LA COLUMNA INVITADA:...LA VERDAD Y SÓLO LA VERDAD....

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26 Mayo 2011, 11:23 PM
 Todos nuestros políticos ahora están con el lodo al cuello
Escrito por: JOSÉ R. MARTÍNEZ BURGOS ( jrmartinezbur@codetel.net.do)

Como decía el periodista español Jaime Capmany: “a ver que me traigan el detente, el chaleco antibalas y la careta antigás, sobre todo la careta antigás, porque el país huele, y no ámbar”. Estamos apenas comenzando, están todos como chivos sin ley sumergidos en el basurero como nuestros pequeños buzos. Ya el aire de la política está que no se puede respirar. Necesitamos un huracán que azote a la clase política hasta si fuera posible un holocausto que nos quite de encima las sanguijuelas. Para salvar al país, hay que traer un barco que se lleve a todos los políticos corrompidos (porque los honestos están a salvo), al desierto del Sahara y que pasen cuarenta días a ver si se reciclan y vuelven limpios a los senderos del Señor.

Claro, todo lo que está pasando viene de atrás. Se decapitó al tirano, pero no a la tiranía ¿adónde van nuestros impuestos? Se escabullen entre comisiones, facturas infladas, sobornos y algo más. Están en actitud de detectives, a ver quién pilla más; están como el ciego, atento al lazarillo que por eso usan el jarro metálico. Es que ningún escándalo de años atrás ha estallado en desenlace de purificación o escarmiento. Por eso el río ha aumentado sin caudal y no tenemos energía eléctrica, y sí túneles y elevados. Es que los partidos políticos sólo se vigilan unos a otros para saber a dónde es que hay que buscar en la mina de oro, que no cuesta nada hacerse presente como obreros de minas. Es por eso que la prensa, la radio y la TV han cumplido su misión de divulgación como si estuviéramos en una democracia auténtica.

Nuestros políticos han sido muy hábiles, pero ahora todos están con el lodo al cuello, salvo algunos honestos. Pero la verdad saldrá a la luz pública muy pronto, y cuando los jueces lleguen sin ataduras y condenen, esta vez no habrá trampas, ni puertas falsas o algún pasadizo por los que los condenados salgan de las cárceles y se salven del castigo, para seguir jugando golf o bañarse en su casa de playa. Entonces la verdad se impondrá y el dinero de los impuestos llegará a las cajas del Estado. Los crímenes contra la democracia no pueden seguir sin castigo. No olvidemos los Trinitarios.