LA MISMA HISTORIA DE SIEMPRE
4 Septiembre 2011, 10:03 PM
La comunidad pidió al Gobierno que se conduela del calor, ruido e incomodidad que afecta a los niños
Escrito por: YAMIRA TAVERAS HOY.COM.DO
REPÚBLICA DOMINICANA.
Bajo una enramada de palos y lonas destartaladas, unos 80 niños de la escuela María Pascuala, en este municipio, reciben clases desde hace más de dos años. Las improvisadas aulas albergan a los alumnos de segundo “A” y “B”, quienes aseguran que lo que están viviendo es un infierno, debido al sol, calor, escándalo y la incomodidad que tienen que soportar a diario. “Todos los días se quedan diez estudiantes parados porque no hay butacas. Las que hay eran las que habían botado del liceo Juan Bosch y la recogimos para no quedarnos sin clase”, explica la alumna Rosanna Miches.
Esperanza, Valverde Mao. Bajo una enramada de palos y lonas destartaladas, unos 80 niños de la escuela María Pascuala, en este municipio, reciben clases desde hace más de dos años.
Las improvisadas aulas albergan a los alumnos de segundo “A” y “B”, quienes aseguran que lo que están viviendo es un infierno, debido al sol, calor, escándalo y la incomodidad que tienen que soportar a diario.
“Todos los días se quedan diez estudiantes parados porque no hay butacas. Las que hay eran las que habían botado del liceo Juan Bosch y la recogimos para no quedarnos sin clase”, explica la alumna Rosanna Miches.
Miches aclaró que lo que más molesta a todos los alumnos es que no pueden concentrarse porque las aulas están a la intemperie y allí les afecta todo lo que ocurre en el entorno.
“Pero es el resplandor del sol lo que más nos molesta aquí y nos quema, situación que no nos deja concentrarnos”, dice Herson Ferreiras, otro estudiante.
La directora del plantel, Nancy Cabrera, asegura que desde hace dos años han hecho las gestiones ante el Gobierno estatal y municipal para que les construya aulas, sin que hasta el momento tengan respuesta.
“Estamos laborando con muchas precariedades porque la población estudiantil es muy grande en Esperanza y todos sus pueblos. Esta escuela María Pascuala funciona con seis aulas prestadas del liceo Juan Bosch y tuvimos que construir esas dos ranchetas para suplir la demanda”, sostiene.
En ese sentido hicieron un llamado al Gobierno para que se conduela de la problemática del centro.
Las claves
1. Maestros sufren
El profesor Evangelista Torres Mendoza expuso que es penoso que los alumnos no cuenten con un lugar adecuado para estudiar y que, al mismo tiempo, los estudiantes no tengan pizarra, ni tiza, ni materiales para laborar.
2. Padres hacen gestiones
Los padres de los alumnos también han hecho gestiones para que se construyan aulas al centro.
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