20 de Octubre del 2011, 7:38 PM
El presidente Leonel Fernández aparece junto a Gadafi durante su visita a los actos de celebración de los 40 años de la revolución libia.
BOGOTÁ, 20 oct (EFE).- La muerte de Muamar el Gadafi fue recibida hoy en América como una oportunidad para la paz y la reconciliación en Libia, pero también como "el final de un tirano" o el "asesinato" de un "mártir" que producirá más violencia.
Gadafi fue un luchador y ahora un "mártir" al que "asesinaron" en un "atropello más a la vida", en opinión del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se preciaba de su amistad con el hombre que dirigió el destino de Libia durante más de 40 años.
Chávez, recién llegado de Cuba, país donde los medios de comunicación también se hicieron eco de la tesis del asesinato, opinó que con la muerte de Gadafi no va a terminar la lucha en Libia, porque allí "hay dignidad".
Para el presidente de EE.UU., Barack Obama, por el contrario, la muerte de Gadafi marca "el final de un capítulo largo y doloroso" y abre "una oportunidad al pueblo libio para decidir su propio destino".
"Podemos decir de manera definitiva que el régimen de Gadafi ha llegado a su fin", subrayó Obama, quien precisó que eso no significa que "el camino de Libia hacia la democracia" vaya a ser fácil y corto.
La lección que hay que sacar de lo sucedido en Libia, donde en febrero estalló una rebelión en contra de Gadafi, agregó, es que "el mandato con un puño de hierro siempre llega a su fin" y que "quienes intentan perpetuarse en el poder no tendrán éxito".
Gadafi murió en Sirte, su ciudad natal, después de haber sido gravemente herido en enfrentamientos, según fuentes del Consejo Nacional de Transición (CNT), reconocido como nuevo gobierno en Libia por la ONU y la mayoría de la comunidad internacional.
Estados Unidos lideró inicialmente en marzo la operación para imponer una zona de exclusión aérea y proteger a los civiles en Libia del ataque de las tropas gadafistas, aunque en abril traspasó el mando a la OTAN.
Según indicó hoy Obama, esa misión de la OTAN "concluirá ya pronto".
Con menos cautela que Obama se pronunciaron políticos demócratas y republicanos, incluidos precandidatos a la presidencia de EE.UU., que hablaron incluso de que la muerte de Gadafi es una "buena noticia" y que "el mundo es un lugar mejor sin él", a la vez que conminaron a las nuevas autoridades de Libia a avanzar en su "revolución democrática".
Altos mandos militares de Estados Unidos confirmaron hoy a la cadena NBC que el convoy en el que viajaba Muamar el Gadafi, de quince vehículos, fue atacado por un avión no tripulado Predator estadounidense, un "drone", y después fue abordado por los rebeldes, que capturaron al dictador.
El primer ministro canadiense, el conservador Stephen Harper, aplaudió hoy el fin del régimen de Muamar el Gadafi con la confirmación de su muerte y anunció que Canadá preparará "en los próximos días" el final de su misión militar en Libia.
"El pueblo libio, finalmente puede pasar la página de 42 años de viciosa opresión y continuar su viaje hacia un mejor futuro", dijo Harper, quien hizo votos para que los libios encuentren "paz y reconciliación después de este oscuro pasaje en su historia".
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, también manifestó su esperanza de que Libia "regrese a la normalidad" y se avecine un periodo en el que "por fin pueda imperar la democracia y la libertad" en el país árabe.
Para el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, la muerte de Muamar el Gadafi "crea una oportunidad para la paz", aunque consideró que hubiera sido mejor que "hubiera estado frente a los tribunales", pero "estas son las cosas que suceden cuando hay una guerra".
Sobre el fallecimiento del coronel Gadafi, el canciller chileno opinó que "nadie puede alegrarse por la muerte de nadie".
En unas declaraciones a Efe en Quito, la secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la colombiana María Emma Mejía, expresó hoy su esperanza de que se inicie "un proceso de reconciliación por los libios y para los libios".
El Gobierno de Cuba, que como el de Venezuela y el de Nicaragua, entre otros, no ha reconocido al CNT, no se ha pronunciado todavía sobre la muerte de Gadafi.
Sin embargo, varios medios cubanos, todos oficiales, destacaron las versiones de que "fue capturado vivo" y posteriormente "asesinado".
En Nicaragua, otro de los países latinoamericanos de gobierno "amigo" de Gadafi, el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) puso en duda en un primer momento la muerte del líder libio y, una vez confirmada, no se ha pronunciado.
La oposición, por su parte, consideró la noticia como una "pesadilla" para el presidente Daniel Ortega, que busca ser reelegido el próximo 6 de noviembre.
El aspirante a la vicepresidencia por el opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) Francisco Aguirre Sacasa dijo a Efe que Ortega "pierde a un viejo amigo, al primero que le dio ayuda desde los años ochenta (del siglo pasado)".
"Era un tirano con pocos amigos, pero Ortega le fue fiel pese a que el tirano era nocivo para todos sus amigos", apuntó.
Mientras, el candidato opositor a la Presidencia, Fabio Gadea, el segundo en la intención de votos, según las encuestas, dijo en rueda de prensa que "así mueren los dictadores", en alusión a Gadafi.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó hoy que con la muerte de Gadafi, Libia cierra "un doloroso y tráfico" capítulo y da paso a la reconciliación nacional y al respeto por los derechos humanos. EFE