jueves, 23 de septiembre de 2010

SOLO UNA FOTO QUEDA DE LA MANSION DEL JEFE......

En Sajoma fue cometido el primer crimen de la dictadura, en 1930
Escrito por: Roberto Lebrón
San José de Las Matas.-De lo que una vez fue aquí “La Mansión” de Rafael Leonidas Trujillo Molina no queda más que una fotografía, pero sí el nombre de la antigua casa veraniega que tenía el dictador en esta zona serrana.
Aquí fue, precisamente, donde el hombre que gobernó el país con puño de hierro comenzó su orgía de sangre en 1930.
El nombre de la antigua casa, en la que se registraron hechos que para muchos son inéditos, fue adoptado tiempo después -en el gobierno de Joaquín Balaguer- para lo que es hoy un acogedor hotel que cuenta con las facilidades propias de un establecimiento de primera categoría, a pesar de que, paradójicamente, es manejado por el Estado.
Sin querer, lo que primero llama la atención del huésped es el “Bar Porfirio Rubirosa”, nombre del célebre ‘gigoló’ y esposo de Flor de Oro Trujillo, la primera hija del dictador. Fue ahí donde el afamado ‘play-boy’ contrajo matrimonio con la citada joven, el 3 de diciembre de 1952. Se conserva, cuidadosamente enmarcado, el original del acta de matrimonio.
Y también está colgada en la pared la invitación girada por el Generalísimo y su esposa, Bienvenida Ricart, a sus amigos y relacionados, así como copia del acta parroquial en la que el sacerdote Ignacio A. Alba certifica la unión. Ambos documentos revelan que el matrimonio fue materializado por lo civil y por la Iglesia.
Flor de Oro tenía 17 años cuando se unió con el hombre que luego utilizaría su padre para “misiones especiales” en el exterior, sobre todo en el “mundo diplomático”. El nombre completo del ‘ play-boy’ era Porfirio Enrique Rubirosa Ariza, hijo de los esposos Pedro María Rubirosa y Ana Antonia Ariza, nativos de San Francisco de Macorís.
La boda, celebrada por todo lo alto, fue bendecida por el arzobispo de Santo Domingo, monseñor Adolfo Alejandro Nouel y Bobadilla. Actuaron como testigos el propio Trujillo Molina, Jacinto B. Peynado, Rafael P. Pichardo, Virgilio Trujillo y un señor de nombre Frederich Schenfeld, al parecer estadounidense, amigo de la familia.
Todo lo que hay aquí es original. Tenemos el acta emitida por el Oficial del Estado Civil, la que fue leída por el señor Alejandro Amable Nadal y Polanco. También tenemos la fotografía oficial de los esposos, así como la invitación distribuida por la familia Trujillo-Ricardo”, comentó Andrés Martínez, asistente de administración del hotel. Desafortunadamente, fue precisamente en esta ciudad que comenzó el extenso y doloroso derramamiento de sangre que caracterizó los dilatados 31 años de dictadura de Trujillo Molina. Las primeras víctimas fueron los esposos José Virgilio Martínez Reyna y Altagracia Almánzar, en avanzado estado de embarazo.
Sobre el hotel
Se trata de un acogedor establecimiento de 20 habitaciones y ocho villas adicionales, de dos y tres dormitorios, que nada tienen que enviarle a los mejores hoteles del país. Fue remodelado por el Gobierno a un costo de RD$293 millones y puesto en manos de la Corporación de Fomento de la Industria Hotelera (Corpohotel).
Corphotel lo recibió en enero de 2005, mediante decreto 16-05, y de inmediato comenzó la remodelación, dijo su gerente, Isaías Pozo Olivares, quien destaca que “este hotel no tiene nada que envidiarle a otros establecimientos, primero por el ambiente y luego por los servicios que ofrece”.
Pozo, quien confía en el éxito del hotel, por la demanda de clientes, es asistido por Andrés Martínez, mientras la responsabilidad alimentaría la tiene el chef Juan Ramón Denis, un especialista en arte culinario que deja encantado con sus platos a los huéspedes, tanto por su variedad como por la exquisitez de los mismos.
“Esto está concebido con el propósito de ofrecer un esparcimiento, en especial para quienes viven la prisa cotidiana de la ciudad”, dijo. Esto es lo que se llama disfrutar de la naturaleza.

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