viernes, 4 de febrero de 2011

VIAJE DE FERNÁNDEZ A LA INDIA NO FUE OFICIAL, SINO PRIVADO....

SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- En las reseñas sobre el viaje del presidente Leonel Fernández a la India publicadas por los medios de comunicación y el servicio de la agencia EFE para la República Dominicana, se insiste en llamar “oficial” a una visita privada.
No se trata de un equívoco sino de un manejo intencional del término. Al llamarlo “oficial” se procura transmitir la idea de que el vieje de Fernández fue realizado en beneficio del país y no, como piensa buena parte de la opinión pública, para satisfacer el interés personal, aunque legítimo, de estar presente en escenarios que lo seducen por razones diversas.
Que la haya aprovechado para promover ante empresarios las supuestas bondades para la inversión de la República Dominicana, no cambia la naturaleza de la visita.
En los protocolos de la diplomacia, el viaje oficial de un jefe de Estado o Gobierno cumple un determinado número de requisitos inexcusables: el anuncio del país receptor; la existencia previa de una agenda de actividades conjuntas de la autoridad visitante y la autoridad receptora y la recepción del visitante por un comité acorde con su rango.
Ninguno de estos fue cumplido por el viaje de Fernández a la India. Tan es así que pese a ser la principal vocera de la fementida “oficialidad”, la Presidencia no reseña en momento alguno el encuentro formal entre el mandatario dominicano y la presidenta de la India, Pratibha Devisingh Patil, o en su defecto, con el primer ministro Manmohan Singh, con quien solo coincidió durante el Foro Mundial sobre Desarrollo Sostenible 2011”, auspiciado por el Instituto de Energía y Recursos (TERI).
La foto donde ambos se saludan, tras la entrega a Singh de un reconocimiento, habla gráficamente de la informalidad del contacto. Recuerda, entre muchas otras similares, la foto que difundiera entonces la Presidencia con ocasión de la visita –tampoco oficial— de Fernández, a las faraónicas celebraciones de los cuarenta años de Kadafi en el poder: en un encuentro fortuito, se da la mano con el hijo del presidente libio.
A su llegada a Banglore el pasado domingo (todavía sábado en la República Dominicana), Fernández y su comitiva fueron recibidos, además de por el embajador Hans Dannenberg y personal de la embajada dominicana en Nueva Delhi, por una persona de rasgos indios que la Presidencia no identifica en la nota ni en el pie de la fotografía que la acompaña. La página Web de la Presidencia tampoco habla de funcionarios indios presentes al momento de la llegada.
Otra información publicada este jueves por la Presidencia sobre la firma de un contrato entre el Gobierno y la empresa Sun Group, dice textualmente lo siguiente: “En esta nación el jefe de Estado dominicano también se ha reunido con empresarios del cine, la industria automovilística y con intelectuales”.
Ni siquiera la vehemencia con la que desde ese portal se promueve el –indemostrado—“liderazgo” internacional de Fernández, dio licencia para intentar persuadir a la opinión pública con medios distintos a los de la perversión del lenguaje, de que esta ausencia de quince días, mientras el rancho social arde, se justifica por sus potenciales frutos.
Las cosas deben ser llamadas por su nombre, y el viaje del presidente Fernández a la India no fue oficial sino privado. Hecho, eso sí, con los recursos públicos.

Margarita Cordero/7dias.com.do

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