Rui Ferreira (Enviado especial) P. Príncipe
Actualizado martes 19/01/2010 12:24 horas
Miles de haitianos huyen del infierno.
Una semana después del seísmo, Puerto Príncipe sigue sumida en el caos y muchos afectados han comenzado a huir de la capital. Lo hacen andando, en los escasos 'tap tap' (como llaman aquí a los autobuses) y vehículos que encuentran.
Ante la escasa ayuda distribuida en la ciudad y la creciente violencia que se palpa en las calles de Puerto Príncipe, miles haitianos han decidido regresar al campo. Muchos vivían allí y emigraron a la ciudad. Ahora, sin hogar, regresan a la casa de sus familiares después de haber pasado una semana durmiendo en la calle o en un parque. Es la primera migración masiva tras el seísmo.
Familias enteras se amontonan en los autobuses para sufrir recorridos de hasta seis horas, cargados con las escasas pertenencias que han logrado salvar. Según la emisora local Radio Metropole, las tarifas de los autobuses se han duplicado estos días.
"Se han vuelto extremadamente caras", declaró un usuario. "No es culpa mía, el precio del carburante se ha duplicado", le respondió un conductor. "Huyen a miles, nunca había visto una estampida como ésta, ni siquiera en Navidad", afirmó otro conductor.
El éxodo, sin embargo, se produce por ahora dentro de la fronteras de Haití. Aunque muchos haitianos se proponían pasar a la República Dominicana —cuyos hospitales han acogido a centenares de haitianos que resultaron heridos por el seísmo— la frontera está cerrada.
Tampoco huyen a EEUU. Para evitar la emigración vecina a EEUU, los estadounidenses han habilitado una grabación del embajador de Haití en Washington, Raymond Alcide Joseph, para que sus compatriotas desistan de partir en patera desde la costa norte de la isla.
En ella, el diplomático aconseja a sus compatriotas qye no emigren por mar porque es peligroso y, además, si los americanos los atrapan los devolverán.
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