EZEQUIEL ABIU LOPEZ y
MIKE MELIA
SANTO DOMINGO.-
(AP) — El hombre más buscado de República Dominicana es un puertorriqueño que por una década ha alimentado su propia leyenda, a través de escapes imposibles y burlas a la policía.Ahora, la búsqueda del supuesto narcotraficante José Figueroa Agosto se ha intensificado, luego de un operativo policial gracias al cual se encontró una computadora portátil llena de seudónimos, una flota de carros de lujo y una casa campestre con zoológico privado.Agentes estadounidenses y policías dominicanos están a la caza de cualquier pista.
El secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, se comprometió personalmente a prestar toda la colaboración posible para capturar al fugitivo, quien ha dejado mal parada a las autoridades de ambos países desde que se escapó hace una década de una cárcel en su natal Puerto Rico."Está clasificado como el Pablo Escobar del Caribe", señaló Rafael Escobar, un vocero estadounidense que no tiene ningún parentesco con el notorio narcotraficante colombiano.
Al igual que Pablo Escobar en la década de los 80, Figueroa ha acumulado una gran cantidad de joyas, propiedades y carros lujosos, dicen la policía dominicana.
La autoridades estadounidenses emitieron una orden de captura contra Figueroa bajo cargos relacionados con su escape de la cárcel y una solicitud de pasaporte con datos falsos. El fugitivo también está en la lista de una unidad estadounidense que investiga a los principales proveedores de drogas de Estados Unidos, señaló un funcionario del departamento de Justicia, quien habló bajo la condición de anonimato porque la pesquisa está en desarrollo.
Se cree que el hombre de 45 años manda drogas de Colombia a suelo continental estadounidense a través de Puerto Rico, un estado libre asociado, que resulta atractivo para los traficantes por ser el punto de entrada más cercano al sur. Puerto Rico es también la antigua base de operaciones de Figueroa, donde cultivó una lista amplia de contactos en los años en los que se convirtió en narco.
El caso ha estado en el centro de un escándalo en la isla desde la semana pasada, pues se reveló que varios políticos intercedieron ante el gobernador para que perdonara a Figueroa cuando éste estaba preso por asesinato en los años 90.El presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico pidió que se investigaran las conexiones entre el fugitivo y otro funcionario, Antonio Silva, un abogado que niega haber hecho algo ilegal.Figueroa salió de la cárcel puertorriqueña en noviembre de 1999, cuando le mostró a los guardias una orden de liberación falsa. Tan sólo había cumplido cuatro de los 209 años de su sentencia por la muerte de un hombre, quien se sospecha robó un cargamento de cocaína.En menos de un mes, Figueroa se trasladó a República Dominicana, donde fue detenido durante una investigación de tráfico de drogas en el 2001. A las dos semanas, estaba de nuevo en las calles. Figueroa usó un alias, y las autoridades no se dieron cuenta de su verdadera identidad.
Ahora hay carteles con la foto de Figueroa y su amante Sobeida Morel, la segunda fugitiva más buscada en la isla, a lo largo y ancho de Santo Domingo. Morel fue detenida el año pasado por lavado de dinero, pero pagó la fianza y se desapareció antes de que las autoridades descubrieran sus lazos con Figueroa.
Aunque nadie puede decir exactamente cuánta cocaína es capaz de mover, la escala del imperio de Figueroa se hizo evidente a finales del año pasado durante una redada a uno de sus apartamentos de lujo en Santo Domingo.Una brigada policial, siguiendo pistas proporcionadas por las autoridades estadounidenses, se presentó en bandada en el edificio de lujo de Figueroa el 3 de septiembre. El sospechoso logró escapar por poco, huyendo a pie cuando la policía le disparó a las llantas de su jeep. Atrás dejó las llaves de varios de sus carros, incluido un Mercedes Benz con 4,6 millones de dólares en efectivo y una computadora portátil llena de evidencia.
El operativo proporcionó varias pistas sobre las nuevas identidades falsas de Figueroa y su búsqueda tomó fuerza. Seis de sus propiedades han sido confiscadas, entre ellos un apartamento valorado en un millón de dólares en el área vacacional de Puerto Plata y una casa campestre en Santo Domingo, en la que las autoridades encontraron un zoológico y al menos nuevo vehículos, entre ellos dos Ferrari.
Sin embargo, el propio Figueroa sigue siendo escurridizo.Durante años, se escondió a plena luz, desarrollando conexiones con personalidades de la elite dominicana que a menudo aparecen en revistas de sociedad. Desde la redada de septiembre, al menos cinco personas han sido encarceladas por supuesto lavado de dinero u otro tipo de ayuda prestada a Figueroa.
Los investigadores temen que entre sus aliados también se encuentran policías y otros funcionarios. El 30 de diciembre, un hombre que dijo ser Figueroa llamó al programa más popular de la radio dominicana para decir que la policía le permitió escapar en la redada del 2009, a cambio de 1 millón de dólares. Explicó que el coronel de la policía, José Amado González, coordinó el pago. El funcionario había muerto una semana antes de la llamada.La policía sostiene que González falleció en una pelea de faldas, pero son muchos los que sospechan que realmente fue asesinado por otros policías debido a una disputa por el dinero del soborno.Funcionarios dominicanos y estadounidenses señalan que, según sus análisis, todo apunta a que el hombre que llamó fue probablemente Figueroa. En una segunda intervención radial, el fugitivo prometió pagarle 800.000 dólares a quien mate a uno de los jefes de la policía dominicana.
El tráfico de drogas conlleva a un estado de corrupción endémico entre las fuerzas de seguridad dominicana, según el Departamento de Justicia, que este mes indicó en un informe que unidades policiales enteras están siendo investigadas por su supuesta conexión con el narcotráfico.Ricardo Ivanovich Smester, quien se alega es el contador de la organización de Figueroa, fue detenido el 8 de enero. Se le decomisó un libro de contabilidad que detalla que desembolsó 2 millones de dólares en sólo dos días de octubre. Entre sus gastos, hay pagos de 175.000 dólares que se cree se usaron para sobornar a un fiscal y un juez no identificados.Durante una reunión celebrada el mes pasado en Brasil, el secretario de justicia de Estados Unidos y el ministro de Justicia de República Dominicana, Radhamés Jiménez, insistieron en que el caso de Figueroa es prioridad.
Holder se comprometió a que las agencias estadounidenses ayudarán en todo lo posible, según la oficina de Jiménez. El departamento de Justicia no quiso comentar sobre los discutido en el encuentro.Incluso el mes pasado hubo reportes de personas que vieron a Figueroa en Puerto Rico, donde su familia vive, en el suburbio Bayamón, pero ninguna ha sido confirmada."Todo lo que surge en relación con este tipo, lo estamos verificando y volviendo a verificar", dijo Rafael Escobar.___
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