Roma, 17 de enero. La justicia italiana dictó hoy el arresto domiciliario para Francesco Schettino, comandante del crucero Costa Concordia, que naufragó el pasado viernes frente a la isla italiana de Giglio y que causó la muerte de al menos 11 personas y más de 20 desaparecidos.
Según la prensa italiana, el
hombre más odiadode Italia, el capitán Francesco Schettino, deberá ser excarcelado en secreto a más tardar este miércoles.
Schettino, de 52 años, contrariando las disposiciones náuticas, abandonó el crucero en medio de las labores de rescate, según una conversación que se dio a conocer hoy entre la Guardia Costera y el oficial de puerto.
Ahora se enfrenta a los cargos de homicidio culposo agravado y de abandono del barco. Podría ser condenado a 15 años de prisión. En el crucero viajaban 4 mil 229 personas cuando colisionó con rocas cercanas a la costa de la isla Giglio.
Al ser interrogado este martes, el capitán negó haber abandonado el barco y aseguró que
hizo una brillante maniobraque permitió
salvar miles de vidas.
Sin embargo, la grabación muestra lo contrario, ya que el capitán abandonó el Costa Concordia antes de que fueran desalojados todos los pasajeros y se negó a coordinar las labores de rescate.
En tanto, buzos hallaron cinco cuerpos más este martes gracias al uso de mini cargas explosivas, con lo que se elevó a 11 el número de muertos. No se especificó la nacionalidad ni si se trataba de pasajeros o miembros de la tripulación. Mientras, los desaparecidos son unos 28.
Hay poca esperanza de hallar sobrevivientes, según los expertos, porque la temperatura del agua es muy baja incluso en las zonas sumergidas del barco donde podrían haberse formado burbujas de aire.
Mientras, las acciones de la línea de cruceros Carnival, propietaria del Costa Concordia, cayeron 15.52 por ciento en la apertura de la Bolsa de Nueva York.
Más de 70 personas presentaron una demanda contra la compañía a través de Codacons, la asociación italiana de defensa del consumidor, que invitó a otros pasajeros a adherirse al pedido de indemnización.
Es posible que se multipliquen las denuncias provenientes de otros países, ya que la nave transportaba a 4 mil 229 personas de unas 60 nacionalidades.
La gigantesca nave está bajo vigilancia permanente ante el temor de que se derramen 2 mi 300 toneladas de combustible.
Valentina Capuano, una de las sobrevivientes del naufragio del Costa Concordia, corrió la misma suerte que su abuela en el célebre Titanic, hace casi cien años, que se hundió tras chocar con un iceberg.
El Titanic, en aquel entonces el barco más grande del mundo y considerado insumergible, se hundió cerca de la costa de Terra Nova durante su viaje inaugural, después de chocar con un iceberg, con saldo de mil 513 muertos y 711 sobrevivientes.
Mientras, las acciones de la línea de cruceros Carnival, propietaria del Costa Concordia, cayeron 15.52 por ciento en la apertura de la Bolsa de Nueva York.
Más de 70 personas presentaron una demanda contra la compañía a través de Codacons, la asociación italiana de defensa del consumidor, que invitó a otros pasajeros a adherirse al pedido de indemnización.
Es posible que se multipliquen las denuncias provenientes de otros países, ya que la nave transportaba a 4 mil 229 personas de unas 60 nacionalidades.
La gigantesca nave está bajo vigilancia permanente ante el temor de que se derramen 2 mi 300 toneladas de combustible.
Valentina Capuano, una de las sobrevivientes del naufragio del Costa Concordia, corrió la misma suerte que su abuela en el célebre Titanic, hace casi cien años, que se hundió tras chocar con un iceberg.
Fue como revivir aquella historia. Fue terrible, dijo la mujer de 30 años, en referencia a lo que le contaba su abuela María de lo que vivió cuando naufragó el gran crucero, el 14 de abril de 1912.
El Titanic, en aquel entonces el barco más grande del mundo y considerado insumergible, se hundió cerca de la costa de Terra Nova durante su viaje inaugural, después de chocar con un iceberg, con saldo de mil 513 muertos y 711 sobrevivientes.
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