domingo, 17 de enero de 2010

LAS PANDILLAS RETORNAN A LOS BARRIOS POBRES DE HAITÍ...

Un policía disuade con un arma a un grupo de saqueadores. Efe
Ciudad del Sol Reuters
Actualizado domingo 17/01/2010 05:59 horas

Miembros de pandillas fuertemente armados que en el pasado lideraron la mayor barriada de Haití han retornado con un aire de venganza desde que el terremoto del martes dañó la Penitenciaría Nacional, lo que permitió escapar a 3.000 prisioneros.

La pacificación de Ciudad del Sol había sido uno de los pocos logros indiscutidos del presidente René Preval, desde su asunción en el 2006, hasta que el terremoto devastó a Puerto Príncipe.
"Es natural que vuelvan allí. Este siempre ha sido su lugar fuerte", dijo policía en referencia a la barriada en la que habitan 300.000 personas.

El oficial y otros policías, que pidieron no ser nombrados porque no estaban autorizados para hablar sobre la volátil situación en Ciudad del Sol, dijeron que las pandillas se habían hecho sentir desde el terremoto.

Temor a una oleada de violencia
Si la violencia explotara a gran escala, ante el caos y los saqueos que crecen hora a hora Puerto Príncipe desde el temblor, podría representar un fuerte desafío para restablecer la ley y el orden en la capital haitiana.
Los miembros de las pandillas han sido criminales durante toda su vida. Como parte de leyendas urbanas y populares canciones de rap. Los pandilleros son reconocidos como una clase diferente en los beneficios que reciben tras el terremoto.

Montados en sus motocicletas y cargando rifles y armas que se creen que le quitaron a los guardias de la prisión durante el terremoto, los miembros de la banda incluyen a un asesino a sangre fría conocido como "Blade".
Según comentarios locales, los pandilleros fueron hasta las ruinas del colapsado Ministerio de Justicia de Haití el sábado por la mañana y las prendieron fuego para destruir los registros sobre su historial criminal y encarcelación.

Más allá de lo que haya pasado dentro de la prisión, el recinto no parecía haber sido dañado fuertemente durante el terremoto. No había cuerpos allí y la única señal de vida eran dos perros escondidos en una celda llena de colchones.
De los 3.000 presos que escaparon el martes, muchos eran violentos criminales con un pasado ligado a Ciudad del Sol, una barriada junto al mar que ha sido considerada un potente símbolo del país más pobre de América.

Sembrando el pánico
"Salieron de la cárcel y ahora andan por ahí tratando de robarle a la gente. "Anoche estuvieron disparando todo el tiempo", dijo Elgin St. Louis, una mujer de 34 años que vive en esa barriada.
"Tememos su regreso", dijo otro residente, un joven que dijo llamarse Forrestal Champlain. "Están armados, no tienen moral y pueden hacer cualquier cosa", agregó.

A pesar de la oposición verbal a las pandillas, el resentimiento contra el Gobierno es alto en Ciudad del Sol, que era un bastión de apoyo del ex presidente Jean-Bertrand Aristide.
Las viviendas del lugar aún poseen los agujeros que dejaron las batallas entre las pandillas y los cuerpos de paz de Naciones Unidas, que han estado en Haití desde el 2004 y fueron utilizados por Preval desde su asunción para establecer el control de Ciudad del Sol.

Sin embargo, un residente del lugar dijo: "Preval no manda aquí. No hay nadie a cargo, salvo los jefes (de las pandillas)".

HAITI YA NO EXISTE....

Viva cinco días después
GORKA LEJARCEGI 17-01-2010
Una joven es rescatada con vida por un equipo de ayuda ruso cinco días después del terremoto que asoló Haití el pasado martes.
La anarquía se adueña del país ante la falta de una autoridad que ataje el caos.- Una riada de mujeres y hombres deambulan por las calles y se empiezan a escuchar tiros en el centro de Puerto Príncipe.- La ayuda internacional sigue siendo una anécdota
PABLO ORDAZ Enviado especial, Puerto Príncipe 16/01/2010

El País.com
Cualquier cifra de muertos es falsa. Para que el número de víctimas del terremoto de Haití se acercara algo a la realidad harían falta dos cosas. La primera es que alguien los hubiera contado, supiera cuánta gente estaba comprando a las cinco de la tarde del martes en el supermercado Caribe o cuántos niños de hasta cinco años durmiendo la siesta o jugando en la guardería Le Petit Prince. Pero nadie lo sabe. Tampoco nadie ha contado cuántos cadáveres han sido quemados ya en las esquinas o cuántos continúan abandonados en medio de las calles -el reportero perdió este sábado la cuenta al llegar a 20 tras la primera media hora de recorrido por el centro de Puerto Príncipe-.
La segunda cuestión necesaria es que aquí, en este país antes llamado Haití, hubiese algún tipo de autoridad, municipal o estatal, que tras el seísmo se hubiese hecho cargo de la situación. Pero Haití ya no existe. Su capital sólo es ya un inmenso cementerio en ruinas por el que pasean sin saber hacia dónde millones de personas convertidas en vagabundos.
Ivania y sus dos hijas forman parte de ese ejército silencioso. Al pasar por la puerta de la morgue privada La vida eterna se tapan la nariz con sus camisetas. Seis cadáveres sin siquiera cubrir se agolpan en el garaje sin rejas de la funeraria. Uno más está tirado en plena acera. Después de cuatro días al raso, tal vez sea mejor no describir su estado ni el olor que desprenden. Dicen los vecinos con naturalidad que los cuerpos están ahí porque ya dentro no caben más. Ivette se santigua y relata: "Esta ropa que llevo puesta y estas dos hijas que me acompañan son todo lo que tengo. De mis otros cinco hijos no he vuelto a saber desde el día del terremoto". Cuando se le pregunta adónde se dirige, Ivania responde lo que todos: "No sé. A intentar buscar algo de comida. Hace días que no he probado nada".

Todo el mundo habla del número probable de muertos, del último niño rescatado milagrosamente por un bombero europeo que sale sonriente en los telediarios o de la inminente llegada de Hillary Clinton y de sus 10.000 soldados. Pero nadie habla de esa riada interminable de mujeres y hombre silenciosos que deambulan como sonámbulos por una ciudad que, mal que bien, era la suya.
Sabían a dónde dirigirse cuando tenían un problema de tráfico, o de salud, o cuando querían comprar un medicamento o un pantalón para sus hijos. Ya nada de eso es posible. El terremoto se llevó hasta el último resquicio de vida cotidiana. Lo hizo en menos de un minuto, pero con una eficacia mayor que muchos meses de bombardeo.
Tampoco están las autoridades. Ninguna.
La última imagen del presidente René Preval es la de un hombre que balbuceaba ante las cámaras, sin corbata y con los pantalones sucios, que había tenido que abrirse paso entre cadáveres, eso dijo, y que esa noche, la primera tras el terremoto, no sabía dónde iba a dormir. Pero ya han pasado cuatro días con sus noches y nadie sabe a ciencia cierta dónde está Preval ni quién manda en Haití. Tal vez no se sabe porque ya no manda a nadie. O porque, como dice Bernard, un funcionario haitiano que acompañó al reportero en su recorrido por Puerto Príncipe, "el país ha desaparecido, Haití ya no existe".
Sólo existen cadáveres y gente que anda, y niños rotos que lloran toda la noche junto a la tapia del hotel, fundiéndose su dolor con el sueño, con las imágenes repetidas de los cadáveres sin sepultura. Lo que queda de Haití se resume en los carteles improvisados que, en francés y en inglés, van apareciendo en las calles. Dicen: "Necesitamos ayuda". Pero nadie parece leerlos, porque cuatro días después del terremoto la ayuda internacional sigue siendo una anécdota, gestos de buena voluntad descoordinados, sobrepasados, impotentes. Son dos bomberos franceses llegados de Niza que solos y sudorosos introducen una y otra vez sus cuerpos por el esqueleto de un edificio que ya ha arrojado 20 cadáveres. Son unas enfermeras belgas que hacen lo que pueden ante una avalancha de gente que implora un calmante para sus hijos. La misma avalancha que se agolpa ante la puerta de una base militar controlada por la ONU cercana al aeropuerto. Son personas enfermas y heridas que quieren acceder al hospital de campaña instalado allí. Una mujer con muletas, otra con la cabeza vendada, una tercera apoyada en otra más joven, probablemente su hija. El guarda de la puerta va a dejarles entrar, pero un soldado de la ONU llega entonces, se interpone entre la veintena de heridos y el guarda y grita:
-No deje entrar más heridos.

El del fusil obedece y cierra la puerta. Luego, como si su actitud necesitara de una explicación, el soldado de la ONU dice: "Es que ya no hay más medicamentos". Hasta este sábado al menos, la ayuda internacional sólo era buena voluntad y poco más. Su imagen más gráfica es la de un camión lleno de bomberos de Los Ángeles con sus trajes azules impolutos y sus cascos amarillos relucientes varados en medio de un caos de tráfico, de gente que quiere huir del infierno en autobuses atestados. De un infierno que empezó a perder la calma. Se escucharon tiros en el centro de la ciudad. En una calle que antes era comercial y ahora es el decorado imposible de una película de dolor y miedo.

REPUBLICA DOMINICANA SE VUELCA EN AYUDA A HAITIANOS...


Ramón Pérez Reyes - 1/17/2010

Tragedia. Filas interminables de damnificados se forman cada día en los centros de acopio de ayudas instalados en Puerto Príncipe

Puerto Príncipe.- El pueblo dominicano se volcó este fin de semana en ayuda a sus vecinos de Haití, nación que quedó en una situación crítica tras el sismo de 7.3 grados del pasado martes.

Distintas instituciones estatales enviaron sus representantes hasta esta capital para traer comida, agua, medicina, ropas y otros artículos a sus habitantes. Lo mismo hicieron emprezas privadas y hasta personas particulares que vinieron desde diferentes puntos de la República Dominicana con su aporte. Igual hicieron ciudadanos extranjeros que utilizaron el territorio nacional para ir hacia Haití y colaborar con sus pobladores.

Desde las primeras horas de la mañana una larga caravana partió desde el territorio donde están ubicadas las oficinas de las aduanas dominicanas y ya en terriorio haitiano fue conducida por soldados de la Minustah hacia un centro de acopio de estas ayudas ubicado en la cercanía del aeropuerto internacional de la ciudad.

La primera dama Margarita Cedeño de Fernández visitó el hospital Rafael Melenciano de Jimaní, para enterarse del estado de los heridos procedentes de Haití, y dispuso que su Despacho provea medicamentos y otros recursos para que puedan recibir a todos los afectados por el sismo que acudan a procurar servicios a ese centro asistencial.
Después la Primera Dama se reunió en la fortaleza de Jimaní con el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio, quien le explicó las labores que se realizan para colaborar con los damnificados y otras gestiones propias de los cuerpos castrenses en la frontera.

Cedeño de Fernández anunció que promoverá una reunión con las primeras damas iberoamericanas para recabar fondos por un largo período destinados a la rehabilitación del pueblo haitiano. Igualmente procurará con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF- instaurar en Haití el Programa de Recuperación Social y Emocional, sobre todo para los niños que perdieron sus ascendientes.

También gestionará con el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo que sicólogos de esa centro se instalen en Haití durante un tiempo prudente, para ofrecer soporte y ayuda emocional a la niñez huérfana como consecuencia del cataclismo.
La Primera Dama estuvo acompañada por los secretarios de Salud Pública y de Trabajo, Bautista Rojas Gómez y Max Puig, y por el de la Juventud, Franklyn Rodríguez. Luego sobrevoló el territorio haitiano para contactar la magnitud de la tragedia.

Mientras que Peña Antonio informó que fue designado un estado mayor permanente en la sede del Ejértico en Jimaní, para coordinador todo el apoyo logístico al vecino país. Explicó que el presidente Leonel Fernández ha estado dirigiendo paso a paso todas las acciones para ayudar a esa nación.
Ayuda y tapón La gran cantidad de personas que visitó ayer esta capital agravó la dramática situación del tránsito.
Los vehículos duraban horas para llegar al centro de la ciudad en medio de los taponamientos, mientras que en Jimaní no había lugar donde dormir porque los hoteles estaban llenos. Pese a la advertencia de que las ayudas se canalicen por vía de los organismos correspondientes, muchas personas hacían sus entregas de manera particular, exponiéndose al peligro de ser atacado por turbas hambrientas.

MADRE DOMINICANA AMAMANTA NINOS DE HAITÍ LESIONADOS....

Fraternidad. La madre dominicana Sonia Marmolejos da el seno a un bebé haitiano que sufrió lesiones en su cráneo durante el terremoto que azotó a Puerto Príncipe el pasado martes, y cuya madre se encuentra en estado de gravedad en el hospital de Jimaní.
Madre dominicana amamanta niños de Haití lesionados
Viviano de León - 1/17/2010
Listín Diario

SONIA MARMOLEJOS DEJÓ EN SU CASA A SU BEBÉ Y SE TRASLADÓ AL HOSPITAL DARÍO CONTRERAS DONDE HAY MÁS DE 20 INFANTES AFECTADOS DEL SISMO

Santo Domingo.- Sonia Marmolejos dejó en su casa a su bebé recién nacido, tomo un autobús del transporte público y se trasladó al hospital Darío Contreras, para amamantar a niños haitianos víctimas del terremoto que están internos en ese centro traumatológico. La madre dominicana alimentó a varios de los más de 20 niños del vecino país internos en el Darío Contreras por lesiones que sufrieron al sus viviendas en Puerto Príncipe, fruto del devastador sismo.

Su rostro mostraba una gran satisfacción mientras daba el seno a un bebé con un profundo golpe que le hundió parte del cráneo y cuya madre está interna en estado de gravedad en el hospital de Jimaní.

“Me enteré de que aquí había niños haitianos muy recién nacidos y vine a ver en que podía ayudar y le estoy dando el seno este niño, éste no es el mío, tengo uno pequeño, pero estoy aquí ayudando, dándole el seno”, precisó.
Sonia, de pocas palabras, pero al parecer con un gran sentimiento humanitario, no especificó el tiempo que estaría en el hospital, ni si volverá en otras ocasiones.
En el Darío Contreras hay cerca de 84 haitianos con problemas severos, incluyendo piernas y brazos amputados, y de ese total hay 20 niños ubicados en salas bien higienizados y cuidadas. Solo ayer cinco fueron intervenidos quirúrgicamente, incluyendo el bebé que era amamantado por Sonia al momento de la visita de reporteros de LISTÍN DIARIO.
Diferente a los niños que por su edad no tienen ese tormento, la principal preocupación de muchos de los haitianos adultos internos en este centro asistencial, no es lograr curarse de sus lesiones, sino qué harán cuando regresen a su país, donde sus viviendas colapsaron y sin saber del paradero de sus familiares.

De los adultos internos, el 33 por ciento son mujeres y los restantes hombres, pero en su mayoría perdieron casi a todos sus familiares y muy pocos tienen quién los procure o los albergue luego de que los médicos les den de alta.

Esa es la situación de los internos Luciene Celuus y Lolo Juan Junior, quienes a través de un intérprete expresaron a LISTÍN DIARIO que cuando se sanen volverán a su país, porque esa es su única patria, pero que “iremos sin rumbo porque no nos quedó nadie”.
Luciene tiene severos traumas en la cabeza, mientras que Lolo, quien no pudo contener las lágrimas, perdió una pierna que quedó aplastada por una pared.

El movimiento en el Darío Contreras es constante y los pacientes son atendidos hasta en los pasillos. Los médicos trabajan con entusiasmo y los estudiantes haitianos residentes en el país también aportan su cuota de asistencia como intérpretes, mientras que los que estudian medina asisten a los galenos del centro.

Cerca del mediodía cinco de los niños eran intervenidos quirúrgicamente como parte de los esfuerzos para salvar sus vidas.

En medio de las precariedades, debido a que el hospital ha aceptado pacientes por encima de su capacidad, las autoridades del centro buscan alternativas y tocan las puertas de amigos que puedan colaborar para albergar a los pacientes que ya pueden recibir atenciones ambulatorias.
GESTOS HUMANITARIOS EN FAVOR DE PACIENTESPersonas voluntarias como el artista Rubby Pérez y Luis Ángeles habilitaron una vivienda próximo centro de salud donde tienen albergados a unos 7 pacientes que son atendidos por varios médicos y voluntarios. En el lugar hay representantes de la Cruz Rojas y el Cuerpo de Bomberos.
De acuerdo con los detalles gran parte de los pacientes han sido dados de alta pero pernoctan en una sala especial habilitada en el área de la emergencia vieja del centro mientras pueden ser reubicados hasta devolverlos a su país.

Según las autoridades del centro ese tipo de paciente nunca había visitado la Republica Dominicana por lo que no saben hablar ni entienden el español.
Se informó que las autoridades de salud conjuntamente con el voluntariado que dirige Sor Bernardina Vásquez, trabajan en las gestiones de trámites para el momento en que esos pacientes tengan que ser devueltos sanos a su país de origen.
Sor Bernardina Vásquez quien hace 27 años dirige la Asociación de Voluntarios del hospital Doctor Darío Contreras, aprovecho la ocasión para pedir a los voluntarios y personas en general a que lleven y colaboren con ropas, comida, y todo lo que puedan.

Afirmo que tiene el inconveniente de que quienes van a atender a familiares y pacientes necesitan ropa y comida para cambiarse en el centro.
“En cuanto a los niños estamos solicitando mochilas para poder prepararle un bolso con algo de higiene, pasta de diente cepillo para cuando salgan de aquí puedan llevarse algo a sus casas ya que ellos no tienen nada”, apunto Sor Vásquez.

DECRETAN TOQUE DE QUEDA EN HAITÍ ANTE INSEGURIDAD....

Desesperación. Los saqueos y desórdenes en el proceso de la entrega de ayudas se han multiplicado en Puerto Príncipe.

Un haitiano gesticula ante un militar estadounidense que participaba ayer en un reparto de alimentos para damnificados del sismo en una calle de Puerto Príncipe, Haití.
Desconsuelo. Cientos de damnificados del terremoto se mantienen en campamentos y en las calles del entorno del colapsado Palacio Presidencial a la espera del suministro de alimentos y otras ayudas

TAPONAMIENTOS
Ramón Pérez Reyes - 1/17/2010
Listín Diario

EN MEDIO DE LA DISPOSICIÓN OFICIAL HIEREN A DOS COMERCIANTES DOMINICANOS

Puerto Príncipe, Haití.- Las autoridades haitianas decretaron un toque de queda en esta ciudad debido al clima de inseguridad que prevalece en las noches, que aprovechan saqueadores armados para robar en comercios y casas particulares. La medida fue dispuesta por la Fuerza de Seguridad de las Naciones Unidas (Minustah) y el jefe de la Policía haitiana, Mario Andresol, para poder garantizar la seguridad en esta capital, que antes del sismo tenía una población estimada en tres millones de personas.

En medio de la disposición, dos comerciantes dominicanos fueron heridos a tiros, uno de ellos de gravedad, en un sector de esta capital, después de que este sábado vinieron desde San Juan de la Maguana a traer ayuda a los afectados.
Después de las 6:00 de la tarde ningún particular puede transitar por las calles, facultad que solo tienen los miembros de la seguridad, y los helicópteros no podrán sobrevolar después de las 6:22 de la tarde.

Debido a la falta de energía eléctrica las noches oscuras constituyen un peligro en la capital haitiana.

Largas filas y taponamientos se producen en los alrededores de las estaciones de expendio de combustibles, lo que hace más dramática la situación de los habitantes en Puerto Príncipe. La desesperación de la gente hace que la entrega de raciones alimenticias sean jornadas de desorden, que muchas veces terminan en violencia y saqueos.

Las autoridades dominicanas instalaron un centro de acopio en la avenida Toussaint Louverture, en los alrededores del aeropuerto internacional, donde se canalizan las ayudas oficiales. En los alredores de ese lugar, donde funcionaba la Zona Franca Internacional de Haití (Zonapi), se ven largas filas de personas en busca de alimentos, lo que muchas veces ponen en apuros a los soldados de la Minustah encargados de poner el orden.

Hieren comerciantes Los comerciantes dominicanos heridos por balas de escopetas son Carlos Gatas y Milton Matos, quienes se trasladaron de San Juan de la Maguana para entregar ayuda de manera particular.

Según narró Fausto Alvarado, de la unidad de radioafionados dominicanos que están en Haití, cuando se encontraban en el local de la embajada entró una señora dominicana manejando una yipeta de manera rápida y comunicó que trajo dos heridos.

Agregó que luego del vehículo salió un hombre y se tiró al suelo con una herida de bala en la espalda y después salió otro con varios balazos en el pecho y la cara ensangrentada.
En el lugar fueron socorridos por una unidad de la Secretaría de Salud Pública y luego trasladados en ambulancia a otro lugar.

Se informó que uno de ellos fue traslado gravamente herido a Barahona, donde su estado de salud es muy delicado. El otro hombre con heridas menos graves, fue dejado en una unidad médica de la Minustah.

Algunos sectores han comenzado a criticar los problemas de “coordinación” para la distribución de la ayuda humanitaria.

PREVAL SE QUEJA POR MALA COORDINACIÓN El presidente de Haití, René Préval, destacó la respuesta internacional, pero se quejó de la mala coordinación en la entrega de la ayuda que llega a diario desde el exterior.
“Necesitamos la ayuda internacional, pero el problema es la coordinación”, declaró el mandatario en una entrevista con la prensa internacional.

Préval destacó que 74 aviones que venían de varios países, entre ellos Estados Unidos, Francia y Venezuela, llegaron en un solo día al saturado aeropuerto de Puerto Príncipe.

“Lo que vamos a hacer (...) es pedirle a los donantes que trabajen con comités que establecimos en el seno del gobierno”, indicó Préval, que estableció la sede temporal del gobierno en una comisaría próxima al aeropuerto internacional de Puerto Príncipe -bajo control de Estados Unidos-, debido a la destrucción de varios edificios públicos, incluido el palacio presidencial.
La ONU lanzó el viernes un llamado a la comunidad internacional para recolectar 560 millones de dólares con destino a las víctimas.

viernes, 15 de enero de 2010

NO SE SABE DONDE ESTÁN MAS DE 100 DOMINICANOS...

Solidaridad. El presidente Leonel Fernández y el embajador en Haití, Rubén Silié, durante la visita del mandatario ayer a ese país
Desolación. Cientos de personas permanecen en las calles de Puerto Príncipe, en medio de la destrucción provocada por el devastador terremoto que afectó a Haití el pasado martes con una intensidad de 7 grados en la escala de Richter

LA TRAGEDIA
Javier Valdivia y Ramón Pérez Reyes - 1/15/2010
LISTÍN DIARIO

RESCATAN LOS CADÁVERES DE OTROS DOS INGENIEROS Y LA EMBAJADA DE RD EN HAITÍ HA ESTABLECIDO UN PLAN PARA RASTREAR A NUESTROS RESIDENTES TRAS EL TERREMOTO

Desolación. Cientos de personas permanecen en las calles de Puerto Príncipe, en medio de la destrucción provocada por el devastador terremoto que afectó a Haití el pasado martes con una intensidad de 7 grados en la escala de Richter.
Solidaridad. El presidente Leonel Fernández y el embajador en Haití, Rubén Silié, durante la visita del mandatario ayer a ese país.
Puerto Príncipe.- La posibilidad de que más de cien dominicanos hayan muerto en el terremoto que sacudió Puerto Príncipe el pasado martes crece a medida que pasan los días, aunque hasta ayer había un balance oficial de cinco muertos.
Un censo elaborado el año pasado determinó que 850 ciudadanos procedentes de República Dominicana viven en Haití. Sin embargo, se trata sólo de personas registradas ante la sede diplomática y no el grueso de residentes que podrían llegar a 6,000 dominicanos, y hasta 15,000 según los menos conservadores.

Hasta el momento se ha registrado la muerte de los ingenieros José Medina, Manuel Lora, Luis Bolívar Núñez y Guillermo Peña, y un ciudadano sólo identificado como Domingo, quien a pesar de ser rescatado por militares dominicanos tras cuatro horas de labor, llegó moribundo a la Embajada Dominicana.

Las mujeres
Entre 500 y 600 dominicanos viven en Puerto Príncipe, de los cuales, sólo la minoría reside en Petion Ville, una zona acomodada de la ciudad. Muchos decidieron situarse en lugares como Carrefour, Delmas, Bourdeaux y Canapé Vert, zonas que prácticamente resultaron destruidas por el terremoto.

“Yo sé que hay unos diez prostíbulos en la capital, donde hay muchas dominicanas. Sólo uno que queda en Martinsen (otro de los sectores afectados) quedó en pie”, dijo a LISTÍN DIARIO Gloria Pérez Guzmán, una dominicana que reside en Puerto Príncipe desde hace casi 22 años.

En un prostíbulo suelen trabajar hasta veinte muchachas, la mayoría de ellas dominicanas.

Aparte de la prostitución, muchos dominicanos se dedican a trabajar en salones de belleza, a la actividad comercial o laboran contratados para compañías privadas. En Petion Ville, afirmó Pérez, un salón se vino abajo con por lo menos tres dominicanas.

Plan de rastreo
El embajador dominicano en Haití, Rubén Silié, dijo el pasado miércoles que la representación estableció un plan para rastrear a los residentes dominicanos y confirmó la muerte de sólo tres personas.

Hasta el momento unos sesenta refugiados pudieron abandonar Puerto Príncipe a partir del puente aéreo establecido en la Embajada, y muchos pudieron haber salido por carretera y por otros medios.
Ayer, más de medio centenar, dedicado en Haití a diversas ocupaciones, se había concentrado en la sede diplomática.

“No he visto cosa parecida”, dijo a LISTÍN DIARIO Juana Corporán, una dominicana que radica en Puerto Príncipe hace dos años y que fue sorprendida por el sismo el martes pasado.
“A las 3:00 de la mañana llegó un tractor para remover los escombros, pero no pudieron hacer nada. Luego viene a la Embajada”, agregó Corporán.

Otros dos ingenieros
A pesar del esfuerzo que por más de veinte horas hicieron sus compañeros para rescatarlo, los dos trabajadores dominicanos murieron bajo los escombros de la edificación que alojaba la empresa constructora Elsamex-Mera, Muñoz, Fernández, S.A.
Con la muerte de Luis Bolívar Núñez y Manuel Lora, suman cuatro los dominicanos muertos en este caso y ocho en total. Cuatro nacionales haitianos, entre ellos una secretaria, una supervisora y dos empleados de sexo masculino, murieron al quedar atrapados en los escombros del edificio.

Núñez era el gerente administrativo y Lora el contable de la empresa cuyos propietarios son de la ciudad de Santiago de los Caballeros, donde está la sede central. Los cadáveres fueron despachados hacia la República Dominicana.
Antes habían rescatado los cuerpos sin vida de los ingenieros José Rafael Medina y Guillermo Peña, gerente general y encargado del proyecto, respectivamente. La compañía dominicana construye en Haití la carretera Mirebalais-Puerto Príncipe y desde hace varios años está asentada en este país.

Sin embargo, los brigadistas lograron rescatar con vida a dos empleados de nacionalidad haitiana, entre ellos, Jimmy Saint Lois, quien fue enviado al hospital de Jimaní, en el territorio nacional.
TERREMOTO DEL MARTES Y LAS CONSECUENCIAS
Un terremoto de magnitud 7 grados en la escala de Richter devastó en la tarde del martes el oeste de Haití.
La ciudad más afectada es la capital Puerto Príncipe, donde centenares de edificios se derrumbaron con miles de personas en su interior, incluyendo el Palacio Presidencial, el palacio del Parlamento, la sede de la ONU, la catedral de la iglesia Católica, escuelas, hoteles, hospitales y bancos.
Las consecuencias del sismo han sido “catastróficas” y todavía siguen sin conocerse las cifras oficiales de muertos y heridos, aunque se afirma que el balance final “puede ser de cientos de miles”.
Ayer por lo menos siete mil cadáveres fueron sepultados.
Los testimonios que llegan desde Haití dibujan un panorama de destrucción y caos, especialmente en Puerto Príncipe. El martes en la tarde todo comenzó a temblar, la gente gritaba y las casas y edificaciones comenzaron a derrumbarse. Rescatistas y familiares siguen buscando a los muertos debajo de los escombros. Los cadáveres se amontonan por todas partes, mientras la ayuda internacional ha comenzado a llegar de las diferentes partes del mundo, especialmente desde República Dominicana.

CONFIRMAN ENTIERRO DE 7 MIL CADÁVERES...

CRISIS
Javier Valdivia y Ramón Pérez Reyes - 1/15/2010
LISTÍN DIARIO

Dolor. Miles de haitianos que han perdido a sus familiares lloran desconsolados por la tragedia provocada por un poderoso terremoto.

Puerto Príncipe.- La situación en esta capital haitiana comienza a entrar en una etapa crítica a pesar de que este jueves comenzaron a llegar los socorristas y las ayudas internacionales.

Las autoridades confirmaron el entierro de siete mil cadáveres levantados de las calles haitianas mientras que otros están a la intemperie y comienzan a estar en estado de descomposición, amenazando con desatar epidemias. La escasez de combustibles comenzó a hacerse sentir y largas filas se producen en las estaciones de expendio.

En las noches no hay energía eléctrica y la oscuridad dificulta las labores de socorro.
Tal vez la principal dificultad para la labor de los representantes de los organismos internacionales y socorristas son los largos entaponamientos de vehículos que impiden que las ayudadas puedan llegar con la rapidez necesaria, a pesar de la colaboración que hace en ese sentido la Minustah.

Tapones de horas se producen en las más importantes avenidas de esta ciudad como Toussaint Louverture y Delmas. El agua, vital líquido para la vida de la gente, es racionada o vendida en algunos lugares. Por tal sentido se inició un operativo de entrega de “agua en fundita”.

“Sepultados vivos”
Una de las situaciones más dramáticas la sufren las personas que permanecen bajo los escombros, a pesar de que aún están con vida.

En uno de estos casos, un grupo de personas que fue sepultada por las edificaciones del Shodu Plaza, se comunicaron por teléfono con parientes para pedirles que le ayuden, decirles que estaban vivos y que les lleven agua.

El Shodu es una plaza comercial de cinco niveles, situada en el Route Frere Delmas 105, que se desplomó en el momento que tenía varios clientes.
Hay numerosos casos de personas que están vivas a pesar de que han pasado más de dos días del sismo. La carencia de materiales logísticos impidió el rescate en las primeras horas, sin embargo ayer llegaron rescatistas extranjeros, con perros amaestrados para esa labor.

En contraposición, son comunes las historias de reencuentros entre parientes o amigos a quienes se consideraban muertos. Otros en cambio solo se aferran a la esperanza de encontrar los suyos con vida.

PRESIDENTE FRANCÉS NICOLAS SARKOZY VIENE A DOMINICANA Y A HAITÍ...

Agencias - 1/15/2010

Sede. Fuerzas de la MINUSTAH buscan sobrevivientes en la sede.

París.- El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, indicó ayer que “en las próximas semanas” viajará a Haití, aprovechando una visita ya prevista a la isla de Martinica y a República Dominicana.

La información se ofreció ayer, durante las gestiones del mandatario galo con su homólogo estadounidense, Barack Obama, quienes acordaron ayer jueves unir esfuerzos y trabajar “juntos” para ayudar a la población de Haití tras el terremoto del martes, así como la celebración de una conferencia internacional de donantes para recaudar dinero.
Los mandatarios destacaron en una conversación telefónica la importancia de “socorrer” a las víctimas del seísmo de 7 grados que el pasado martes devastó Puerto Príncipe y otras localidades haitianas. Para responder a esta “emergencia humanitaria”, Sarkozy y Obama apostaron por “coordinar estrechamente e intensificar sus esfuerzos sobre el terreno para salvar vidas, ayudar a los heridos y buscar y prestar asistencia a las personas desaparecidas”, según un comunicado del Elíseo difundido a última hora del día.

Los presidentes galo y norteamericano defendieron la celebración “sin retraso” de una conferencia internacional para contribuir a la reconstrucción y el desarrollo del empobrecido país caribeño.

Por este motivo, Sarkozy tenía previsto dialogar con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper. “Haití no tiene vocación de ser un país mártir.
Esta nueva tragefia puede ser la última si la comunidad internacional se moviliza para ayudar a este país”, subrayó el jefe de Estado, que anunció el envío a Haití de dos buques militares franceses, uno de los cuales cuenta con dos quirófanos.

PREVAL> LEONEL "TOCO LAS PUERTAS DE MI DESPACHO"....

Presidentes. “Este terremoto, que tanto daños hizo, sirve para demostrar que tipo de colaboración es la que debemos tener los dos países”, expresó el presidente de Haití, René Preval, tras recibir la visita del mandatario dominicano, doctor Leonel Fernández.

Javier Valdivia y Ramón Pérez Reyes - 1/15/2010

DUELO. EL PRESIDENTE FERNÁNDEZ DECRETÓ HOY Y MAÑANA COMO DÍAS DE DUELO NACIONAL

Presidentes.
“Este terremoto, que tanto daños hizo, sirve para demostrar que tipo de colaboración es la que debemos tener los dos países”, expresó el presidente de Haití, René Preval, tras recibir la visita del mandatario dominicano, doctor Leonel Fernández.
Puerto Príncipe.- El presidente haitiano René Preval agradeció la presencia, la solidaridad y el apoyo recibido por parte del presidente de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández, y expresó que quedó gratamente sorprendido cuando le tocaron la puerta de su despacho para decirle que el mandatario dominicano le buscaba.

Preval precisó que el dominicano es el primer mandatario que visita esa nación tras el terremoto lo que demuestra las relaciones entre los dos países.
“Yo estaba trabajando esta mañana, en mi despacho, y me anunciaron que el presidente Leonel Fernández estaba en la puerta del despacho. No me avisaron antes”, dijo Preval, quien explicó que él se estaba preparando para visitar la República Dominicana antes de que ocurriera el sismo

Leonel
“Lo que debemos hacer ahora es concentrar nuestra ayuda a Haití”, dijo el mandatario luego de llegar a la capital haitiana a las 11:35 de la mañana y de entrevistarse con el embajador dominicano en Haití, Rubén Silié.

Fernández agregó que “el daño causado está muy concentrado en la zona de Puerto Príncipe”, hecho que según el gobernante aminora “el potencial de ese flujo migratorio”.
Fernández se dirigió luego al aeropuerto internacional Toussent Louverture, donde se reunió con el presidente Preval y el primer ministro Jean Max Bellerive. El gobernante dominicano se refirió también a la ayuda que República Dominicana está ofreciendo al pueblo haitiano y a los sectores en que ha enfocado su asistencia.

A la Embajada Dominicana llegaron los secretarios de Obras Pública, Víctor Díaz Rúa; el de Salud, Bautista Rojas, y el director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, Félix Bautista. Más temprano, el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio dijo a LISTÍN DIARIO que República Dominicana había movilizado hasta ayer a 723 personas entre personal de defensa civil, cruz roja y otros organismos de socorro, en respuesta a la decisión adoptada por el Ejecutivo de acelerar la asistencia al vecino país.“La situación en este país es calamitosa”, afirmó.

DE RENÉ PREVAL A LEONEL FERNÁNDEZ
TESTIMONIA AFECTOS ENTRE LOS DOS PAÍSES
“Este terremoto, que tanto daño hizo, sirve para demostrar qué tipo de colaboración es la que debemos tener los dos países”, proclamó el mandatario en el aeropuerto de esta ciudad y donde el embajador dominicano, Rubén Silié, fungió como traductor.

Dijo que hay muchas personas que se aferran solo a ver los problemas entre las dos naciones, pero la visita de Fernández demuestra el afecto entre ambas.
Destacó que el esfuerzo en ayudar del presidente Fernández para llegar a Haití es una muestra inequívoca de la gran amistad del gobernante dominicano y el empeño que tiene para que se mitigue el problema que hoy tienen.

El mandatario haitiano argumentó que esos gestos de amistad y solidaridad muestran que ambas naciones que componen la isla la Hispaniola deben trabajar juntos por un mejor porvenir de sus ciudadanos.

“Los dos países deben de trabajar, sembrar juntos, porque por mas que pasen, siempre vamos a estar juntos. Si no hay estabilidad en Haití hay problemas en República Dominicana”, añadió.

OBAMA LLAMÓ ANOCHE A LEONEL FERNÁDEZ PARA CONVERSAR SOBRE LA SITUACIÓN HAITIANA....

Viernes 15 de Enero del 2010, actualizado 3:24 AM

Los presidentes de la República Dominicana, Leonel Fernández, y de los Estados Unidos, Barack Obama, en un encuentro internacional.
1:23 AM Santo Domingo.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comunicó anoche con el presidente Leonel Fernández para expresarle su preocupación por la situación haitiana y decirle que estaba de acuerdo con la propuesta hecha en Haití a René Préval de elaborar un plan a largo y mediano plazo para la recuperación del vecino país. La información la ofreció a LISTÍN DIARIO, el director de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia, Rafael Núñez.
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VÍA TELEFÓNICA
Obama y Leonel hablan sobre Haití
Néstor Medrano - 1/15/2010

Santo Domingo.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comunicó anoche con el presidente Leonel Fernández para expresarle su preocupación por la situación haitiana y decirle que estaba de acuerdo con la propuesta hecha en Haití a René Préval de elaborar un plan a largo y mediano plazo para la recuperación del vecino país.
La información la ofreció a LISTÍN DIARIO, el director de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia, Rafael Núñez, quien explicó que el jefe de Estado dominicano había expresado al gobernante norteamericano una relación en detalle de la situación de desastre en la que quedó Haití, luego del terremoto.
La llamada de Obama se produjo pasadas las diez y media de la noche.
“El Presidente de Estados Unidos está muy preocupado con lo que está sucediendo en Haití y está interesado en que la ayuda llegue con prontitud. Estuvo de acuerdo con una propuesta que hizo Fernández al presidente y al primer ministro haitianos para que se aplique un programa de largo y mediano plazo de recuperación de Haití”, mencionó el vocero del Gobierno.

Núñez explicó que serán utilizados el muelle de Barahona y el aeropuerto María Montez para agilizar la ayuda destinada a los damnificados. Desde aquí la ayuda sería llevada al centro de acopio y luego hacia Haití. “El Presidente le habló de la situación calamitosa que vio y de lo que le explicaron el presidente y el primer ministro de Haití”, agregó.
Vicepresidenta de España
Núñez también informó que el presidente Fernández Reyna recibió la llamada de la vicepresidenta de España, María Teresa Fernández de la Vega, quien se interesó en saber, en nombre del gobierno español y del presidente Rodríguez Zapatero, cuál es la situación real de Haití.

Informó que viene al país el próximo martes y estuvo de acuerdo con el plan de mediano y largo plazo y con los puntos establecidos para canalizar la ayuda.
“Ella vendrá el martes a República Dominicana para reunirse con el presidente Fernández y el primer ministro de Haití y hablar del plan, que sea sostenible”, expuso.

Núñez refirió que Obama estaba muy preocupado por la situación que vive la nación haitiana, por lo que el mandatario dominicano le hizo una relación de los hechos, así como le expresó lo hablado con Préval en esa nación y del estado de ánimo que hay en la atmósfera, luego del terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter.
La misma explicación fue requerida por la vicemandataria española, quien estableció un contacto para transmitir el interés que tenía el Gobierno español de que la ayuda y los gestos de solidaridad se materialicen sin mayor tardanza. Núñez expuso que el presidente Fernández había planteado el plan de largo y mediano plazo de recuperación a las autoridades haitianas, convencido de que se debe elaborar un programa sostenible.

Solidaridad
En el decreto emitido anoche por el presidente Leonel Fernández se declaró hoy y mañana días de Duelo Nacional, con lo que, la disposición implica que durante estos días las banderas deberán ser colocadas y permanecer a media asta en todos los edificios y centros oficiales tanto nacionales como municipales y quedaron suspendidas todas las actividades oficiales de carácter festivo.
Esta decisión estuvo basada en que el terremoto ocurrido en la República de Haití ha causado en la ciudad de Puerto Príncipe, la pérdidas de vidas humanas, la destrucción total de los principales edificios que albergan la administración del Estado y de cientos de edificaciones de uso comercial y familiar. Del mismo modo el Gobierno tomó en cuenta que el siniestro causó profunda consternación, por lo que se considera en el deber moral de dejar constancia de su dolor y de su solidaridad con Haití.

El presidente Fernández Reyna viajó hacia Haití ayer, interesado en percatarse de manera personal de la situación de ese país.
El presidente de Francia, anunció que convocará a los líderes de Canadá, Estados Unidos y Brasil para iniciar la reconstrucción de Haití.
Asimismo el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, dispusieron ayudas millonarias para contrarrestar la dolorosa situación por la que atraviesa el país más pobre del Caribe.

Obama dispuso en su país que Haití sea considerado como prioridad nacional, y que esté en la agenda de las situaciones más importantes de la agenda gubernamental.
Fernández Reyna, dijo Núñez, está muy pendiente del ritmo con el cual llega la ayuda humanitaria.

EL MIEDO Y EL DOLOR SE FUNDEN EN PUERTO PRINCIPE...



El enviado especial de EL PAÍS, Pablo Ordaz, cuenta sus primeras impresiones sobre la devastación que asola la capital haitiana tras el terremoto del martes
PABLO ORDAZ Puerto Príncipe (Enviado especial) 15/01/2010


A tres calles del aeropuerto, un trozo de plástico apenas consigue ocultar los tres primeros cadáveres. Durante las dos horas siguientes, en un trayecto a veces imposible hacia el centro de Puerto Príncipe, todas las esquinas sin excepción van ofreciendo al recién llegado una postal dramática de lo que aquí sucedió el pasado martes. De lo que sucedió y de lo que sigue sucediendo. Porque aún más que los cadáveres sin enterrar, que los hospitales y colegios que se desplomaron por completo sobre sí mismos, lo que más impresiona es el silencio. El silencio y un gesto. El silencio de los ancianos y de los niños heridos que esperan sin demasiadas esperanzas que alguien los atienda. Y el gesto de un hombre que con sus manos desnudas arranca las vigas de hierro de un supermercado de la avenida Delmas. De pronto, se gira hacia la multitud que lo observa y se lleva un dedo a la boca pidiéndole, ordenándole, silencio. El hombre ha creído escuchar una voz que pide ayuda.
Una voz que, todavía, clama en el desierto. Porque en el aeropuerto de Puerto Príncipe son muy pocos los aviones de ayuda internacional que descargan víveres o alimentos. Y en las dos horas largas de recorrido hacia el centro de la ciudad, no parece que los haitianos estén recibiendo aún mucho consuelo internacional. La gente pasea silenciosa por las calles, intenta conseguir algo de comida o se para a mirar ante el cadáver impresionante de UN supermercado donde se trabaja hasta que se hace de noche porque se siguen escuchando gritos que llegan desde los escombros o tal vez desde el deseo. Porque con el paso de las horas, las posibilidades de encontrar supervivientes se van adelgazando cada vez más. De lo que no hay duda es de que el recuento de cadáveres llevará aún mucho tiempo. Lo cierto es que en la capital de Haití, la gente no conjuga la tragedia en pasado. Todavía se siguen produciendo réplicas, la tierra sigue temblando, 20 veces desde el gran sismo del martes, y cuando eso sucede, dice Pierre Marquise, un vecino de la calle Maranata, la gente llora. "Llora", dice Pierre, "y se pone a llamar a Jesús". Pero Jesús no acude. Si lo hiciera sería tal vez la primera en la historia de Haití, el país más pobre de América, que ya es decir.
Bajo un toldo, al final de la calle, está la familia de Pierre. Una familia de 30 miembros. El mayor, acostado sobre una cama rescatada del desastre, es el padre de Pierre, de 66 años y un cáncer de próstata. A su lado, un bebé, y luego toda una colección de niños y muchachos magullados, de madres asustadas y de abuelas que improvisan un guiso de frijoles sobre unos carbones ardiendo. Esta noche será la segunda que pasen al raso. Ellos y todos los vecinos de Puerto Príncipe. Muchos, porque se han quedado sin casa. Y otros, porque ya no se fían de la suya. La galería de imágenes que ofrecen las casas azotadas por el terremoto es sobrecogedora. Hay algunas que increíblemente no han caído, pero que amenazan con hacerlo de un momento a otro. Cuando llegan a su altura, los pocos conductores que aún tienen la suerte de poder circular -salvo el miedo, en esta ciudad escasea casi todo- aceleran a fondo y aprietan los dientes.

Nadie es capaz todavía de establecer la magnitud de la tragedia. ¿Cuántos muertos, cuántos heridos? Lo que sí sabe todo el mundo es que no hay nadie que no haya sido visitado de cerca por la muerte. Joselyne, un vecino de la colonia Delma 19, estudiante de Medicina en la vecina República Dominicana, dice que un vecino suyo, emigrante en Francia, se quedó de pronto solo en el mundo. "Su mujer y sus hijos, seis en total, fueron atrapados en el interior de su casa, aquella que usted ve allí, y fallecieron. Imagínese".
No hace falta darle mucho pábulo a la imaginación. El dolor más terrible, la tragedia más absoluta sigue desarrollándose en la capital de Haití. Justo en este momento, cuando se termina de escribir esta crónica, un nuevo temblor ha hecho que los periodistas reunidos en torno a la piscina del hotel Creole nos hayamos tirado al suelo instintivamente. Ha durado un segundo, tal vez dos. Suficiente para apenas atisbar lo que aquí sucedió el pasado martes, lo que todavía sucede, lo que siempre seguirá sucediendo en un país condenado a no tener esperanza.
Como a duras penas la consiguen tener los heridos que se hacinan en la puerta de hotel Creole. Están tirados en el suelo, tapados con sábanas llenas de sangre seca, asistidos -sólo de vez en cuando- por enfermeros que no tienen más remedio que curarlos a la vista de todo el mundo. Claire Marie tiene 22 años y dos hijos, uno de tres años y otro de cinco. Cuenta que su marido murió en el terremoto y que sus dos hijos, que la miran abriendo mucho los ojos, sufrieron contusiones y quemaduras en los brazos. "Yo había ido a hacer la compra cuando la tierra tembló. Ya venía de regreso. Me encontraba a apenas 200 metros de mi casa. Me caí varías veces, no podía creer lo que estaba sucediendo. Cuando logré reponerme, tiré las bolsas y salí corriendo con mis hijos en el pensamiento. Cuando llegué a la casa me los encontré en la puerta. Se salvaron, aunque heridos, porque estaban jugando en el jardín. Mi marido no tuvo suerte. Aún está entre las ruinas de la casa". Claire Marie ni llora.

Sólo al final de la tarde, una misión de la ONU -escoltada por cascos azules de Nepal- se acerca a atender a los heridos. No se puede decir que el mundo haya abandonado a Haití, pero sí que no esta siendo lo eficaz que esta catástrofe requería. En el aeropuerto ya había ayer por la mañana aviones de ayuda franceses, belgas, brasileños, por supuesto dominicanos. Pero en las calles, los vecinos se sienten solos. Y cuando lo expresan ante la prensa extranjera lo hacen con resignación, como si nunca hubiesen esperado nada del mundo. "¿Van a contar ustedes cómo estamos?", explica Bertrand, un joven que busca cadáveres en las ruinas de una escuela infantil. "¿De verdad que lo van a contar?", insiste con una buena ración de escepticismo, "¿o se irán de aquí en cuanto ya tengan suficientes fotos?".
La situación de Puerto Príncipe aún puede empeorar. Durante todo el día de ayer, unas nubes que amenazaban lluvia se pasearon por el cielo. Si llueve, el peligro de las epidemias será mucho mayor. Pero, sobre todo, dejará sin escapatoria a los cientos de miles de vecinos, muchos de ellos heridos o magullados, que por el momento no tienen otro remedio que dormir a la intemperie. Si se tratase de otro país, aún se podría apelar a la suerte. Pero tratándose de Haití, lloverá.

jueves, 14 de enero de 2010

MILES DE HERIDOS POR EL TERREMOTO EN HAITÍ SON ATENDIDOS EN REPUBLICA DOMINICANA...


Momento en que una persona herida durante el terremoto en Haití es trasladada a un hospital dominicano. EFE

SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Miles de heridos, la mayoría de ellos haitianos, han sido atendidos en hospitales dominicanos tras el terremoto que el pasado martes azotó a Haití, informó hoy una fuente oficial.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) dijo que durante la jornada de ayer unos 2000 heridos fueron atendidos en dos hospitales de Jimaní y Barahona, fronterizos con Haití, y que 200 de ellos fueron intervenidos quirúrgicamente.

Unas 25 personas que presentan traumas severos han sido trasladadas a Barahona y a la capital dominicana, Santo Domingo, precisó la fuente en un comunicado, en el que también detalló la acciones de auxilio que lleva a cabo tras el devastador terremoto de 7 grados en la escala de Richter en Haití.

Asimismo, anunció la instalación un hospital móvil y un puesto de mando para apoyar las acciones de asistencia del personal de las Naciones Unidas en Haití.

Varios legisladores haitianos y miembros de la ONU que resultaron heridos en el sismo también se encuentran hospitalizados en la República Dominicana mientras se espera que en las próximas horas aumente el número de heridos procedente del vecino país.

Hoy mismo fue ingresada en el hospital público de Dajabón (noroeste dominicano) la haitiana Saski Litali, de 16 años, quien fue rescatada de los escombros de su casa en Puerto Príncipe.

La adolescente narró a periodistas que se encontraba sola en el baño de su residencia cuando fue sorprendida por el terremoto.

"Cuando intenté salir a la calle ya todo estaba en el suelo, me vi atrapada por una gran oscuridad, mientras los escombros caían sobre mí y escuchaba a la gente gritando y pidiendo ayuda, creía que el mundo se estaba acabando", dijo.

El director del hospital público Matías Ramón Mella de Dajabón, Francisco Moya, declaró que el centro "está preparado" para atender a los heridos que sean trasladados desde Puerto Príncipe.

Explicó que el hospital dispone de 60 camas y que decidieron dar de alta a los pacientes que experimentaban mejoría para asistir a los haitianos que lleguen al centro en las próximas horas.

Mientras tanto, el fronterizo municipio de Jimaní se ha convertido desde ayer en un centro de acopio en el que se coordinan las acciones de ayuda a favor de las víctimas del sismo.

Ese lado de la frontera se ha convertido en un ir y venir de vehículos que llegan hasta la zona para viajar desde ahí a Puerto Príncipe y llevar algún tipo de ayuda.

Mientras que la frontera por la parte norte del país se encuentra en relativa calma, aunque haitianos desesperados por la confusión que impera en la vecina nación tratan de ingresar a territorio dominicano para abastecerse de alimentos, medicinas y otras herramientas que les puedan ser de utilidad.

El Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) y el Ejército Nacional dijeron hoy que decidieron aumentar el patrullaje en los puntos fronterizos tradicionalmente usados por haitianos indocumentados para cruzar a este país.

El cónsul haitiano en Dajabón, Jean Batiste Bien Aimé, dijo a periodistas que en el norte y noroeste de su país el terremoto no causó daños y que los pobladores de esa parte desconocen por completo lo que ha pasado en Puerto Príncipe.

"No hay comunicación telefónica, las emisoras de radio y televisión no llegan a las comunidades fronterizas fruto de la catástrofe y la población no sabe lo que está pasando, cuando se entere de seguro que se horrorizará", señaló el diplomático.

Asimismo agradeció la ayuda y la solidaridad del Gobierno y el pueblo dominicano, los primeros que llegaron a Haití, aseguró.

El presidente dominicano, Leonel Fernández, sobrevolará hoy la ciudad de Puerto Príncipe para observar personalmente las consecuencias del devastador terremoto que destrozó una gran parte de la capital haitiana.

Fernández declaró ayer de urgencia agilizar las compras y contrataciones de servicios, bienes y obras que resulten necesarias para que diversas instituciones del Gobierno puedan asistir y auxiliar al pueblo de Haití. EFE

LEONEL CONMOVIDO POR LA TRAGEDIA: PREVAL AGRADECE...


SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- El presidente Leonel Fernández descartó hoy la posibilidad de un éxodo masivo de haitianos al país como consecuencia de la grave situación dejada por el terremoto del pasado martes.

Hablando con los periodistas en Jimaní, tras su visita a Puerto Príncipe para entrevistarse con su homólogo René Preval, Fernández detalló los esfuerzos que realiza su gobierno para ayudar al vecino país, y en los cuales confía para que el posible éxodo no se produzca.

Tras declararse conmovido por las escenas de devastación y muerte que pudo ver a su paso por la capital haitiana, anunció que se comunicará de inmediato con el vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini, para que técnicos de esta institución se trasladen a brindar su apoyo a los trabajos de restablecimiento del tendido eléctrico y las comunicaciones, consideradas vitales.

Exhortó a todas las personas que en la República Dominicana tienen empleo remunerado, a crear un fondo con aportaciones voluntarias cuando cobren sus salarios. Al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez le pidió celebrar misas de recordación de las víctimas del terremoto.

Fernández también transmitió al pueblo dominicano el agradecimiento del presidente Preval por la solidaridad demostrada con Haití y su pueblo en estos momentos. Informó que el mandatario haitiano trabaja con su equipo de gobierno en una zona del aeropuerto que fue habilitada, luego de que el Palacio Nacional colapsara el martes.

Fernández: Concentración de daños en capital haitiana mitiga migración masiva
Puerto Príncipe, 14 ene (EFE).- El presidente dominicano, Leonel Fernández, consideró hoy que la concentración en Puerto Príncipe de la mayor parte de los daños del terremoto que el pasado martes sacudió Haití mitigaría un eventual flujo migratorio masivo hacia la vecina República Dominicana.

Fernández, primer presidente que visita la capital haitiana, donde hoy se reunió con su homólogo haitiano, René Preval, destacó el hecho de que el daño del terremoto se concentra, sobre todo, en zonas determinadas de Puerto Príncipe.

"Lo que hemos podido apreciar hasta ahora como consecuencia de este terremoto es que el daño causado está muy concentrado en esta zona de Puerto Príncipe. En la ruta desde la frontera (de Jimaní) hasta acá no vimos daños mayores", explicó.

"Eso significa que el potencial de ese flujo migratorio masivo yo creo que estaría mitigado por el hecho de que el resultado del terremoto está concentrado aquí (en la capital haitiana)", agregó.

Fernández no quiso pronunciarse sobre posibles cifras de muertos como consecuencia del terremoto para evitar caer en análisis "especulativos".

"Hay que hacer una evaluación sobre el terreno. Es difícil predecir. Como hay todavía muchos escombros, hay que remover todo eso y poder evaluar" señaló el mandatario, quien consideró que "cualquier evaluación que se haga seria anticipada en estos momentos".

Miles de personas, muchas de ellas heridas, abarrotan las calles de la capital haitiana, después de haber dormido por segunda noche consecutiva en lugares despejados, a salvo de posibles derrumbes de las montañas de escombros en las que se han convertido numerosos edificios tras el terremoto de 7 grados que azotó al país el martes.

El mandatario, por otra parte, subrayó la necesidad de establecer medidas sanitarias preventivas, "porque con la aparición de los cadáveres, más de 48 horas después del temblor puede haber descomposición".

La Cruz Roja haitiana informó hoy que entre 45.000 y 50.000 personas pueden haber perecido como consecuencia del terremoto de 7 grados ocurrido a última hora del martes, y que hay 3 millones de afectados, de una población total de 8,9 millones.

"Creo que es importante, tanto del lado haitiano como del dominicano, establecer estas medidas" preventivas, declaró.

La República Dominicana está acogiendo heridos de esta tragedia en hospitales situados en Barahona, en San Juan de la Maguana, en Jimani, en Duvergé y en Neyba, en la zona más próxima a la línea fronteriza, así como en el hospital de las Fuerzas Armadas y en el de la Fuerza Aérea, en Santo Domingo, agregó el gobernante. EFE

7dias.com.do/EFE

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QUIEN ESTÁ GOBERNANDO EN HAITI?, NADIE, DICE LA GENTE....

jueves 14 de nero de 2010 19:57 GYT

"Por Andrew Cawthorne y Tom Brown PUERTO PRINCIPE (Reuters) -
Los desesperados haitianos convertían el jueves las calles cubiertas de escombros y los parques en hospitales improvisados y campamentos de refugiados ante la ausencia de una...";

Por Andrew Cawthorne y Tom Brown

PUERTO PRINCIPE (Reuters) - Los desesperados haitianos convertían el jueves las calles cubiertas de escombros y los parques en hospitales improvisados y campamentos de refugiados ante la ausencia de una respuesta visible de las autoridades tras el terremoto del martes.

El sismo de magnitud 7,0 derrumbó el palacio presidencial, una serie de ministerios y la sede de la misión de paz de la ONU en el país, por lo que Haití enfrenta un peligroso vacío en la seguridad y el poder.

El país caribeño de 9 millones de habitantes, el más pobre en el Hemisferio Occidental, tiene una turbulenta historia de conflictos, dictaduras, descontento social, instituciones frágiles y catástrofes naturales devastadoras.
Muchos en la capital, Puerto Príncipe, removían los escombros de los edificios con sus manos desnudas, palos y martillos, esperando hallar a sus seres queridos con vida.
Miles de personas sin techo comenzaron a levantar campamentos en donde podían, el más grande se ubica frente al derrumbado Palacio Presidencial.

"Mírennos. ¿Quién nos ayuda? Ahora, nadie", dijo Jean Malesta, una estudiante de 19 años quien fue la única sobreviviente del colapso de su edificio de departamentos luego del poderoso terremoto que se teme ha matado a miles, posiblemente decenas de miles.
Ella y decenas de otros yacían bajo una carpa que levantaron en el parque que se encuentra frente al palacio del presidente René Preval. Su débil y carente Gobierno parece totalmente inequipado para manejar la crisis, sus funcionarios no se ven en ninguna parte en medio del caos.

"ESTAMOS SOLOS"
"Hasta ahora no nos han traído nada. Necesitamos agua, comida, refugio, todo, pero estamos solos",
agregó Malesta, lo que motivó gritos de mujeres que concordaron con su visión y que yacían en el piso junto a ella.
Un gran esfuerzo internacional de ayuda aún no llega a las personas, aunque muchos grupos pequeños, varios de ellos de Estados Unidos, se han repartido rápidamente, trasladando personal a Haití por avión y por tierra desde la vecina República Dominicana.

"El problema es que, a diferencia de las situaciones tradicionales de desastre, tenemos pocos socios locales con los que trabajar, porque la mayoría de ellos sufrió la destrucción de sus edificios y están buscando a sus propios muertos y desaparecidos", dijo Margaret Aguirre, funcionaria de alto rango de International Medical Corps.

Los haitianos hacen lo que pueden para sobrevivir a las caoticas condiciones ante la ausencia de un liderazgo claro, dijo el experto en Latinoamérica Dan Erikson, del grupo Diálogo Interamericano, con sede en Washington.

"La triste verdad es que nadie está a cargo de Haití hoy. Este vacío, sumado a la robusta respuesta del Gobierno de Obama, inevitablemente ha creado una situación en la que Estados Unidos será quien tome las decisiones de facto en Haití", afirmó.

Incluso el presidente René Preval perdió su casa. "Mi palacio se derrumbó (...) No puedo vivir en el palacio, no puedo vivir en mi propia casa", dijo el miércoles a CNN.
La fuerza de paz de la ONU de 9.000 hombres, que podría haber podido llenar el vacío, quedó contando a sus propios muertos luego de que su sede fue destruida por el terremoto.

Naciones Unidas dijo que 36 miembros de su personal en Haití han muerto y muchos más siguen desaparecidos.

Las fuerzas de paz ocasionalmente patrullan la ciudad en buses y camiones y han movilizado parte de equipamiento pesado para mover tierra, pero, en su mayoría, los cascos azules han permanecido lejos de las calles.

(Reporte adicional de Carlos Barria; Editado en español por Ricardo Figueroa)

LA CRUEL HISTORIA DE UN PAÍS OLVIDADO....

Foto: Fuente externa

REPORTAJE: Catástrofe en Haití
Constantes crisis políticas y sociales azotan Haití desde hace más de 200 años.
JUAN JESÚS AZNÁREZ - Madrid - 14/01/2010

El terremoto que ha demolido Haití no hace sino confirmar las premoniciones contenidas en las populares leyes del ingeniero aeroespacial norteamericano Edward Murphy: cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar. Desde el victorioso alzamiento de las milicias esclavas en 1804 contra la dominación francesa, que alumbró la primera república negra de América, el país encadenó calamidades físicas, sociales, políticas y económicas. Todo se soluciona y se destruye a la tremenda en la mendicante esquina de Latinoamérica: las sucesivas crisis gubernamentales se arbitraron a machetazos, la pobreza, con hambre y migraciones masivas, y los desastres naturales no la borraron del mapa porque lo impidió la ayuda internacional.

Sólo los desastres naturales rescatan del abandono al enclavo negro
Sin el apoyo de los Estados donantes, campean la violencia y la inestabilidad

Las sacudidas registradas por la escala Richter en la porción oriental de La Española derrumbaron los restos de una nación de diez millones de habitantes descalabrada por los déspotas, la corrupción, los fracasos, la deforestación, el analfabetismo y enfermedades casi bíblicas. Los 250.000 niños entregados por familias míseras a hogares menos míseros, en régimen de semiesclavitud y desamparo, son una de las numerosas lacras padecidas por el país de origen africano, que se sostiene gracias a los 9.000 miembros de la misión de paz de la ONU, la constelación de ONG. Pero sin consensos parlamentarios y sin el apoyo de los países y grupos donantes, puede la inestabilidad política y la violencia.

Sólo las catástrofes rescatan del olvido al enclave negro, y sólo los huracanes del 2008 se llevaron más de 1.000 millones de euros y 112.000 casuchas de Haití, que disfrutaba de cierta estabilidad desde el derrocamiento del cura populista Jean Bertrand Aristide, en 2004, pero que nunca supo o pudo erradicar las causas de su postración. El ingreso promedio apenas alcanza los 600 dólares anuales y más de la mitad sobrevive con menos de un dólar diario. "Y si nos vamos nosotras, ¿quién cuidará a esta gente", comentaba una monja navarra a este periodista en su primer viaje al país, desarrollado en los noventa.

Durante aquella visita a Cité Soleil, y en posteriores, incluida la de las revueltas y linchamientos callejeros que expulsaron a Aristide, y arrebataron la vida al periodista español Ricardo Ortega, la insalubridad y hacinamiento de la barriada más miserable de Puerto Príncipe producía arcadas. Los basureros, la inmersión de perolas en aguas sucias, la convivencia de niños y ratas, y la desesperanza y fatalismo de los chabolistas en paro, "¿es fácil entrar en España?", eran deprimentes. A vista de águila, desde la terraza del Hotel Montana, mecidos por el bongo de grupos locales, periodistas, funcionarios y cooperantes extranjeros, decían que el Puerto Príncipe del horizonte era bello, misterioso, legendario.
La historia de Haití es excesiva antes y después del látigo colonial francés. Hace 206 años, el general Jean Jacques Dessalines proclamó la independencia diciendo que el Acta de constitución hubiera debido escribirse sobre el pergamino de la piel de un blanco, con su calavera como tintero y la bayoneta, de pluma y entintada en la sangre de los hacendados que se lucraron con la sangre de los suyos. Al año, el patriota se coronó emperador y meses después murió violentamente. Hasta la invasión norteamericana de 1915, se sucedieron 23 tiranos, todos ineptos. La sanguinaria saga de François Duvalier, Papa Doc, duró de 1957 a 1986. Todos tuvieron ínfulas napoleónicas. "¡Aristide es el rey!", gritaban las concentraciones oficialistas en las vísperas de su derrocamiento.

Abatida por el amargo futuro nacional, Michèle Pierre-Louis, primera ministra hasta octubre del pasado año, atribuyó a la abyección de las elites haitianas, integradas por mulatos, hombres de negocios, sindicalistas o agricultores, buena parte de los males: "son como un enorme elefante sentado sobre este país, al que no dejar moverse. Y no se puede mover porque no hay una clase política, no hay partidos políticos. Todos se corrompen y pervierten". Washington bajó el pulgar a Bertrand Aristide, acusado de sectarismo y corrupción, porque la Casa Blanca ejerce una especie de protectorado sobre Haití desde que el presidente Woodrow Wilson ordenase su invasión hace 95 años para pacificar sus ciudades, cobrar las deudas del Citibank y enmendar el artículo constitucional que prohibía la venta de plantaciones a los extranjeros.

Ni los franceses, ni los Gobiernos de la independencia, ni tampoco el presidente René Preval, al mando desde mayo de 2006, lograron revertir la cadena de reveses promovida por la coalición de hombres y naturaleza: Haití ocupa el puesto 150 de los 177 países del Índice de Desarrollo Humano, la esperanza de vida de sus habitantes apenas alcanza los 52 años, sólo uno de cada 50 recibe un salario, la deforestación arrasó el 98% de los bosques, y los ingresos por sus exportaciones de manufacturas, café, aceites y mango son casi una propina, pues la deuda externa supera los mil millones. Las remesas de los inmigrantes en EE UU son tan fundamentales como envidiado el destino de los compatriotas que consiguieron afincarse en Nueva York o Miami.

Una sucesión de golpes de Estado
- Haití, primer Estado latinoamericano que logró la independencia al liberarse en 1804 del control de Francia, ha tenido desde su fundación una tumultuosa historia política, marcada por golpes militares y crisis institucionales.

- En 1957, unas elecciones controladas por los militares dan la victoria de François Papa Doc Duvalier, que en 1964 se proclamó presidente vitalicio e instauró una sangrienta dictadura que dejó en herencia en el año 1971 a su hijo Jean-Claude. La dictadura de los Duvalier, bajo cuyo régimen murieron 60.000 personas, acabó en 1986, al hacerse la oposición con el poder, tras meses de huelgas. Duvalier hijo se exilió en Francia.

- Leslie Manigat fue el presidente elegido en 1988, en las primeras elecciones después de la dictadura. Manigat fue depuesto sólo cuatro meses más tarde por el general Namphy, derrocado el mismo año por otro general, Prosper Avril, quien dimitió tras fuertes protestas en 1990.
- Tras el Gobierno provisional de Ertha Pascal-Trouillot, el sacerdote Jean Bertrand Aristide, fundador del movimiento Lavalas (Avalancha), ganó las elecciones de diciembre de 1990. Su Gobierno fue interrumpido menos de un año después por el golpe militar del general Raoul Cédras. Aristide se exilió en México, desde donde volvió en octubre de 1994.


- En las elecciones que se celebraron en 1995, la organización política Lavalas ganó con una amplia mayoría y René Preval recibió el cargo presidencial de mano de Aristide. El antiguo sacerdote volvió al poder en 2000, tras declararse vencedor de unas elecciones tachadas de fraudulentas, ya que la participación no superó el 10%.

- El descontento desencadenó en 2004 una sangrienta revuelta que, tras violentos combates, puso fin a la presidencia de Aristide. El dirigente dejó el país el 29 de febrero de 2004 y se refugió en Suráfrica, donde reside desde entonces.

- En 2006, René Preval ganó las elecciones presidenciales celebradas bajo la vigilancia de la Minustah, la misión de la ONU que desde 2004 se ha establecido en el país para garantizar su estabilidad.