Extensos daños a red eléctrica y casi 10 mil evacuados en el país
724 viviendas afectadas, incluyendo 416 tomadas por las aguas; continúa alerta roja a 22 provincias
La región Sur quedó incomunicada ayer tras colapsar el puente Los Pilones,
situado entre Baní y Azua, debido a la crecida del río Ocoa tras las intensas
lluvias provocadas por la tormenta Isaac.
El caudal de ese río también destruyó el puente que comunica a Sabana Larga
con El Naranjal, en San José de Ocoa.
De acuerdo con informes del Ministerio de Obras Públicas, los trabajos de
reparación del puente Los Pilones se iniciarían entre 24 y 48 horas, período en
el que podría disminuir el caudal del río.
Ayer se quedaron varadas en ese tramo decenas de personas que se dirigían a
las distintas provincias del Sur y Suroeste.
Con relación al puente de San José de Ocoa, sufrió severos daños en 2007 por
las tormentas Olga y Noel y, tras ser reparado, volvió a desplomarse en agosto
de 2011 por la crecida que causó la tormenta Irene.
En ambos casos fue reparado con inversiones millonarias de parte del
Ministerio de Obras Públicas. Ese puente fue construido en el Gobierno de
Salvador Jorge Blanco, 1982-86.
Otros daños. Los intensos aguaceros provocaron caos y
desesperación ayer en varios pueblos del interior debido al aislamiento de
comunidades, averías en el servicio eléctrico, de televisión pagada y
comunicación telefónica, a consecuencia de los remanentes de la tormenta
Isaac.
Según el corresponsal Fausto Soto el saldo dejado por Isaac en Baní es el
siguiente: aumento del caudal del río Baní, de los arroyos Guásuma y Guerra, y
varias zonas incomunicadas tales como Villa Guerra, La Montería, La Gina y El
Recodo.
Ramón Minyeti reportó desde Azua que en esa provincia hay más de 54
poblados pertenecientes a El Rosario y los municipios Padre Las Casas y
Guayabal.
En San Cristóbal, 70 familias residentes en las cercanías de la presa de
Valdesia fueron trasladadas al polideportivo de Yaguate como medida de
prevención, ante la posibilidad de que las intensas lluvias puedan llenar el
embalse. En tanto que en el sector La Piscina, 25 familias fueron alojadas en
el centro comunal por la posible crecida de los ríos Nigua y Yubazo.
En Barahona. Teuddy Sánchez reportó que las lluvias no
cesaban y se iniciaron desde la mañana. No había servicio de energía eléctrica
desde el viernes y varios cables habían sido derribados por árboles que cayeron
encima de viviendas en los barrios La Playa y Savica. Tampoco tenían servicio
de Internet.
Varias familias fueron evacuadas de manera preventiva en Polo y en la
comunidad de Enriquillo el oleaje marino era fuerte. La agropecuaria ha sido
afectada en sentido general, mayormente los cultivos de plátano.
En la provincia Independencia la comunidad de Boca Cachón estaba aislada
de Jimaní a causa del derribo de árboles en la carretera.
El río Blanco, que normalmente está seco, aumentó un poco su caudal.
Decenas de viviendas sin techos, daños cuantiosos a la agricultura, redes
eléctricas afectadas, servicio de agua potable afectado y la crecida del río
Soliet, es la realidad luego del paso de la tormenta Isaac por el Caribe.
El Centro de Operaciones de Emergencias en la Provincia Independencia reportó
de manera preliminar afectaciones a 171 viviendas con pérdida del techo y 2
completamente destruidas.
En Jimaní se contabilizaron unas 50 viviendas, en Boca de Cachón 40,
mientras en Tierra Nueva 70 viviendas perdieron el zinc de sus techos.
San Juan de la Maguana. Manuel Espinosa informó que el río
San Juan estaba un poco crecido y había nerviosismo en el vulnerable sector de
la Mesopotamia, donde hasta al inicio de la tarde no habían hecho evacuaciones
preventivas. El ciclón Georges, en 1998, dejó un nefasto recuerdo en este
sector, donde murieron cientos de personas por la inundación del río San
Juan.
En ese municipio el servicio eléctrico era nulo y las baterías de los
inversores ya habían agotado su carga.
Pedernales. El corresponsal Julio Gómez informó que los
daños causados por la tormenta se resumen en tramos de carreteras y puentes
obstaculizados, derribo de árboles, decenas de casas que perdieron sus techos,
caída del tendido eléctrico y algunos almacenes saqueados por los
desaprensivos.
María Trinidad Sánchez. Iluminada Pérez informó que los fuertes aguaceros
provocaron la crecida de los ríos Papayo, Boba, Baquí, Drago y el arroyo
Grande y las cañadas desbordas.
Daños en Santiago. Los constantes aguaceros y vientos
fuertes provocaron derribo de árboles y letreros en calles y avenidas de esta
ciudad, así como desbordamiento de arroyos y cañadas en diferentes comunidades,
sin reportes de víctimas ni personas damnificadas, de acuerdo con Wellington
Díaz.
Ayer el Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta ante Desastres (PMR),
que encabeza el subdirector de la Defensa Civil, Francisco Arias, se mantuvo en
sesión permanente.
Esta ciudad tiene 53 zona vulnerables a inundaciones y deslizamientos de
tierra entre las que se citan Arroyo Gurabo, Cañada del Diablo, el Hoyo de
Puchula, el Hoyo de Elías, Fracatán, Sal Si Puedes y Vuelta Larga.
Arias dijo que la presa de Tavera es desaguada por medio de un método
operacional de generación que, a pesar de que provoca un ligero aumento en el
caudal del río Yaque del Norte, no afecta la rivera ni a los asentamientos de
personas.
Con relación al servicio eléctrico, durante varias horas no hubo electricidad
en el 97% de los circuitos de esta provincia debido a averías menores.
Por otro lado, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago
(Coraasan) informó que un transformador de la subestación eléctrica de Pastor
explotó, por lo que el déficit del agua aumentó a 40 millones de galones por
día.
Entre los sectores afectados se citan a Bella Vista, Reparto Peralta, Yaguita
de Pastor, La Herradura, Barrio Nuevo y La Herradura.
San Pedro Macorís
Iván Santana informó que las fuertes lluvias y vientos afectaron a más de 150 viviendas en barrios de aquí, dejando 278 refugiados. Señaló que esas personas fueron llevadas a los albergues el coliseo Pepe Mallen, el Centro Comunal de Hoyo del Toro, y la iglesia evangélica de San Antón. Villa Faro y San Antón fueron afectados por el fuerte oleaje del mar Caribe, inundando casas y llenando de escombros el Malecón.
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