EN MEDIO DE BROTE DE CÓLERA EN LA MISERIA DE HAITÍ, Y LA ESPERANZA....

Michael Appleton de The New York Times

La gente esperaba de lunes a tratarse en una clínica creada para las víctimas de cólera en Saint-Marc. El tratamiento está ahorrando más del 90 por ciento de los que llegan a una clínica.

Por Deborah Sontag

Publicado: 25 de octubre 2010

 Haití - En el interior del patio del Hospital de San Nicolás, más allá de la puerta con el letrero escrito a mano que dice "diarrea de emergencia solamente, "se encuentra una escena, pero inusualmente sombría ordenada en el epicentro de este país es inesperado el cólera epidémico.

Michael Appleton de The New York Times

Michael Appleton de The New York Times

Los pacientes fueron tratados en una clínica de campaña para las víctimas del cólera, en un patio del hospital de L'Estère.

Decenas de niños y adultos se duplican o más extendida en todas las superficies disponibles, atormentado por el desorden convulsivo o estómago flácido con deshidratación. Cubos sentarse a su lado, el goteo de soluciones intravenosas en sus brazos. La vida pende de un hilo, sin embargo, hay una, casi misteriosa calma sobrio.

Es por eso que Martila José destacó. El lunes, las lágrimas en cascada por sus mejillas mientras se balanceaba a su hija rosa ahumado, que estaba todavía muy en sus brazos. "No sé si mi hijo va a sobrevivir", se lamentó, mientras que la esposa de otro paciente la hizo callar.

"Usted lo hizo en el hospital", dijo la esposa del paciente. "Eso significa que tiene la salvó."

De hecho, el tratamiento es rescatar a más de 90 por ciento de los que llegan a una clínica, y es por eso que los funcionarios de salud se concentró el lunes en reforzar locales hospitales y erigir centros de cólera en toda la región de Artibonite. Esto es, por el momento, el área de la infección secundaria donde la bacteria debe ser atacado agresivamente antes de que se extienda.

"Es virulenta, y se puede viajar", dijo Nigel Fisher, coordinador de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas, de pie frente a un barrio de tiendas de campaña de cólera en el hospital de la comunidad en L'Estère. "Pero al menos aquí, hemos podido, caso por caso, para estabilizar un poco la situación."

Los funcionarios internacionales de salud hizo hincapié en que el patrón de la epidemia era casi imposible de predecir. Pero el lunes fue un día relativamente bueno: sólo seis muertes por cólera se registraron en un período de 24 horas. Más de 200 murieron de la infección bacteriana aguda en los primeros días de la epidemia. El número de muertos conocida se sitúa en 259, con más de 3.000 casos, casi 450 más o menos en la zona de Artibonite.

A pesar de su papel central en esta epidemia, a pesar de la nueva bandera en la entrada de la ciudad que dice "Lávate las manos!" Saint-Marc no es un pueblo fantasma, con los residentes en sus casas cerradas.

Las niñas con uniforme escolar, su pelo, en aros, saltar a través de las calles, y el halcón vendedores sus mercancías como a carcajadas, como siempre. En la entrada al Hospital de San Nicolás, un mensaje contra el cólera, establece en un compás de fiesta fantástico - "No hay vida sin salud y sin ninguna higiene" - resuena discordante de un altavoz.

Un canal con agua estancada fétido recibe a los visitantes al hospital, que ahora paso en un cojín de espuma empapada de cloro y enjuague sus manos para entrar. Alrededor de 600 pacientes con diarrea intensa y vómitos se están viendo todos los días en San Nicolás, con Médicos Sin Fronteras España para ayudar a gestionar la carga de trabajo en el hospital, gestionado conjuntamente por el gobierno haitiano y Partners in Health, con sede en Massachusetts.

En todos los rincones de las salas de jardín y sus alrededores, los pacientes se encuentran en los bancos, cunas y plantas como ordenanzas chorro de cloro soluciones en torno a su parche de césped hospital. Los familiares - uno por paciente - SWAT de moscas, limpie las cejas y coaxial bolsas de solución de rehidratación en la boca abierta.

Margarita Pierre, digitación un collar de perlas de fantasía, habló sin afectar al describir cómo su hijo, Gasner, 4, comenzó a vomitar después de la medianoche. Gasner sentó en un banco de madera con una toalla mojada sobre la cabeza. Él sonrió débilmente.

"Mucha gente en nuestro barrio han muerto de diarrea y vómitos", dijo Pierre, mirando brevemente a un lado como a un hombre caído en el patio y se desplomó. "Pero no estoy preocupado. Yo le aceleró aquí tan rápido como pude. "

Los profesionales médicos y los suministros están llegando de todo el mundo para apoyar al gobierno haitiano, todavía aturdido por el terremoto de enero. A unas 20 millas al norte de San rocosa - Marc, una brigada médica cubana, a largo estacionados en el hospital de la comunidad en L'Estère, se ha ampliado a 28 médicos y enfermeras, y las tropas bolivianas son la construcción de una clínica de cólera de 100 camas al lado.

"Aquí hay un ejemplo de una buena operación", dijo Fisher, de las Naciones Unidas. "Ellos han visto 400 pacientes, y ha habido 10 muertes."

Imogen Wall, una portavoz que lo acompañaba, dijo que estaba sacudido a estar en una zona relativamente virgen por el terremoto del 12 de enero y, sin embargo testigos sufrimiento "completamente ajenos a ese desastre. "No puede este país tener un descanso?", Dijo Wall.

En una camilla de metal desnudo bajo una carpa, Herese Vanel, de 63 años, estaba primorosamente con su bolso en el pecho y una línea intravenosa en el brazo ósea. Su sobrina, Rosemene Vanel, dijo que su tía había sido probablemente infectado por beber del río Artibonito, que es el abastecimiento de agua para su comunidad y ahora se cree que está contaminado por el cólera.

"Hemos dejado de hacer que la gente tan pronto como empezaron a morir", dijo Vanel.

Una versión de este artículo apareció impreso el 26 de octubre de 2010, en la página A4 de la edición de Nueva York.

Un padre tenía a su hijo, que sufren de diarrea severa, en una clínica de Saint-Marc el lunes.