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23 Julio 2011, 12:36 AM
La embajada de los Estados Unidos en el país se propuso como meta a principios del 2004 conseguir la destitución de por lo menos uno de los tres funcionarios
En julio de 2004 la embajada de los Estados Unidos en el país solicitó al Departamento de Estado la revocación de la visa B1/B2 que tenía el entonces Procurador General de la República, doctor Víctor Céspedes. Así está consignado en un cable de WikiLeaks hecho público anoche por el Grupo SIN de noticias.
La solicitud de la embajada fue en respuesta a varias acciones reportadas por la delegación diplomática, casi todas relacionadas con el comportamiento del doctor Céspedes respecto a personas vinculadas a delitos de narcotráfico.
Según consigna el cable, sólo dos días antes de dejar el cargo, el 16 de agosto del 2004, cuando el Presidente Leonel Fernández tomó posesión, Céspedes ordenó la salida de prisión del exvicecónsul dominicano en Haití, “quien había sido sentenciado a 10 años de prisión por tráfico de 43 kilogramos de cocaína”.
Sobre el particular, el cable remitido al Departamento de Estado dice: “Este es otro ejemplo, en nuestra opinión, de por qué la visa debe ser revocada”.
Una tercera sección del cable vuelve sobre el mismo tema: “El 14 de agosto, dos días antes de dejar el cargo, Céspedes ordenó la salida de prisión del ex cónsul dominicano en Haití Ormis Freddy Peña Méndez. Peña fue arrestado en 2002 junto a otros mientras traficaba con casi 43 kilogramos de cocaína desde Haití a Santo Domingo. Peña también tenía 15,000 pesos (unos 400 dólares), US$ 5,000, 16 pasaportes (11 haitianos, cuatro dominicanos y uno francés) y varias armas, incluyendo una Uzi. Unos dos meses más tarde, Peña fue sentenciado a 10 años de prisión y se le ordenó pagar una multa de 50,000 pesos (unos US$1,250)”.
El cable de la embajada norteamericana cita reportes noticiosos que citaban al doctor Céspedes diciendo que la liberación de Peña de prisión se debió a su preocupación por su salud, incluyendo presión alta y diabetes. Una nota de la delegación expresa que la Dirección de Prisiones reportó en julio de ese año, 2004, que el 15% de todos los prisioneros dominicanos sufrían de hipertensión.
Y agrega: “Hasta ese momento, Peña había servido menos de dos años de su sentencia. En una entrevista radial el 25 de agosto, Céspedes dijo no recordar los detalles de las justificaciones de salud para la liberación”.
El cable cita otro caso. Horas antes del cambio de Gobierno, la oficina del Procurador General de la República ordenó que la prisionera Maritza Aquino fuera liberada por asuntos médicos. Esta mujer estaba acusada de llevar 129 bolsitas de heroína en su estómago.
El cable de la embajada norteamericana expresa que “Céspedes tiene un récord de liberar (a) conocidos narcotraficantes. Visto como parte de un patrón en comportamiento, los casos de Peña y Aquino refuerzan el argumento descrito en el cable de referencia, que Céspedes ha ayudado, instigado o actuado en connivencia en actividades de narcotráfico y que la revocación de su visa es apropiada”.
Josefina Rojas. En febrero de 2004, la embajada norteamericana reportó al Departamento de Estado el caso de la señora Josefina Rojas, extraditada desde la República Dominicana en compañía de la policía judicial norteamericana. Esta mujer fue requerida para ser procesada por droga en el Distrito Sur de Nueva York. La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y miembros de la DEA y de la policía judicial de Nueva York arrestaron a Rojas.
El cable difundido por WikiLeaks y divulgado anoche por el Grupo SIN de noticias narra las peripecias de este caso y la presunta intervención del doctor Céspedes.
La orden de arresto de Rojas fue emitida el 25 de octubre del 2002 por el entonces Procurador General de la República Virgilio Bello Rosa. La mujer fue arrestada en la primavera del 2003 y el presidente Hipólito Mejía firmó la orden de extradición el 29 de octubre del 2003.
Pero un día después, el Procurador Céspedes firmó una orden liberando a Rojas. De inmediato la DEA fue puesta al corriente por sus contactos policiales en la República Dominicana. Pero oficialmente los funcionarios de la embajada de Estados Unidos no recibieron aviso oficial alguno ni explicación sobre la libertad concedida a la mujer.
Hans Hertell se mueve.
El embajador norteamericano Hans Hertell procedió a hablar sobre el tema con el Procurador General Céspedes y éste le dijo que creía que Rojas había sido puesta en libertad debido a que sería juzgada dos veces si regresaba a Estados Unidos. “Cuando se le preguntó extensamente, el Procurador dijo que Rojas fue liberada debido a enfermedad y por razones de humanidad”.
Céspedes le dijo a Hertell que Rojas tenía un tumor que debía tratarse y que ella sería entregada al Gobierno estadounidense luego de recibir tratamiento. El diplomático le anotó que “Rojas recibiría cualesquiera tratamientos necesarios una vez estuviera en custodia de las autoridades estadounidenses”.
Pero los contactos policiales de la DEA especularon que Rojas había sido puesta en libertad “porque se había desarrollado una relación personal entre Rojas y el Procurador”. El cable también indica que “luego de Rojas ser liberada... ella regresó a la prisión donde había estado encarcelada para provocar a los otros prisioneros”.
Hertell habla a Mejía. La embajada refiere que Hertell habló por lo menos en cuatro ocasiones en tres meses con el Presidente Mejía acerca de extradición. Sobre el particular, el cable consigna: “Es posible que el diálogo directo entre el embajador Hertell y el presidente Mejía precipitara el arresto de nuevo de Rojas y su posterior extradición”.
Y anota que desde 1998 hasta el 2004 el Gobierno dominicano había devuelto 70 prisioneros a Estados Unidos, y que “desde principios de 2003, cuando Céspedes fue nombrado Procurador General, cinco fugitivos solicitados en extradición por el Gobierno norteamericano han sido arrestados y liberados”. Antes de Céspedes estar al frente de la Procuraduría General de la República, eso no había ocurrido.
La embajada comunicó al Departamento de Estado que “las acciones del Procurador Céspedes en relación a Rojas resultan cuestionables y hasta ilegales. Con la circulación de la orden de extradición del presidente Mejía del 29 de octubre contra Rojas, se hace evidente que el Procurador violó una orden directa del Presidente cuando firmó la orden para su liberación”.
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El cable de la embajada norteamericana consigna que desde 1998 hasta el 2004, el Gobierno dominicano había devuelto 70 prisioneros a Estados Unidos, y que “desde principios de 2003, cuando Céspedes fue nombrado Procurador General, cinco fugitivos solicitados en extradición por el Gobierno norteamericano han sido arrestados y liberados”. Y comenta que antes de Céspedes estar en la Procuraduría General, eso no había ocurrido.
Reproducido del periódico HOY
