iniciado”.
Juan Carlos de Borbón: "un saludo afectuoso"
En el 2009 el Rey Juan Carlos fue recibido por Gadafi en las ruinas de su antigua residencia tripolitana, bombardeada por Estados Unidos en 1986. Al entrar escribió en el libro de visitas: "Con un saludo afectuoso y muy contento de estar por primera vez en Libia".
Silvio Berlusconi: "fiel a la relación de amistad"
"Para mí la amistad es uno de los valores más importantes y Gadafi me consideraba un amigo, por lo que sufrí toda la noche antes de viajar a París e, incluso, pensé en dimitir para ser fiel a la relación de amistad con Gadafi". Con esta frase explicaba el premier italiano, Silvio Berlusconi, su sensación por haber dado apoyo a la intervención de la OTAN el pasado mes de septiembre.