lunes, 10 de diciembre de 2012

LA IRONÍA DOMINICANA SALPICA LAS PROTESTAS CONTRA LA CURRUPCIÓN GUBERNAMENTAL...

10 diciembre 2012






9 de Diciembre del 2012, 7:49 PM
SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- El lugar de la convocatoria de este domingo no pudo ser más simbólico. El monumento erigido por la dictadura para celebrar el pago de la deuda externa y la devolución de Aduanas al Estado dominicano, mejor conocido como “obelisco hembra”, en el corazón de Ciudad Nueva, frente al mar. Puntuales, organizados, la mayoría vestida de negro, fueron llegando a partir de las tres de la tarde portando pancartas, banderas negras y la bandera nacional en señal de protesta.
Poco a poco fueron congregándose, hasta desbordar la zona, convirtiéndose en miles. La representación pura de la clase media, especialmente jóvenes, que se han convertido en la fuerza motora de las protestas, esta vez representando a los ciudadanos indignados en el Día Mundial de Lucha contra la Corrupción, entre los que se vieron mezclados, juntos y reburujados a El Men, el intelectual Andrés L. Mateo y el comunicador Guillermo Gómez, sin dejar de mencionar a representantes de la izquierda radical y dirigentes del opositor Partido Revolucionario Dominicano, como Orlando Jorge Mera, Ramón Alburquerque, Héctor Guzmán y Víctor Céspedes.
Su grito es contra la pasividad del gobierno para enfrentar a los corruptos de la anterior administración, la continuidad de un estilo de gobierno, y la falta de aplicación de justicia contra quienes desfalcaron las arcas nacionales. Y en este grito contra la impunidad, se reunieron para hacer sentir su voz.
Alrededor de las cuatro de la tarde, un revuelo corta las consignas, el ruido, el fragor de los pronunciamientos y el silencio se apodera de la multitud. Acaban de llegar los peregrinos indignados. Esos cuyas comunidades no fueron favorecidas, cuyas voces no fueron oídas, los marginados de las políticas gubernamentales de Leonel Fernández.
El momento se convierte en solemne. Llegan al lugar en un vehículo forrado de negro, vestidos del mismo color, portando un ataúd envuelto en la bandera nacional, como símbolo de la nación sojuzgada y sin derecho a justicia ante la corrupción y el desfalco al que fue sometido el país en los últimos 8 años de gobierno del PLD, después de un juicio alegórico que condenó a 30 años de prisión al exmandatario Fernández.
Desde Moca, recorriendo varias ciudades del Cibao, fueron recibidos por una multitud que emulaba de manera irónica las oraciones más conocidas de la Iglesia Católica como el Padre Nuestro, cambiado a: “Sueldo nuestro que estás en los suelos”. O el “ruega por nosotros”, conocida en las ceremonias de difuntos, cambiada a “Leonel Fernández, nos robó a nosotros”, y con otros funcionarios del anterior gobierno que todavía continúan disfrutando del pastel gubernamental.
Las consignas iban a la par con los rezos. “Danilo, lacayo, los corruptos a Najayo”, constituyeron parte de la expresión popular de los indignados, cuyo número crece día a día, a juzgar por la cantidad de personas que se concentra en cada convocatoria.
La clase media dominicana pierde el miedo, y se atreve a encabezar protestas, especialmente una juventud que no ve con claridad su futuro y que teme a la pobreza como el diablo a la cruz, se han conjugado en una protesta nacional contra la impunidad, la inmunidad y la corrupción.


Ivonne Ferreras/7dias.com.do

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