DICE QUE LO MÁS AVANZADO DE LAS FFAA Y SECTORES ECONÓMICOS DEL PAÍS ESTUVIERON CON SU ABUELO
Daño a la democracia. Según afirma Matías Bosch, cuando su abuelo fue derrocado se le dio un golpe a un proyecto democratizador.
Honradez de Bosch chocó con intereses
Néstor Medrano
Santo Domingo
Matías Bosch, nieto del extinto presidente Juan Bosch, cuyo gobierno fue derrocado por un golpe militar hace hoy 47 años, considera que su abuelo nunca negoció sus principios con los empresarios ni con los militares, y que gracias a ello lo más avanzado de las Fuerzas Armadas y del empresariado estuvo siempre de su lado y compartió su visión.
Explica que contrario a muchos de los criterios que se han expresado desde hace tiempo sobre el protagonismo de los empresarios en la instigación de la asonada militar, los grupos económicos que deseaban un mejor destino para el país estuvieron del lado del líder fundador de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD).
Matías Bosch, hijo de León Bosch, con 32 años de edad y al frente de la Fundación que lleva el nombre de su abuelo, cree que en República Dominicana hace falta un gran debate que inicie el estudio más profundo de las repercusiones del golpe de Estado que cercenó el gobierno sietemesino.
“Se puede decir que Bosch fue testarudo, que no negoció. Yo te digo una cosa: en buena hora Bosch no negoció.
Si Bosch hubiese negociado no hubiese significado lo que significó para lo más avanzado de las Fuerzas Armadas”, dice.
Bosch sembró futuro
Para Matías, el fenecido Presidente de la República sembró el germen de unas Fuerzas Armadas constitucionalistas, democráticas y patrióticas, “al servicio no de un hombre sino de un pueblo”.
Expone que es cierto que Juan Bosch “no negoció” con empresarios, pero “los empresarios dominicanos honestos nunca quisieron negociar con Bosch, los empresarios que querían una economía ordenada, un país organizado, con políticas de desarrollo, querían esas cosas que planteaba Bosch”.
Matías, graduado en Ciencias y Artes Ambientales, además de Gestión Pública, es el único de los familiares del profesor Juan Bosch que ha querido hablar de manera abierta de una etapa que muchos consideran álgida y vulnerable para la historia dominicana; y a pesar de su juventud se ha convertido en un estudioso de la trayectoria, vida y ejemplo del hombre que considera un paradigma para las nuevas generaciones.
“Entonces, cuando digo no negoció, quiero decir que ni los empresarios honestos, los militares honestos, ni los Estados amigos honestos querían negociar con Bosch, lo que querían era una política organizada, un país organizado, que era lo que les ofrecía ese líder político”.
Precisa que como muestra de su intención, el hombre que impulsó la Constitución del 1963, al llegar al poder, convocó a la oposición a formar parte de su gabinete.
“Es más, Bosch lo que busca es un gobierno de unidad nacional que no es posible construir, y cuando sale electo presidente convoca a los opositores, y no se suman, entonces, cuando decimos que Bosch no dialogaba, que siempre estaba en un ambiente de radicalización, no decimos la verdad”, planteó.
Explica que como hombre, su abuelo no tenía la manera de evitar un golpe, “pero tenía como político que hacer lo que tenía que hacer, y lo hizo”. Añade que creó las condiciones para que los militares constitucionalistas, los empresarios honestos y los sectores democráticos tuvieran un proyecto en el cual creer.
“Cuando se tumba a Bosch no se está tumbando a un Presidente con las características de un Presidente, se está tumbando un proyecto democratizador que viene gestándose tanto a nivel nacional como en el exilio, con Bosch como figura central, porque Bosch es líder de la lucha democrática antitrujillista desde el inicio de su exilio”, dice. Para Matías Bosch, los empresarios y las fuerzas productivas tenían una garantía de estabilidad, pues supo encaminar el proceso industrial, impulsar leyes y reformas, además de una Constitución que, entiende, ningún otro gobernante del siglo veinte produjo.
Cree que Bosch, a quien define como una figura fundamental de la historia dominicana, siempre estará expuesto a los juicios y a las pasiones.
Insiste en que su abuelo encarna a una persona en quien se podía creer, porque decía lo que pensaba y lo que deseaba.
Se enorgullece al decir que lo interesante de Bosch no es su carácter, ni su temperamento, “lo interesante de Bosch es que nadie le puede achacar que fue cómplice de algún crimen o robo”.
Matías Bosch
Actualmente es vicepresidente del Consejo Editorial de la revista “Camino Real”, órgano de difusión de las ideas y el pensamiento del fenecido líder del PLD. También ocupa la posición de director ejecutivo de la Fundación.
HISTORIA DEL ASCENSO AL PODER Y EL GOLPE
Juan Bosch ganó las elecciones del 20 de diciembre de 1962, las primeras que se realizaban en el país luego de la decapitación de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.
Su derrocamiento se produjo nueve meses después, el 25 de septiembre de 1963. Su gobierno, que se inauguró el 27 de febrero, duró siete meses.
Bosch había retornado al país a finales de 1961 luego de un exilio de más de 20 años, a la cabeza del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), un partido que se había formado en Cuba en 1939 y que lideró el antitrujillismo en el exterior.
En el gobierno. El presidente Juan Bosch, acompañado por miembros de su gabinete.
Tras la dictadura, los dirigentes perredeístas, Ángel Miolán, Ramón Castillo y Nicolás Silfa, con garantías del presidente dominicano Joaquín Balaguer, reclamadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA), llegaron al país el 5 de julio de 1961 y comenzaron la organización de la oposición al trujillismo.
Simultáneamente se organizaron otras fuerzas opositoras a los remanentes del trujillismo que encabezaban, entre otros, Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), quien fundó el 14 de Junio, y Viriato Fiallo, un médico antitrujillista que sobrevivió a la dictadura y quien dirigió la Unión Cívica Nacional. De entre los exiliados, surgieron otros líderes que fundaron unos 14 partidos políticos y hubo una división en el PRD que dio origen a otros dos partidos.
En las elecciones de 1962, Bosch derrotó a Fiallo y a otros seis candidatos con 59% de los sufragios. Obtuvo 628,044 votos de 1,054,944, con lo que alcanzó también un predominio en el Congreso Nacional.
Durante la transición del final de la dictadura y la creación del gobierno provisional del Consejo de Estado, presidido por el doctor Rafael Filiberto Bonelly, e integrado por doce notables, el Congreso Nacional había sido disuelto por el presidente Balaguer.
Tras las elecciones de 1962, los legisladores electos tomaron posesión de inmediato para integrar una asamblea constituyente para sustituir la Constitución de la dictadura. Las reformas sociales concebidas y propuestas por Bosch fueron el primer choque que tuvo el nuevo régimen con grupos conservadores. Luego hubo nuevos conflictos por el establecimiento de impuestos y la ley que estableció el precio tope del azúcar que se exportaba. En los primeros meses del gobierno de Bosch el azúcar alcanzó en los mercados mundiales precios sin precedentes, y el gobierno introdujo el proyecto que limitaba las ganancias de las empresas azucareras.
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