martes, 23 de agosto de 2011

LOS REBELDES LIBIOS IRRUMPEN Y CONTROLAN YA EL PALACIO PRESIDENCIAL DE GADAFI....


El hijo del dirigente niega haber estado capturado.- Los rebeldes controlan casi la totalidad de la capital y aseguran que la OTAN ha bombardeado el bastión del líder libio.- Los líderes mundiales consideran que la caída del régimen es solo una cuestión de tiempo
J. M. MUÑOZ / AGENCIAS
París / Trípoli 23/08/2011
Un rebelde libio se sube a una estatua dentro del palacio de Gadafi, en Trípoli.- AP

La euforia ha estallado entre los rebeldes que han conseguido entrar y tomar el control del palacio presidencial de Muamar el Gadafi, Bab al Aziziya. Según los reporteros de Reuters que están en el lugar, los opositores al régimen libio han entrado esta tarde en el cuartel general de líder, en Trípoli, y se les ha visto disparar tiros al aire a modo de celebración tras saquear una armería del recinto y llevarse fusiles nuevos. La agencia de información también ha contado que, según el Pentágono, la mayor parte de la capital está controlada por los rebeldes. Según los reporteros, inicialmente las fuerzas de Gadafi habían tratado de defenderse pero ahora ya no ofrecen resistencia. Mientras se celebra una nueva batalla que parece ser más definitiva conforme pasan los minutos, la principal incógnita se centra en el paradero del dirigente libio, todavía desconocido. Los rebeldes han empezado a buscarlo por cada una de las habitaciones de Bab al Aziziya, pero sin éxito.

EEUU piensa en desbloquear 1.500 millones de dólares para rebeldes libios
Saif al Islam aparece libre en Trípoli
El Consejo rebelde exige a sus hombres que cesen las represalias
La comunidad internacional pone en marcha la reconstrucción del país
Personas próximas de Gadafi aseguran que el dictador está en Trípoli
Los rebeldes llegan al centro de Trípoli y combaten en torno a la residencia de Gadafi
Obama pide a los rebeldes que respeten los derechos humanos

"Masacre imperialista"
El confuso papel de la CPI en la detención del hijo de Gadafi
Muamar el Gadafi

El ritmo trepidante de los acontecimientos bélicos y las deserciones de relevantes figuras de su camarilla colocan a Gadafi en un lugar indeterminado, pero todavía en Libia, según ha asegurado EE UU. Aunque sus militares continúan combatiendo contra unos insurgentes crecidos por la súbita conquista de la capital, el régimen se desmorona irremediablemente.

Saif al Islam también ha asegurado que su padre se encuentra en Trípoli y que está bien. El hijo del líder libio, al que ayer dieron durante horas por capturado, ha asegurado también que las fuerzas gubernamentales continúan controlando la mayoría de la capital. Sin embargo, los rebeldes informaron ayer que dominaban toda Trípoli, a excepción de Bab al Aziziya. "Esta es una guerra de tecnología y electrónica para provocar caos y terror en Libia", ha dicho en alusión al mensaje que supuestamente recibieron ayer en sus móviles los partidarios de los rebeldes, anunciando la victoria sobre Trípoli y la caída del régimen.

Mientras, continúan los enfrentamientos en la calles de la capital entre los rebeldes y los leales al coronel Muamar el Gadafi. Los opsitores al régimen también se han hecho con el control de la ciudad de Ras Lanuf, en el este de Libia, y han obligado a las fuerzas gubernamentales a replegarse en dirección a Sirte, la localidad natal del mandatario libio, según ha informado un portavoz de los sublevados. Los combates se producen un día después de que el hijo del dictador, Saif al Islam, apareciera ante los periodistas extranjeros desmintiendo la noticia de su detención.

Juppé:"La victoria no es completa"
Con tantas informaciones contradictorias, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, ha declarado en una entrevista radiofónica en París que "la victoria no es completa". "El régimen está al borde del hundimiento pero todavía hay bolsas de resistencia, hay que mantener la presión", ha destacado Juppé. Francia, uno de los protagonistas de la campaña militar y diplomática contra el dictador libio, respalda la opinión de EE UU y Reino Unido: solo es una cuestión de tiempo.

Nicolás Sarkozy y Barack Obama han acordado mantener el esfuerzo militar "en apoyo de las autoridades libias legítimas" hasta que Gadafi y sus fuerzas no hayan entregado las armas. Los dos dirigentes han mantenido una "larga" conversación telefónica y según el comunicado difundido por la presidencia gala, se felicitaron de los "avances decisivos logrados en los últimos días por las fuerzas del Consejo Nacional de Transición" y han afirmado que el final del régimen libio "es ineluctable y está próximo".
Los rebeldes ya han perdido el control de la zona portuaria de Trípoli y, según la cadena Al Arabiya, han matado esta mañana a decenas de leales de Gadafi en un convoy procedente de Sirte, ciudad natal del coronel, en el norte del país.

La cadena británica BBC informa de que el hotel Rixos, donde anoche hizo su comparecencia Saif al Islam y donde se alojan los periodistas extranjeros, ha sido atacado. Saif al Islam, el hijo del líder libio con mayor trascendencia política, ha negado que ayer fuera detenido por los rebeldes en Trípoli, a pesar de que esta información había sido confirmada por el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo. "Estoy aquí para dispersar los rumores", ha dicho Saif al Islam, en el breve discurso que ha ofrecido a la prensa internacional tras aparecer por sorpresa esta madrugada en el hotel Rixos de la capital libia.

Estas declaraciones contradicen lo anunciado ayer por Moreno Ocampo, quien incluso había adelantado que el TPI estaba negociando la entrega de Saif al Islam, acusado junto a Gadafi y el jefe de Inteligencia, Abdulá al Senusi, de crímenes contra la Humanidad.

En su comparecencia, Saif al Islam se ha mostrado sonriente y ha estrechado las manos de todos los que formaban la 'V' de la victoria con sus dedos índice y anular. Una multitud le ha jaleado a su salida y entrada del hotel.

El régimen se desmorona
Las consecuencias políticas de la revuelta libia palidecen cuando se compara con los efectos a medio plazo que puede tener la caída del rais egipcio o los que puede desencadenar la desaparición política del sirio Bachar el Asad. Pero los países occidentales, agobiados por una crisis económica descomunal, desean poner punto final cuanto antes al episodio bélico en el que llevan cinco meses embarcados. Gadafi debe abandonar el poder, repiten hasta la saciedad Barack Obama, David Cameron o Nicolas Sarkozy.

No parece lejano el día. O al menos así lo piensa Mustafá Abdel Yalil, jefe del Consejo Nacional Transitorio (CNT), el Gobierno de los sublevados: "Alá ha querido que el fin sea a manos de estos jóvenes, unidos a la primavera árabe. Y ahora puedo decir que la era de Gadafi ha terminado". Miles de compatriotas refugiados en Túnez opinan lo mismo. Regresaban ayer a su país por miles. Como miles de milicianos llegaron a la capital de madrugada para dar la puntilla al régimen.
Lo que resulta evidente es que el tirano ya no ejerce el poder más allá de los acólitos y uniformados que todavía le obedecen. Los rebeldes controlaban ayer casi la totalidad de Trípoli -un 80% de la ciudad, aseguraban- y montaban patrullas para garantizar la seguridad en los barrios, mientras seguían recibiendo refuerzos de combate por mar, desde Misrata.
Alguna incógnita resta por despejar sobre la reacción de la población de la capital. En esta ciudad la influencia de la cuestión tribal se ha mitigado mucho con el paso de los años. La lealtad a la tribu ha permitido a los insurgentes conquistar determinadas regiones en un santiamén. Pero en Trípoli reside gente de todo el país que emigró a la gran ciudad en busca de una mejor educación o de empleos en el sector privado y en la Administración. Muchos perderán con la caída de Gadafi.
Las escaramuzas fueron esporádicas en varios distritos de la ciudad y muchas calles permanecían vacías después de una noche de jolgorio. Pero, a pesar de los contratiempos y del uso de tres misiles Scud por el régimen en Sirte -un lanzamiento confirmado por la OTAN-, la relación de fuerzas está decantada en favor de los rebeldes, que anunciaron también que Brega, la extensa ciudad petrolera a 235 kilómetros al suroeste de Bengasi, fundamental para el suministro de crudo, había sido completamente liberada.

Resistencia
Todo dependerá de la resistencia que ofrezcan los soldados fieles a Gadafi. Si plantean batalla en el escenario urbano de la capital, los choques pueden prodigarse todavía algún tiempo, al menos mientras se desconozca dónde se esconde el dictador. Ciudadanos de Trípoli temen sobre todo a los francotiradores, que ya causaron estragos en Misrata, Zauiya y otras ciudades, y a los grupos de matones en letargo que pueden aparecer en cualquier momento mientras Gadafi no claudique.
No se rindieron, como habían prometido, los hijos del dictador. Entre ellos Saif al Islam, supuesto heredero del trono, cuya detención fue anunciada por los rebeldes el domingo junto a la de sus dos hermanos, Saadi y Mohamed. Mientras se esperaba la decisión del Consejo Nacional Transitorio sobre su entrega a la Corte Penal Internacional, ya de madrugada la BBC y France Presse informaron de que Saif se había presentado en el hotel Rixos, donde se alojan los periodistas extranjeros, para desmentir su arresto.

Horas antes Musa Ibrahim, portavoz del Gobierno, había asegurado que tanto Gadafi como sus hijos siguen en Libia. Pero el primer ministro, Mahmudi al Baghdadi, reposa en el balneario tunecino de Yerba acompañado por Abdalá Mansur, director de la televisión oficial. Otra cadena pública, Jamahiriya, fue tomada ayer por los rebeldes. Las deserciones no fueron tan abundantes como los insurgentes auguraban días después de estallar la guerra, cuando Musa Kusa, exjefe de los servicios de inteligencia, se fugó a Londres. Pero no fueron multitud quienes abandonaron el barco a las primeras de cambio. Probablemente ahora es distinto. Portavoces del Consejo Nacional aseguraban el domingo que la guardia personal de Gadafi había pactado su rendición con los sublevados según estos pisaran Trípoli. Y cumplieron su palabra.

Gadafi está muy aislado militarmente, sometido a un régimen de sanciones económicas durísimo, y políticamente en la soledad casi absoluta: incluso China y Rusia dan la espalda al régimen. Egipto y Marruecos se sumaron ayer a los países que reconocen al Consejo Nacional como el representante legítimo del pueblo libio, y el Gobierno turco, hiperactivo en Oriente Próximo y el Magreb, advirtió por boca de su ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu: "Lo que está ocurriendo en Libia es una lección para los dirigentes de la región. Demuestra que los que no escuchan a su pueblo no pueden permanecer en el poder".

El CNT planifica ya el futuro. Varios de sus representantes señalaban ayer que el futuro Gobierno no permitirá la instalación de bases de la OTAN, otros decían que la misión militar aliada debe concluir inmediatamente.

EEUU piensa en desbloquear 1.500 millones de dólares para rebeldes libios

Estados Unidos está trabajando para desbloquear en los próximos días entre 1.000 y 1.500 millones de dólares en bienes congelados al régimen de Muamar el Gadafi para entregárselos a los rebeldes libios, según ha informado la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

El dinero procedería de los alrededores de 30.000 millones en bienes libios que Estados Unidos congeló este año, solo una décima parte de los cuales, unos 3.000 millones, es dinero líquido.
La portavoz ha explicado a la prensa que Estados Unidos que está trabajando en el comité de sanciones de la ONU para conseguir su visto bueno a la liberación de los bienes congelados y que espera que "este proceso esté completado en los próximos días".

En este sentido, ha añadido que Washington confía en que el dinero se emplee de forma adecuada. "No habríamos dado este paso si no confiáramos en que el dinero llegará a la gente que lo necesita", ha aseverado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario