DESVINCULAN A FIGUEROA AGOSTO DE SECUESTRO

12/05/2011
JUICIO
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Un testigo que compareció ayer al tribunal donde se ventila el caso de José David Figueroa Agosto en Puerto Rico lo desvinculó del secuestro y posterior asesinado de un hombre por una supuesta deuda millonaria relacionada con un alijo de cocaína.

Según informaciones publicadas hoy en el periódico digital El Nuevo Día, de Puerto Rico, en el testimonio que ofreció ayer José Israel Ruiz Cáceres, (El Viejo), no surgió que José Figueroa Agosto, conocido en ese país como “Junior Cápsula”, estuviera en el grupo que en marzo del 1993 secuestró a Arnaldo Martínez, quien luego fue asesinado.

El diario detalla que Ruiz Cáceres compareció ayer como testigo de la defensa en la vista sobre la solicitud de un nuevo juicio en la que Figueroa Agosto intenta probar que no cometió el asesinato de Martínez, conocido como “Nandy El Gruero”, crimen por el cual fue condenado en el 1995 a 209 años de prisión.

Sostiene que en ningún momento en su testimonio, Ruiz Cáceres mencionó a Figueroa Agosto como una de las personas que conspiraron para secuestrar y asesinar a Nandy El Gruero.

Conspiró con dos agentes

El diario indica además que el testigo relató que, ante la dificultad para atrapar a Nandy El Gruero, contactó a los policías Carlos Ríos y Carlos Suárez para que lo arrestaran y se lo entregaran. “Acordamos un pago de $5,000 (por la entrega)”, dijo.

Finalmente, el policía Suárez arrestó a Nandy El Gruero y semanas después lo citó al establecimiento Bebos BBQ, en la marginal Los Ángeles, en la Baldorioty de Castro, para entregarle un arma que le había incautado durante el arresto.

Ruiz Cáceres indicó que contactó a un individuo, al que solo se refirió como Harry, y a Jeffrey Núñez para que lo ayudaran esa noche a atrapar a la víctima.

Fue en la acera frente a Bebos BBQ y a las 11:00 p.m. que Núñez golpeó en la cabeza a Nandy El Gruero, y luego lo introdujo a un guagua que era conducida por Ruiz Cáceres. “En la guagua estaba Moteo (Francisco Solano), quien le puso la cinta adhesiva en las manos, los pies, la boca y los ojos”, agregó.

“Nos fuimos a una casa en Vista Mar que yo tenía alquilada. Subimos al segundo piso y le quitamos el ‘tape’ de la boca y le pregunté dónde estaban los chavos”, indicó Ruiz Cáceres de acuerdo a informaciones de El Nuevo Día.