Recientemente se trataba el tema en todos los medios de la poca higiene en los alimentos que se venden en la via pùblica, de la cantidad que sin ninguna regla higiènica se observan por todas partes, ya sea los que venden calle arriba y calle abajo, como los que estàn fijos en alguna esquina, por lo menos hasta el momento, despuès de tanta fanfarria por los funcionarios que tienen que ver con estas cosas no hemos visto al primer vendedor de comida con su gorro, delantal y demàs accesorios necesarios para que los alimentos lleguen al menos medianamente higienizados.
Quizàs habrà que esperar un poco mas de tiempo y tomen un poco de conciencia, ya que se cuidaran para no perder su medio de vida, pero antes que nada està la salud de nuestro pueblo y la deteriorada imàgen que pueda prevalecer este estado de cosas, porque señores nos preguntamos a tal fin... ¿Ha visto usted la real condiciòn de la ciudad de Santo Domingo, Primada de Amèrica?...¿Ha observado con detenimiento su aspecto lastimoso, sucio, repelente?...¿No le entristece ver a la primera ciudad que se fundo es esta Amèrica convertida en una gigantesca cocina?...Una señora cocina, con todas las de la ley.
No hay esquina de Santo Domingo, ni plaza pùblica donde no se se estè cocinando algo para vender. En enormes pailas humeantes vè usted por todos los sitios, de esta añosa ciudad mujeres y hombres preparando sazones, haciendo ensaladas, removiendo la carne guisada o el pollo con cucharones.
No hay esquina de Santo Domingo, ni plaza pùblica donde no se se estè cocinando algo para vender. En enormes pailas humeantes vè usted por todos los sitios, de esta añosa ciudad mujeres y hombres preparando sazones, haciendo ensaladas, removiendo la carne guisada o el pollo con cucharones.
Mujeres y hombres y niños por igual. Fritos verdes con chicharrones o pollo al carbòn. Yaniqueques de las mas variadas formas, simples, o rellenos de queso, salami, vegetales. Con el humile yaniqueque se hacen "maravillas" donde quiera, pizzas. Donde sea, chimichurris.
Los hay que van vendiendo la comida en bateas. Para pasarlas al comprador las punchan con un tenedor. En esas bateas de aluminio pueden verse, salami frito, plàtano frito, una cosa rarìsima de cerdo, que ni se como se llama, pero un aspecto lastimoso y repugnante aunque parece ser que a muchos les gusta.
Ni que decir de los vendedores de queso de hoja con galletas. Los chicharroneros que a parte de tener sus puntos fijos tambièn van por las calles con grandes cajones grasosos ofertando su mercancìa de casa en casa.
La gran cocina de Amèrica se llama Santo Domingo a donde quiera que usted vaya. Donde sea que entre, vè usted y huele algo relativo al yantar en plena calle. En parques, frente a los cines, ante los hospitales; este caso particular de las cocinas frente a los hospitales es particularmente riesgoso, porque aquì no hay higiene en los hospitales pùblicos, pero estamos en creer que hemos desarrollado anti-cuerpos especiales para autoprotegerse de tanta sucieza.
Como espacioso y sucìsimo comedor, que es toda la ciudad de Santo Domingo, tambièn se bebe en adundancia. El consumo de bebidas alcohòlicas es alarmante. No hay esquina con colmado donde no se saquen sillas afuera y se beba sobre todo los dias feriados en firme. Tambièn hay otras bebidas peligrosas, por la falta de higiene.
Esa es nuestra ciudad de hoy, un comedor al aire libre entre el fango de las cunetas, el polvo, los gases venenosos de los autos, los perros viralatas, las cucarachas y ratones. Hemos crecido urbanìsticamente sin estar adecuadamente desarrollados y ese es el mayùsculo desorden citadino que hay...
by Karina
Y ahora...un año despues...! El cólera esta aqui y todo sigue como siempre...
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