martes, 26 de enero de 2010

ESTADOS UNIDOS RESPALDA QUE RD PROTEJA FRONTERA..

Abel Guzmán Then - 1/26/2010
Fuente: LISTIN DIARIO

MISIÓN. PREVENIR ENTRADA MASIVA DE CIUDADANOS INDOCUMENTADOS

Inmigración. República Dominicana está en el deber y el derecho de proteger su frontera con Haití para prevenir una entrada masiva de ciudadanos ilegales, declaró ayer la Embajada de Estados Unidos en el país.
Santo Domingo.- El gobierno de los Estados Unidos declaró ayer que República Dominicana está en el deber y el derecho de proteger su frontera con la República de Haití para prevenir una entrada masiva de ciudadanos indocumentados de ese país a territorio dominicano.

El agregado de prensa de la embajada de los Estados Unidos en República Dominicana, David Searby, aseguró que su país no tiene un interés geopolítico en controlar los puertos de Haití, sino evitar un caos migratorio hacia la República Dominicana y Estados Unidos.

Searby manifestó que el gobierno norteamericano está consciente del papel fundamental que ha jugado República Dominicana en la asistencia humanitaria a la República de Haití, luego del terremoto que causó miles de muertes el pasado 12 de enero.
“República Dominicana tiene derecho de proteger sus fronteras y los Estados Unidos también tenemos leyes que resisten la migración ilegal hacia los Estados Unidos”, subrayó el diplomático en declaraciones reseñadas por Red Nacional de Noticias.
Declaró que en su caso como ciudadano residente en el país ha constatado la solidaridad y la abundante ayuda que ha salido de República Dominicana desde las instituciones oficiales y los ciudadanos.

“Una persona que vive en este país, que ve la emoción con que hablan los dominicanos para ayudar a Haití, no puede dudar de que este país está fuertemente comprometido en ayudar a Haití”, resaltó.

Searby precisó que el retiro de los periodistas de diversos medios de comunicación del aeropuerto Toussaint Louverture de Haití obedeció a motivaciones de carácter humanitario.

Explicó que la presencia de periodistas y otras personas que se aglomeraron en el aeropuerto haitiano dificultaba el aterrizaje de aviones cargados de ayuda internacional humanitaria, así como el despacho de los materiales para ser distribuidos a los damnificados.
CHÁVEZ HABLÓ ANTE CANCILLERES DEL ALBA
El presidente de Venezuela Hugo Chávez anunció este lunes que el mecanismo de cooperación energética Petrocaribe condonará la deuda de Haití y aseguró, respondiendo al Club de París, que el país caribeño no tiene cuentas pendientes con Venezuela. “Vamos a condonar (la deuda).
Elaboren los documentos respectivos y se condona la deuda”, declaró Chávez en la clausura de una reunión de cancilleres de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba) en Caracas, que reaccionaron con aplausos ante este anuncio, de acuerdo a un despacho de la agencia francesa de prensa AFP.

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lunes, 25 de enero de 2010

ONU RESALTA LA AYUDA BRINDADA POR REPUBLICA DOMINICANA A HAITÍ....

Personal de la Cruz Roja Dominicana asiste a heridos haitianos en SONAPI, el gigantesco parque industrial donde se concentra la asistencia y funciona como centro de acopio de toda la ayuda dominicana. Jorge
ONU resalta la ayuda brindada por RD a Haití
EFE - 1/25/2010
DEJE SU COMENTARIO




Puerto Príncipe.- El terremoto del pasado 12 de enero en Puerto Príncipe ha servido para poner a prueba la relación entre República Dominicana y Haití y ha permitido a los dominicanos, muy criticados por su trato hacia los habitantes del país vecino, dar muestras de una gran solidaridad hacia los haitianos.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha sido uno de los que ha destacado con mayor claridad esta solidaridad: “Desde el comienzo de esta crisis el gobierno de la República Dominicana ha venido dando asistencia con generosidad y rapidez a su país vecino, Haití, y estamos muy agradecidos”, dijo.

La magnitud de la crisis humanitaria desatada por la catástrofe desencadenó una reacción inmediata de República Dominicana, cuyo presidente, Leonel Fenández, fue el primer jefe de Estado, y hasta ahora el único, que ha visitado el territorio haitiano para interesarse por sus habitantes.

La ayuda humanitaria en forma de medicinas, doctores, comida, agua, equipos y maquinaria llegó también en las primeras horas desde la República Dominicana que, además, puso a disposición de sus “hermanos”, como muchos dominicanos llaman a los haitianos, varios hospitales próximos a la frontera para el traslado de los heridos más graves.
Una buena muestra de esta solidaridad dominicana es la febril actividad con la que, desde las 04.00 de la madrugada de cada día trabajan los equipos móviles de los Comedores Económicos del Estado.

El subadministrador de estos comedores, Ramón Jiménez, explicó a Efe que el Gobierno ha puesto a disposición del pueblo haitiano diez cocinas móviles en Puerto Príncipe y siete más en el paso de fronterizo de Jimaní para dar de comer a las personas necesitadas.

“La gente está muy contenta con nosotros”, dijo, y mostró una fotografía tomada con su propia cámara en la que se ve una pancarta de agradecimiento de un grupo de beneficiarios de los comedores: “Muchas gracias, presidente Leonel Fernández y el pueblo dominicano”.
Desde el día siguiente al terremoto cada una de estas cocinas prepara entre 10.000 y 15.000 platos de comida que luego es transportada a los campamentos donde los haitianos se han instalado tras el temblor.

“Si no llega a ser por nosotros, aquí hubiera habido un estallido social”, comentó Jiménez, quien destacó que los haitianos aceptan de buen grado esta ayuda del país vecino.

“Nosotros no discriminamos a los haitianos, en República Dominicana les queremos. Lo que pasa es que hay gente que nos quiere hacer daño y siempre habla de eso”, señaló en referencia a las críticas hacia el país por su trato a los haitianos.

Aunque no hay cifras oficiales, se estima que cerca de un millón de haitianos residen en el país vecino, la mayoría en situación irregular, dedicados a trabajos agrícolas, hostelería, construcción y otros sectores. Pese a la buena voluntad de las dos partes, lo cierto es que los problemas fronterizos han sido históricamente un foco de tensiones entre ambos países.
Cruz

domingo, 24 de enero de 2010

COMO HACER PERIODISMO EN HAITÍ....

La madre de un bebé rescatado. Jorge Barreno

La madre de un bebé rescatado. Jorge Barreno
Jorge Barreno Puerto Príncipe
Actualizado sábado 23/01/2010 21:51 horas

Cualquier trabajo en Haití es difícil. El periodismo, también. Sin internet fijo, sin una red de teléfonos que funcione, sin comida, sin agua, sin tiempo para ayudar a los necesitados. Estrés y más estrés. Los temas surgen solos, eso sí. Sólo consistía en poner un pie fuera del aeropuerto internacional Toussaint de Puerto Príncipe. ‘Consistía’ porque, ante las protestas y los robos de agua y de comida, los periodistas tienen desde ayer vetado el acceso al campamento base.
La economía del trueque. Es la única manera de subsistir en Puerto Príncipe. “Yo te doy esto, nos hacemos amigos y tú me das esto otro”. Las jornadas comienzan pronto en la capital haitiana, con la salida del sol. Lo primero que hay que hacer es planificarse el día. “¿Dónde voy hoy?” Como si fuera un parque temático del drama hay que ir seleccionando objetivos: el hospital, la morgue, el puerto, el rescate de víctimas, el reparto de agua y de comida, etc, etc. Los temas son tan variados que de lo que se trata es de ser diferente.

Sin desayunar, ya habrá tiempo para ingerir algo, lo primero es comunicarse con la redacción para diseñar los pronósticos del día. Aquellos que no poseen un BIGA (minisatélite de conexión a Internet) lo tienen crudo, toca buscarse las habichuelas. A veces, cuando les apetece, los móviles funcionan, pero no es habitual.

El otro artefacto más solicitado de la ‘tribu’ de reporteros es el teléfono satelital, un armatoste semejante a los primeros móviles ‘ladrillo’, con el que se puede llamar desde cualquier parte del globo. Cuando era posible pernoctar en el aeropuerto la todopoderosa red de redes funcionaba de 7 de la tarde a 7 de la mañana, horario en el que los generadores conectaban a los periodistas con el resto del mundo.

Moto-muerte
Con las tareas ya escritas, toca salir a la caótica calle. Lo primero es echarse un medio de transporte. Hay tres opciones. 1. Alquilar un coche. 2. Alquilar un coche con chófer por días. 2. Alquilar una moto con chófer. El problema de la primera opción es la falta de gasolina. El problema de la segunda, el precio: 1.000 dólares por hacer un trayecto de 100 kilómetros entre Puerto Príncipe y Jacmel. “¿Estás de broma o qué?”. Sólo queda la tercera opción, la más camicace de todas, la más barata, la moto-muerte.

Sin casco, en dirección contraria, sin cuentakilómetros ni marcador de gasolina, sin razón. Montarse en una motillo es jugarse la vida. Además del chófer puede haber uno o dos pasajeros, al gusto. Regateando y regateando se puede conseguir un día de moto con chófer por 50 dólares, gasolina incluida.

Hay que tener cuidado porque es normal quedarse tirado por cualquier esquina sin gasolina, por lo que hay que cercionarse de que el depósito está lleno. Regatear puede suponer toda una odisea. Decenas de haitianos te rodean y se meten en la conversación. Como en las antiguas civilizaciones el pueblo toma parte de la más nimia decisión, lo que al occidental le puede poner un poco nervioso.

A veces, las menos, se encuentran conductores encantadores como Djossy Raphaer, buena gente. Le gusta su trabajo y le gustan los extranjeros por lo que además de chófer hace de guía. “Esto era el Palacio Presidencial. Esto otro, la catedral. ¿Tienes hambre?”. De repente para en un puesto callejero y compra un sabroso mango y unas pastas de harina rebozada. “Mañana compramos un vino, ¿qué te parece Joge?”. La gran dificultad es cómo quedar. A tal hora en tal sitio. Lo normal es no llegar a tiempo porque ha habido algún inconveniente.

Ayuda, ayuda y cooperación
Lo más duro, sinceramente, es ver a niñas con las piernas rotas que te piden ayuda. A madres que no encuentran a sus hijos y te piden ayuda. A enfermos que te piden ayuda. A niños de tres años que se tocan la barriga y te piden ayuda. A haitianos que buscan entre los escombros a sus familiares, posiblemente muertos, y te piden ayuda. Ayuda, ayuda, ayuda.

Sin embargo, el tiempo corre, llega la hora de cierre en España, y tú tienes que conseguir Internet como sea para mandar lo que sea y cumplir por ese día. “Ayuda, por favor”. “Lo siento, no puedo, pero volveré”. Nunca vuelves porque no puedes. Y esos ojitos que te miran desconsolados o ese olor a cadáver se quedan impregnados en el corazón y en la nariz, para siempre.

Dos son, más bien eran, los posibles lugares para pernoctar: un hotel como el Ville Criolle, en el que la piscina estaba tan llena de gente que no cabía, o el campamento de cooperación, donde Virginia, la típica responsable de prensa de Aecid, que no sale del campamento ni una vez en dos semanas, y que se toma unos 'whiskycitos' en las amargas noches haitianas, no puede ser más desagradable. Será la tensión haitiana.

Condiciones de pago
“O conseguís comida y agua u os vais de aquí”,
amenazó Virginia a la tribu informativa, desde la desesperación, al ver cómo ni cooperantes ni periodistas tenían agua que beber o un pedacito de algo que meterse a la boca. “¿No pagamos nuestros impuestos con los que se compran todas estas cositas que no salen de la base, mientras la gente está a punto de morir en la calle?”, nos preguntábamos los malos periodistas.

Solución, salir a la calle y una vez más buscarse las habichuelas, y tirar del trueque. Comprar cinco refrescos en una esquina y cambiárselos a quién sea por una lata de ensalada de atún o unas galletitas. Siguiente paso, lograr cambiar dólares por gourdes, la moneda local. Actualmente, un dólar, 35 gourdes. Quien tiene gourdes tiene el poder comercial, pues todo es mucho más barato. Y así, poquito a poquito, guardando como las hormiguitas, te haces tu propio almacén de víveres, en un momento.

Otro grave y desesperante problema en el campamento era el canibalismo periodístico, ese tan feo que se ve en Madrid, en China o en Haití. “Tengo una exclusiva, acabo de entrevistar a los cooperantes de Castilla y León que han tenido que dejar a una persona viva entre los escombros por razones de seguridad”. Minutos después, F., gran profesional de la primera emisora de radio de España, radia la misma noticia a millones de españoles. ¡Qué casualidad!, ¡si duerme en la tienda de al lado y justo ahora se encontraba en su dulce morada!

Resumiendo lo irresumible. Una vida caótica, llena de adrenalina, de contratiempos inesperados, de hambre, de sed, de angustia por ver a gente tan buena sufriendo tanto (los haitianos), por no poder hacer nada. En la que también hubo muchos momentos buenos, como compartir una lata de atún y unas risas con los cooperantes, conseguir tus propios víveres, dar un paseo en moto, ver cómo sacan viva a una superviviente de trece días o darle la manita a un niñito haitiano que está vivo y te sonríe con sus grandes y bonitos ojos.

TRAS 11 DIAS, EXANTUR "RESUCITÓ"....

Exantus Wismond, tras ser rescatado. Reuters/Shannon Stapleton
Exantus Wismond creía que había pasado seis días sepultado y llevaba 11
Unos saqueadores oyeron voces y ruidos entre las ruinas y dieron el aviso

Cuando su camilla entró en la ambulancia, el público prorrumpió en aplausos
El Gobierno haitiano desmiente que hayan terminado las operaciones de rescate


Javier Otazu (Efe) Puerto Príncipe
Actualizado sábado 23/01/2010 18:49 horas


Creía que había pasado seis días sepultado y llevaba 11. Exantus Wismond, dependiente de un comercio de la calle Dessalines, ha salido con vida 11 días después de quedar enterrado bajo los tres pisos de un edificio que se vino abajo.

Esta misma mañana lo que queda del gobierno haitiano, representado por su ministra de Comunicación, Marie Laurence Lassec, desmintió que hubieran terminado las operaciones de rescate, como erróneamente se había anunciado el viernes. Los hechos parecen haberle dado la razón.

Fueron unos saqueadores de los que abundan por el 'Centre Ville' los que en la mañana del sábado advirtieron que salían voces o ruidos de entre las ruinas y dieron el aviso a un periodista griego que pasaba por allí, quien a su vez pasó la voz a un equipo de socorristas de su país.
Exantus, el 'resucitado', tiene un hermano que nunca perdió la esperanza: Jean Pierre cuenta que pasó por el derruido comercio una y otra vez, un día y otro, porque algo le decía que su hermano, "el que más quería", estaba vivo. Sus otros tres hermanos habían tirado la toalla casi desde el principio.
Jean Pierre cuenta además que tuvo un sueño: en él, Exantus le recriminaba que lo hubieran dejado solo, y él le respondía: "No, hace mucho que te buscamos por todas partes, pero no sabemos dónde estás".

Cuando los equipos de rescate griegos pidieron ayuda a un grupo de franceses -de bomberos, la gendarmería y la Protección Civil-, pudieron establecer comunicación con Exantus y trajeron a Jean Pierre para que hablara con él.

"Me preguntó por todos los hermanos, por mi padre y mi madre, para saber si estaban bien. Yo le dije que sí, pero no le conté que nuestra casa se ha venido abajo", cuenta Jean Pierre, antes de añadir en inglés: "I am hungry" (tengo hambre).

La búsqueda de Exantus ha durado siete horas. Hubo tiempo para que se llenara la calle de periodistas y para que un grupo de marines estadounidenses intentaran desplazar a los franceses en este concurso de héroes en que se han convertido los rescates en Haití.

"Se había quedado encerrado en una cavidad formada por varios bloques de hormigón. Tuvimos que taladrar el hormigón con mucho cuidado y luego apuntalar el espacio vital en que se encontraba, porque los escombros de los tres pisos sostenidos en un precario equilibrio podían aplastarlo de nuevo", explicó el oficial Fradian, de la Protección Civil francesa.

"Debido a la oscuridad, se pierden todas las nociones del espacio y el tiempo. El chico creía que llevaba seis días sepultado cuando en realidad son 11", relató por su parte el teniente Courrier, del mismo cuerpo.

Al salir Exantus en una camilla, los socorristas franceses y griegos pidieron silencio a todos los asistentes. Cuando por fin su camilla entró en la ambulancia, el público, espontáneamente, prorrumpió en aplausos.

Jean Pierre entró en la ambulancia para acompañar a su hermano, "el más querido", el resucitado, mientras la ambulancia dejaba atrás su tumba.
Exantus ha sido rescatado y devuelto a la vida. El pobre no sabe que su casa de la calle Moisés, barrio de Cristo Rey, ya no existe. Cuando se restablezca, Exantus tendrá que buscar un lugar en la calle junto a sus hermanos y primos que han perdido todo, pero han encontrado al que creían perdido para siempre.
Fuente: Elmundo.es

LAS PEQUENAS GRANDES VICTIMAS,,,,


Deambulan perdidos por las calles; alborotan los campamentos de refugiados; ríen y lloran a la vez; pasan hambre y pierden, cada día que se quedan sin escuela, una oportunidad de futuro que ya de por sí era escasa.

Son las víctimas más pequeñas del terremoto que sacudió a Haití, los niños. Según agencias internacionales, por si no bastara con el trauma sufrido, ahora corren peligro de ser secuestrados por gente sin escrúpulos que no se arredran ni ante una tragedia como la que ha sufrido este país caribeño.

Impacta contemplar a los huérfanos del desastre o aquellos que vagan perdidos en busca de sus padres entre el laberinto de escombros en que se ha convertido la capital haitiana.

¿Cuántos son? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Según datos de agencias de Naciones Unidas, hasta medio millón de niños se han visto afectados de alguna forma por el terremoto. Y, antes de éste, ya había unos 380.000 huérfanos en el país. Pero ni siquiera antes del seísmo que lo trastocó y destruyó todo había cifras fiables. Haití no es un país fácil para los adultos y mucho menos para los menores.

Orfanatos abarrotados
Lo que no engaña, sin embargo, son las cifras que reportan los orfanatos. No paran de llegar nuevos niños a sus puertas, algunos por su propio pie, otros dejados por personas que los encontraron o incluso por sus propios padres, incapaces de ocuparse de ellos tras haberlo perdido todo.

Lo saben bien en el Orfanato Cristiano de Haití, en Puerto Príncipe. A los 56 niños que albergaban antes del sismo se han unido más de 50 que dicen no saber dónde están sus padres, ni si viven aún. Sus edades oscilan entre los seis y 12 años, pero también los hay más pequeños, incluso bebés.

Es un número excesivo para las capacidades de esta institución que, si bien no sufrió graves daños materiales, se ha visto desbordada por la afluencia de pequeños traumatizados desde la catástrofe.

Además, da refugio a varias decenas de familias que también lo perdieron todo durante el terremoto. Cuidan de sus hijos mientras ellos van en busca de algún alimento o trabajo.

"Ya no podemos albergar a más", se lamenta Reginald Fourquand, uno de los cuidadores del orfanato, de 22 años. "Pero tampoco podemos dejarlos fuera", reconoce. Él mismo creció en este recinto y conoce bien los límites de unas instalaciones que no pierden su lúgubre aspecto.
Menos aún tras el terremoto, que lo revolvió todo. Han tenido que despejar el almacén y el patio trasero para hacer fogatas donde cocinar, ni siquiera hay suficientes fogones.

"No hemos recibido ninguna ayuda y necesitamos comida, agua y medicamentos", recita en una retahíla repetidamente escuchada en este Haití que sólo en los últimos días ha empezado a recibir, por fin, la ayuda humanitaria.
Hasta la escuela que tenían tuvo que ser desalojada para alojar a los recién llegados. Aunque eso no importa por el momento, apunta Fourquand, "el estado moral de los niños no es el correcto para recomenzar por ahora las clases".

Miedo ante un nuevo derrumbamiento
Cada vez que vuelve a temblar la tierra en Puerto Príncipe, y van ya muchísimas réplicas fuertes, los pequeños vuelven a ser presas del pánico. Tanto que, muchos de ellos, y a pesar de las recomendaciones de sus cuidadores, han decidido sacar a la calle los colchones de sus literas metálicas.

Con sus escasos medios, los cuidadores tratan de proporcionarles terapias ocupacionales, pero sobre todo les dejan jugar con lo que tienen, que no es mucho: una vieja pelota, un aún más viejo patinete.

"Intentamos hablar con ellos, animarlos, jugar con ellos para hacerles olvidar lo ocurrido. Si todo esto se queda en sus cabezas, les va a pasar algo grave", explica.

Suspendidas las adopciones
Pese a los traumas, el orfanato es consciente de la peligrosa situación actual de los pequeños y de las incertidumbres de una adopción acelerada. Por eso no van a dar ningún paso hasta que llegue el director del centro, el pastor estadounidense Rick Vanhoose.

Hasta que llegue, esperado como maná, han tomado sus precauciones para evitar que alguno de los niños se pierda o, como se teme estos días en Puerto Príncipe, sea secuestrado con fines macabros.

La puerta de hierro del orfanato, antes siempre abierta en señal de bienvenida, permanece ahora cerrada. Han puesto una vigilancia extra y los propios huérfanos de más edad están alerta.
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PRIMERA ENTREVISTA AL PRESIDENTE RENÉ PREVAL DESPÚES DEL TERREMOTO...

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ENTREVISTA A RENÉ PREVAL: CATASTROFE EN HAITÍ


"Hay una falta general de coordinación pero empezamos a tomar el control"
A. JIMÉNEZ BARCA / P. ORDAZ Puerto Príncipe 22/01/2010

René Préval, de 67 años, presidente de Haití desde 1996, aparece en mangas de camisa, con aire cansado, por la puerta de su improvisado cuartel general, la jefatura superior de la Policía Judicial, un edificio chato de dos plantas cercano al aeropuerto, que ha aguantado el terremoto sin muchas fisuras. Da la impresión de estar noqueado, como el país devastado que gobierna, o dice gobernar. Hay dos soldados estadounidenses grandes como armarios en la puerta, escoltando a los escoltas haitianos, mucho más delgados.

"Esta catástrofe sería también mayúscula en cualquier otro país"
"La ayuda ya llega a algunas partes, pero siempre será insuficiente"

Presidente también entre 1996 y 2001, fue el primer jefe de Estado haitiano en ser elegido democráticamente, lograr acabar su mandato y entregar el poder de forma pacífica.
Préval, tras entrevistarse ayer con el reverendo y dirigente negro estadounidense Jesse Jackson sobre la necesidad de ayuda en Puerto Príncipe, accedió a responder a unas cuantas preguntas, de pie, mirando de reojo, de forma titubeante y lenta.
Pregunta. ¿Por qué hay tanto descontrol en la entrega de la ayuda humanitaria?
Respuesta
. La ayuda fue llegando de manera espontánea, procedente de muchos países. Y ahora, que ya está aquí, lo más importante es la coordinación entre todos: el Gobierno, los estadounidenses, la ONU, las agencias de entrega de alimentos... Reconozco que existe una falta general de coordinación en eso.

P. Su país es un país desarticulado, sin Gobierno, ni Ejército...
R
. Hemos sufrido una catástrofe mayúscula, que sería mayúscula en cualquier país del mundo, y nosotros ya partíamos de una situación muy debilitada. Es verdad que se ha hundido el palacio presidencial, la sede del Parlamento, la del palacio de justicia, todos los ministerios salvo el de Servicios Sociales; la inmensa mayoría de los edificios oficiales, con la documentación dentro... Pero estamos comenzando a recuperar el control.

P. ¿No cree que la intervención de Estados Unidos es una suerte de colonización?
R. Bueno, nosotros hemos recibido y estamos recibiendo ayuda de muchos países, no sólo de EE UU: también de Francia y de Venezuela, entre otros.

P. ¿Anima a los habitantes de Puerto Príncipe a abandonar la ciudad en vista del caos que reina en sus calles?
R. Ayudaremos a que se vaya la gente que quiera

P. Se le ha criticado el hecho de que sea un presidente desaparecido, que no se le vea en público.
R
. La primera noche di una vuelta por toda la ciudad para comprobar los efectos del terremoto. Todos los días salgo a dar otra vuelta para ver los daños. Pero los vehículos están para socorrer a los heridos, no para hacer visitas de evaluación de daños.
P. ¿Está el Gobierno en condiciones de asegurar a la población un mínimo de condiciones de vida?
R.
Estamos trabajando en ello. Hemos enterrado ya más de 70.000 cadáveres. Las gasolineras ya cuentan con más gasolina que los días anteriores. Algunos bancos ya han abierto y ya tienen clientes. Y eso no es obra de ningún milagro. Eso es el resultado de nuestro trabajo.

P. ¿Por qué aún no ha llegado ni una caja de comida a los campamentos donde malviven hacinados cientos de miles de personas?
R.
Eso es falso. La ayuda humanitaria ya ha llegado a algunas partes. Aunque siempre será insuficiente.

sábado, 23 de enero de 2010

TEMBLORES DE TIERRA EN JIMANÍ GENERAN ALARMA Y PÁNICO EN POBLACIÓN....


Por TEUDDY A. SANCHEZ
Mapa de la provincia de Independencia y su capital Jimaní
JIMANI.- Un fuerte temblor de tierra a las 10:40 de la noche del viernes generó alarma y pánico entre los residentes de esta población fronteriza, confirmó el periodista Miguel Vólquez.

El comunicador dijo también que a las 6:45 de la tarde hubo otro temblor de tierra, pero con menor intensidad.

Vólquez dijo que tras los movimientos sísmicos no se habían reportado de daños materiales ni de perdida de vidas humanas.

“Si hubo pánico y alarma. La población se tiró a las calles, pero no tenemos información de nada hasta el momento”, apuntó.

ALTO RIESGO DE NUEVOS SISMOS EN EL ÁREA...

Alto riesgo de nuevas réplicas al terremoto de Haití en los próximos 30 días

WASHINGTON, 22 ene (EFE).- El Servicio Geológico de Estados Unidos alertó hoy de que, durante los próximos 30 días, hay un "alto riesgo" de que se registren nuevas réplicas de hasta 5 grados de magnitud en la escala de Richter del terremoto que asoló Haití el pasado 12 de enero.

"La secuencia de réplicas al terremoto de magnitud 7 continuará durante meses, si no años, en el área afectada", informó el organismo después de que su equipo científico realizara una evaluación sobre las consecuencias a las que se enfrenta Haití en el presente y en el futuro.

Las conclusiones de este estudio destacan el "drástico aumento de la preocupación sobre el potencial de futuros terremotos en Haití y en la región que le rodea".

Aunque el informe considera que hay sólo "un pequeño riesgo" de que se produzcan terremotos más fuertes al inicial, afirma que la secuencia de réplicas seguirá "fuerte y activa".

Concretamente, hay una probabilidad del 90 por ciento de que hay uno o más terremotos de magnitud 5 o mayor, según el documento, que incluso ajusta el intervalo a dos o tres réplicas durante el próximo mes.

Los terremotos de magnitud 7 o mayor sólo cuentan con probabilidades de menos del 3 por ciento y los de 6 grados o más, del 25 por ciento.

Pero las posibles réplicas de magnitud 5 tendrían suficiente potencia como para "dañar más las particularmente dañadas estructuras" del país, según el estudio.

El Servicio Geológico advirtió además de que la experiencia de Puerto Príncipe revela la necesidad de "entender mejor la naturaleza y la extensión del terremoto y el peligro de tsunamis en la región caribeña".

Desde que el pasado 12 de enero el sismo provocó el caos en el país caribeño, cerca de 50 réplicas han sacudido al país. La más fuerte se produjo el pasado miércoles con una magnitud de seis grados. EFE


LOS NINOS PERDIDOS DE PUERTO PRINCIPE....

Orfanato de Puerto Príncipe donde se encuentran varios niños que se hallan en trámite de adopción por familias españolas.

Cientos de menores vagan por las calles o en los hospitales de la capital haitiana sin agua, sin nada que comer y sin protección contra la violencia y los abusos
PABLO ORDAZ (ENVIADO ESPECIAL) - Puerto Príncipe - 23/01/2010

Stephanie tiene 20 años, un hijo de seis que no conoció a su padre y otro que está a punto de nacer y que correrá la misma suerte. Stephanie y su amiga Marie, madre también de dos niñas, están cocinando tortillas de harina y un poco de arroz junto a la reja que delimita su campo de refugiados, situado en el jardín de una mansión derruida del barrio de Pétion Ville. La harina es de trigo, de la marca Blanquita, y la trajo hasta aquí el miércoles un camión dominicano de ayuda humanitaria.

El arroz lo repartieron ayer los norteamericanos del desembarco, en unos sacos de tela con los colores de su bandera. Pero ni Stephanie ni Marie hablan de su hambre ni de las heridas de sus hijos, ni siquiera de los familiares -cinco entre las dos- que yacen ahora entre los escombros de las casas que habitaban. De lo único que hablan es de Antoine, un crío de cuatro años que desapareció del campamento hace dos días.
-¿Quién se lo llevó?
-Un blanco.

Es lo único que Stephanie o Marie saben del salvador o tal vez del raptor de Antoine. Del hombre blanco que lo metió en un coche de Unicef para llevarlo a un campamento y alimentarlo y cuidarlo y buscar a sus padres. O -no lo quiera el destino- del hombre blanco que, valiéndose de su color de piel y del desbarajuste que reina en Haití, lo sacó del campamento el jueves pasado y se lo llevó dios sabe dónde.

Porque Unicef, y también Stephanie y Marie, sospechan que se están colando redes de traficantes de niños. Sus víctimas son los niños a los que el terremoto dejó solos, desorientados, tal vez heridos. Como Antoine. Aunque Stephanie y Marie tardaron algún tiempo en darse cuenta. "Ya estaba aquí cuando nosotras llegamos", explica Stephanie, "y empezó a jugar con nuestros hijos. Pensamos que sus padres estaban entre una de esas familias vecinas. Fíjese cuántos niños hay aquí.
Pero al día siguiente nos dimos cuenta de que estaba solo. Le preguntamos por sus padres y dijo que no sabía. Al poco llegó por aquí un señor repartiendo comida y preguntando si había niños solos. Le señalamos a Antonie y se lo llevó. Al principio pensamos que para ayudarlo, pero ahora ya no sabemos...". Sobre todo después de que unos voluntarios de la Cruz Roja que recorrieron el campo en un todoterreno destartalado avisaran a las madres que no perdieran de vista a sus hijos... En ningún momento. Ojalá que a Antoine no se lo llevara "un blanco malo", en expresión de Marie, sino uno bueno. Existe la posibilidad de que su situación esté descrita a lo largo de los párrafos siguientes.

En uno de los hospitales que ha habilitado la misión de paz de Naciones Unidas con tiendas de campaña se encuentra una niña de dos años. Tiene parálisis cerebral y llegó al hospital deshidratada y en estado de conmoción. Está tumbada en la camilla, llorando y sola. No tiene heridas graves y se podría ir a casa, pero nadie sabe cómo se llama ni por dónde empezar a buscar a su familia. Solo tiene un papel a sus pies que dice "niña".

En el mismo hospital se encuentra Sean, de siete años, que llegó gritando al hospital y estuvo doce horas en posición fetal. Dicen las enfermeras que cuenta que sus padres están muertos. Sean sólo tiene arañazos y ahora camina y habla con los otros heridos. Sin embargo, los doctores no le quieren dar el alta sin saber adónde irá y quién se encargará de él.
Puede haber cientos, posiblemente miles, de niños en la misma situación en Puerto Príncipe, vagando por las calles o en los hospitales, sin agua, sin comida y sin protección contra la violencia y el abuso. Aunque estos niños no estén físicamente heridos, han sufrido un trauma psicológico que les afectará el resto de la vida.

Los tres párrafos anteriores, con todo el horror que encierran, se basan en un texto escrito por un anónimo funcionario de Unicef que lo envió a los medios de comunicación.
[Un portavoz de Unicef dijo a primera hora de ayer que 15 niños habían sido secuestrados en Haití. Horas más tarde, la agencia de la ONU reconoció que no había podido confirmar aún esos datos, según informa la agencia Efe. Unicef sigue recabando información sobre la verosimilitud de las denuncias. El jefe de comunicación de Unicef en Ginebra, Jeremy Hartley, dijo: "Estamos tratando de buscar datos más exactos, pero dada la situación que reina en Haití es muy difícil"].

CARLA BRUNI RECIBE EN PARÍS A 33 HUERFÁNOS HAITIANOS...

La primera dama francesa recibe a una niña de Puerto Príncipe. AP
Ruben Amón París
Actualizado sábado 23/01/2010 00:33 horas

Carla Bruni, primera dama y esposa de Sarkozy, se ha desplazado hasta el aeropuerto Charles de Gaulle de París para recibir a los 33 niños haitianos que serán adoptados por familias francesas. Todos ellos han sobrevivido al terremoto y son huérfanos, aunque se diferencian por la edad: los hay que han cumplido un año y los hay que tienen seis.

La mujer del jefe del Estado hizo las veces de anfitriona y de madrina, visiblemente emocionada además con el ajetreo de los niños que abandonaban el avión. Los transportaban en brazos los voluntarios de la Cruz Roja antes de entregárselos a las familias adoptivas, aunque todo el ceremonial se atuvo a la sobriedad y al rigor.
"Son momentos muy duros para estos niños", declaraba Bruni. "Por eso hay que arroparlos y darles todo el cariño", añadía la primera dama en el trance de la recepción. Hay 276 niños haitianos cuyos expedientes de adopción se están tramitando, aunque la cifra podría elevarse a un millar si prosperan otros 'dossieres' por la vía rápida.
Es cuanto han reclamado al ministerio de Exteriores distintas asociaciones y organizaciones católicas. Anteponiendo la emergencia a los plazos de la burocracia.

viernes, 22 de enero de 2010

RESCATAN A UNA MUJER DE 84 ANOS 10 DÍAS DESPUÉS DEL TERREMOTO....

Marie Carida Roman, la mujer de 84 años rescatada con vida bajo los escombros de su casa. AFP
Marie Carida Roman, la mujer de 84 años rescatada con vida bajo los escombros de su casa. AFP

AFP Puerto Príncipe
Actualizado viernes 22/01/2010 15:35 horas

Una anciana de 84 años ha sido rescatada con vida bajo los escombros 10 días después del devastador terremoto que asoló la capital de Haití el pasado 12 de enero.

La mujer, Marie Carida Roman, ha salido viva de entre las ruinas de su casa en Puerto Príncipe, anunciaron su hijo y los médicos que la atienden en el hospital.

"Intenté buscar la manera de ayudarla a sobrevivir. Tenía la caja torácica llena de gusanos", explicó Ernest Benjamin, un sanitario procedente del Hospital Sinaí de Nueva York. "Valía la pena intentarlo todo para salvarla", añadió. Al menos 75.000 personas fallecieron en el seísmo del 12 de enero.

FF.AA LEVANTAN A HAITÍ DE LAS CENIZAS....



JIMANI.- Desde el pasado martes 12 tras el terremoto en Haití, que la Casona frente al cuartel de la 5ta Brigada en esta ciudad fue convertida en el Comando de Operaciones de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana, las horas del día son más agitadas que nunca antes en la vida de esta provincia.
Diariamente el flujo de vehículos terrestres de diversas organizaciones locales y extranjeras que se aprestan a salir en socorro de Haití forman una larga procesión que excede al espacio de la explanada frontal del campamento. Docenas de personas, con camisetas distintivas o uniformes de sus organizaciones, se mueven en los alrededores de la otrora Casona, hoy Comando de Operaciones.
El ambiente que se vive allí no es tenso. Todo lo contrario. Es un ambiente que de alguna manera une fraternamente a todos en una misma causa común. No obstante, cada uno sabe en su intima convicción, que eso implica potenciales riesgos, ir y regresar a salvo de un inhóspito e inestable Haití.

A raíz de tales circunstancias, y en un momento decisivo para la supervivencia del hermano pueblo haitiano, donde la intención solidaria no debe detener su curso, las Fuerzas Armadas de la República Dominicana han esbozado una loable iniciativa llamada “Plan Mano Amiga”.

El Plan Mano Amiga ha sido una disposición inmediata tras el terremoto que asoló Haití, del Presidente de la República, Leonel Fernández Reyna, dirigido por el Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, Teniente general Piloto, F.A.D., (DEM), Pedro Rafael Peña Antonio.

Dicho plan consiste en llevar toda la ayuda necesaria al lesionado pueblo haitiano y ofrecer protección a las organizaciones que auxilian a la hermana nación. Un grupo de técnicos civiles y militares en las áreas de comunicación, rescate, personal médico especializado en cirugía, anestesiología, traumatología y psicología, abordan diariamente los vehículos terrestres y los helicópteros de las Fuerzas Armadas dominicana, para ser escoltados hasta Haití por las tropas que conforman el Plan Mano Amiga. Además, también se transportan suministros médicos y alimenticios de todo tipo hacia los centros de acopio.

El Plan también consiste en la donación diaria de 130 mil raciones alimenticias y 40 mil crudas a los damnificados haitianos, las cuales son transportadas y escoltadas por las tropas dominicanas para que lleguen a salvo a su destino.

Un convoy de 62 vehículos bajo la coordinación de las Fuerzas Armadas, a través de la Plan Mano Amiga partió hacia Jacmel el miércoles 20 de enero, tras el temblor de 6.0 en el escala de Richter que derribó los pocos edificios que quedaron del terremoto del martes 12; estos operativos han sido la constante desde que el mundo supo la tragedia del sismo en Haití, ya que día a día dos convoyes (a las 6:00 de la mañana y a las 2:00 de la tarde), parten para hacia el devastado país vecino.
El general, F.A.D., (DEM) Hugo Rafael González, coordinador del Plan, viajó a Jacmel, provincia haitiana, tras el temblor para dirigir la evacuación de los damnificados; ese día se realizó el traslado a territorio dominicano de cuatro ciudadanos haitianos que resultaron heridos en el sismo. El general González socorrió personalmente a uno de los rescatados, un niño de ocho años de la localidad de Jacmel, con severas heridas en el cráneo.
Los heridos en condiciones estables, son trasladados y atendidos por personal médico civil y militar en los hospitales de Jimaní, Neiba y Duvergé, donde actualmente se encuentra un número considerable de pacientes heridos procedentes de Haití; mientras que los de condiciones más críticas, son trasladados vía aérea directamente al Hospital Central de las Fuerzas Armadas y al Ramón De Lara, en la Base Aérea de San Isidro.

El soporte logístico que han provisto este eficiente plan implementado por las Fuerzas Armadas de la República Dominicana, ha hecho posible el trabajo de socorro en Haití; puesto que, son los cuerpos castrense dominicanos los que ha transportado por aire, mar y tierra las ayudas. Son las Fuerzas Armadas dominicanas las que han escoltado y llevado a salvo al personal humano que socorre a nuestro hermanos haitianos. Son los militares de nuestra nación, los que han afrontado las adversas y hostiles circunstancias actuales imperantes en el vecino país, para introducir ayuda, a expensas de arriesgar su propia integridad física.

La labor de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana no le es indiferente a los principales actores de la vida nacional. “Las Fuerzas Armadas lo han hecho todo”, son las palabras de elogio y reconocimiento expresadas esta semana en Jimaní por el Secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, a la vez que reconoce la valía de los planes ejecutados por los cuerpos castrenses, que han hecho posible las ayudas que ofrece la institución a Haití. “Los militares no han descansado desde que ocurrió el terremoto”, declaró Luis Emilio Peña, Gobernador de la Provincia Bahoruco, “estamos muy agradecidos por la labor que han realizado, es encomiable”, agregó.

El Plan Mano Amiga de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana, ha sido precisamente eso: una mano solidaria extendida hacia la hermana nación en su más aciago momento, que seguirá extendida incondicionalmente, hasta que la hermana nación se levante de sus cenizas.